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« Porque sigo cavándome más profundo,

no me detendré hasta que llegue donde está.

Sigo corriendo, sigo corriendo, sigo corriendo.

Dicen que puedo estar cometiendo un error,

te habría seguido hasta el final, 

no importa que tan lejos estuvieras.

Sé cuando vas por tus caminos  más oscuros,

Te habría seguido hasta el cementerio»

⌛Halsey, Graveyard.🎤

—Maddox, ¿Qué piensas de que me vaya por un tiempo a un lugar donde me ayuden? Así como Heaven, pero en vez de ser enfermero, ser paciente...—rompió el silencio Michael. 

Luego de haber tenido esa conversación con Aaron, fue con Maddox a un parque para que el niño se distrajera un poco de las lágrimas de su sesión. Jugó en los columpios, escaló, llamaba en cada momento a Michael para que viera cada uno de sus movimientos, logrando solamente que su padre sonriera con orgullo, como si fuera realmente un triunfo que bajara tan rápido por el resbalín con que se columpiara con tanta fuerza. Comieron un helado y ahora iban rumbo a su hogar, con sus dedos entrelazados, caminando al ritmo perezoso de Max por una tarde llena de juegos.

—¿Cómo papi? ¿Estás enfermo? Puedo cuidarte si quieres, puedo ser tu Iron Man.

Las palabras de Max solo hicieron que el corazón de Michael latiera con fuerza y que una gran sonrisa apareciera en su rostro. Detuvo su marcha y el niño también se detuvo, volteándose, al mismo tiempo que su papá se arrodillaba para estar frente a frente.

—Max, yo sé que eres un niño demasiado inteligente. Siempre teSí lo he dicho corazón, porque no es nada más que la verdad y lo sabes, ¿no es cierto? —preguntó, acariciando el rostro de su hijo, quien asintió, pues su padre no mentía.— Maddox, estoy triste y eso no está bien. Llevo mucho tiempo triste, muy muy triste y puede que no lo demuestre contigo porque tu me haces infinitamente feliz, pero cuando estoy solo, me pongo triste y pienso cosas feas. Me siento mal conmigo mismo, recuerdo a tu mami y me pongo aún más triste y eso no está bien. Necesito ayuda para que pueda hacerte aún más feliz y que yo pueda estar siempre feliz. ¿Entiendes?

El niño entrecerró sus ojos, analizando las palabras de su padre, inclinando su rostro hacia un lado, pensando en todo lo que el hombre frente a él le había dicho.

—Sí papi, entiendo. ¿Vas a ir a pedir ayuda? ¿Vamos a ir los dos? ¿Dormiremos juntos o...?

—Maddox, voy a pedir ayuda pero tengo que ir solo. Va a ser por un par de días, podrás visitarme y te escribiré cartas y así entrenas tu lectura y luego puedes escribirme de regreso y siempre leeré tus cartas. Te podrías quedar con nana o Calum e irás a visitarme. Cuando yo esté bien, saldré y podremos hacer muchas cosas juntos, te lo prometo —terminó de explicar Michael, logrando que Maddox asintiera entendiendo cada una de sus palabras.

—Te amo papi —confesó el niño, rápidamente enredando sus brazos en el cuello de su padre quien suspiró con una sonrisa y abrazó con fuerza a su hijo.

—Y yo te amo Maddox, eres mi mundo entero y prometo que todo lo que hago, es para hacerte feliz —respondió Michael, cerrando sus ojos, intentando memorizar ese momento. Desde la temperatura, la tímida brisa, hasta el aroma de Maddox, como sus diminutos brazos abrazaban con fuerza su cuello, como se acurrucaba en él, como si fuera el mismo bebé recién nacido que cargó y lo llevó a su pecho la primera vez que lo conoció.

Best Years » MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora