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« Todo comenzó con un beso perfecto,

pudimos sentir el veneno entrando.

La perfección no pudo mantener vivo este amor.»

⌛Sleeping at last, Alredy Gone.🎤

—Entonces Maddox, necesito saber si recuerdas todo lo que te dije —murmuró con dulzura la doctora, terminando de colocar la bota ortopédica en el pie del niño. Maddox estaba acurrucado en el pecho de Luke, ambos sentados en una nueva camilla. Luke acariciaba su espalda intentando consolarlo.

—No tengo que pisar porque me hago más daño —susurró con voz débil, dándole otra lamida a su paleta que había sido lo único que le había alegrado desde que arribaron al hospital, donde fue toda una aventura.

Luego del viaje en ambulancia y el ingreso, Maddox fue a la urgencia infantil y realmente era un gran corredor de personas, entre enfermeros y doctores, que esperaron por él. La doctora Lerman, jefa de pediatría infantil, fue quien se hizo cargo de Max y se presentó de inmediato con Luke, informándole que conocía a Michael desde hace años y que incluso comenzaron su carrera en medicina juntos, para luego toparse cuando ella hacía su residencia y él ya trabajaba como enfermero en el hospital. Había conocido a Max cuando era un bebé y no había perdido el contacto con Calum o Michael, a pesar de que ambos hayan decidido emigrar a otra área de enfermería y cuidados. Mencionó que Calum les había avisado del accidente y ella misma organizó a sus mejores colegas para poder atender a Max en lo que necesitara: tenía neurólogos, cardiólogos, cirujanos generales, anestesistas y todo un equipo para recibir a Maddox apenas arribara.

Lo primero que le hicieron fue un scanner porque Max quedó inconsciente unos minutos luego del accidente, por un golpe en su cabeza. No encontraron nada grave, solo una contusión que podría traer mareos y vómitos por un par de días. Luke no se separó de su lado, incluso estuvo presente en la sala, con un traje especial, demostrándole al niño que no se iría. Luego se dedicaron exclusivamente de su pie, sacaron radiografías y todo para averiguar que tan mal estaba.

Efectivamente existía una fractura, pero era leve y además, corría con la ventaja que aún era un niño y que los traumas óseos a esa edad, son muy fáciles de curar y no necesitan intervención médica invasiva como una cirugía. La doctora Lerman le explicó a Max con paciencia y muchísimos detalles, que le había pasado a su pie, además de las medicinas que debería de tomar un par de días. 

Cabe destacar que ya le habían inyectado ciertas medicinas y había roto en llanto cuando vio la jeringa, pero Luke lo consoló y le prometió que todo sería por su bienestar.  Él mismo se encargó de esconder el rostro de Max en su cuello mientras susurraba cosas dulces, peinando sus cabellos castaños, mientras le inyectaban la primera tanda de analgésicos y antiinflamatorios. Por eso ganó su paleta, donde ahora por fin, se animaba para abrirla.

—Exacto. Tienes que evitar pisar con la bota, a pesar que esta te permita más movilidad que un yeso. Decidimos esto como método de inmovilización porque el yeso tiene efectos adversos como que tus músculos pierden cierta masa, pero confío que, como el niño grande e inteligente que eres, seguirás las instrucciones para que cuando nos veamos, tu pie esté sanando y puedas pisar sin hacerte tanto daño. 

El niño asintió, refregando su rostro en la camiseta de Luke. Por una extraña razón, el aroma del cantante, lo calmaba lo suficiente como para que la angustia se fuera disipando en su pecho.

La doctora Lerman, observó a Luke:— Tiene que tomar los analgésicos y antiinflamatorios cada 8 horas sin falta. Si siente mucho dolor, puedes adelantarle el medicamento del dolor, no habrá problema con eso. Debe mantenerse hidratado para combatir en algo los posibles mareos y vómitos. Igual tendrá una medicina de emergencia ante mareos —se dirigió al escritorio donde sacó cuatro papeles con su firma y las medicinas de Max.—  Tiene control en 7 días. De todas formas, estaré atenta al estado de Michael y le informaré apenas esté en condiciones. Calum nos dijo que todas las indicaciones te las diéramos a ti, que serías el encargado de los cuidados de Max —explicó con una sonrisa, con voz dulce. Quizás su extrema simpatía era un requisito para ser pediatra, porque Luke realmente estaba sorprendido de la calma con la que ella se expresaba.

Best Years » MukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora