Best Years » Muke

00.01

«Estoy encontrando la manera de expresar,

los sentimientos por los que estoy pasando.

No puedo decir que no te amo.»

⌛The weeknd, Die for you⌛

—Luke, si quieres puedo quedarme un par de semanas más —insistió su madre, acariciando el rostro del joven cantante. Sus hermanos y padre, estaban tras ella, mientras Luke rodeaba los ojos.

—Mami, voy a estar bien. Tengo 25 años, he vivido solo los últimos años, ahora nada será diferente...

Liz iba a insistir, cuando Jack la abrazó por los hombros, frenándola: —Mamá, tranquila. Luke puede hacer esto, ya no es como antes, ahora es responsable, tiene un tratamiento y lo más importante, no está solo. Yo que tu mamá, por fin me voy en paz.

El rostro de preocupación de Liz, se relajó y asintió, para que poco a poco, una sonrisa apareciera entre sus labios.

—Por lo menos, cuando estés con Max, envíame fotos del niño o por última haz una videollamada. Ese niño es un amor y lo voy a extrañar un montón. Es una orden Luke Robert —amenazó su madre y el cantante asintió, para luego darle un abrazo final y besar su frente, terminando la despedida.

—Avísenme cuando aterricen. Los amo un montón y gracias por todo —se despidió Luke y su familia le hizo un último gesto, antes de voltearse e ir a las puertas de embarque. Luke suspiró, con una sonrisa nostálgica, hace mucho tiempo no pasaba tantos días con su familia y los extrañaría muchísimo.

Se volteó y notó un grupo de 4 chicas que lo observaban con sonrisas y susurraban entre sí. Ellas al notar que concentraban la atención de Luke, le hicieron un gesto de saludo y él les asintió, dándoles la iniciativa para que se acercaran a él. En menos de un minuto, estaban rodeándolo, sonriéndole, preguntándole como estaba, como habían sido aquellos días fuera del centro, como la pasó con su familia, si podían sacarse fotografías. Luke respondió con sinceridad todo, se estableció una cómoda conversación y una de las chicas, que se presentó como Jakie, incluso derramó lágrimas mientras confesaba que estuvo demasiado preocupada de él durante aquellos meses, que no se podía imaginar el infierno en el que vivía como para decidir terminar con su vida por la sobredosis, confesó que tuvo mucho miedo de perderlo.

Luke la abrazó, acarició su cabeza y besó su frente, porque él también temió, pero ahora estaba mucho mejor y era eso lo que importaba. Se sacó una foto con cada una de ellas y se despidió con abrazos, prometiéndoles que pronto comenzaría con un nuevo álbum y que esperaba verlas en los futuros conciertos. Ellas aceptaron de inmediato y se fueron felices por haber intercambiado palabras con su cantante favorito y  además por las fotos que lograron conseguir.

Luke finalmente, logró salir del aeropuerto y se dirigió a los estacionamientos donde había aparcado su camioneta Range Rover.  Se subió a esta, encendió el motor y conectó su teléfono a los parlantes, pero antes de comenzar a conducir, su pantalla se iluminó con una llamada entrante.

Su ceño se frunció ante el número desconocido, sin embargo, aceptó la llamada solo por curiosidad.

—¿Hola? 

—¡Ricitos! —escuchó el chillido y su corazón latió con fuerza, mientras una sonrisa se deslizaba por sus labios.

—¡Max! ¿Cómo estás? ¿Por dónde me estás llamando? ¿Está todo bien? —preguntó, de a poco, la felicidad de recibir aquella llamada se transformó en preocupación. Hace una semana había salido de Heaven, y apenas Ashton fue por él y rellenó su alta, le entregó su teléfono. De inmediato Luke se lo pasó a Michael para que agendara su número y habían hablado todas las noches, por mensajes o llamadas de voz o videollamadas, por supuesto que en algunas ocasiones se colaba Max y a ninguno de los dos le molestaba.