Capítulo 25

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Narrador Omnisciente

Axel Ferrara y Thalia Cambar permanecieron juntos hasta que el primero se durmió profundamente, la morena se preocupó por ello; él acababa de despertar. Entonces fue cuando noto el tomo de "El Resplandor" en el escritorio junto al marca páginas que ella misma le había hecho cuando descubrió su amor por los libros. Supuso que su novio se había dormido tarde terminándolo.

Con sumo cuidado dejo a Axel en la cama, se levantó para desayunar en el comedor y volver de nuevo. Cuando se sentó en la mesa de sus amigos estos le preguntaron por su novio.

—Está durmiendo— respondió con simpleza.

¿Para que añadir algo más? Axel era un chico sumamente reservado con sus cosas y todos estaban acostumbrados a dejar pasar sus comportamientos extraños, como cuando desaparecía por horas y ni Thalia era capaz de encontrarlo.

Pensó en ello, mientras miraba fijamente aquella sombra en una de las esquinas del comedor. No sabía casi nada de él a pesar de las constantes preguntas que le hacía y es que puedes conocer sus gustos y sus datos básicos, pero conocer cómo es realmente una persona hasta cuándo piensa que está sola es completamente diferente. Algunas parejas pasaban años conociéndose y dedicaban tiempo a ello desde sus primeros días, pero en el caso de ellos; Axel había ayudado a Thalia desde el principio dejando de lado lo básico.

Thalia se propuso conocerlo más, aprender a convivir con él y sobretodo su perspectiva del mundo. Se conoce mucho de una persona con esto último, o al menos eso fue lo que leyó la castaña en una de las revistas de chicas de su hermana. Thalia tenía que aprovechar todo el tiempo consiente que tenía disponible, al menos antes que la esquizofrenia volviera con todo.

Observo a Isak y Leslie, ambos melosos; susurrado entre sí, regalándose rápidos picos en los labios y tomados de las manos todo el tiempo. Eran adorables pero un poco molestos, en conclusión; estaban muy enamorados. Se dijo que tenía que pedirle algunos consejos a su compañera de cuarto en la noche.

Se levantó cuando la mayoría ya se estaba yendo.

—¿Puedo acompañarlos a la sala de entretenimiento? Necesito comprar algunas cosas— Thalia le pregunto a la pareja anteriormente mencionada.

Ellos aceptaron. Isak empezó a alabar a su novia por "ser una luchadora que pronto estaría completamente curada", Leslie había ganado unos kilos gracias a las dietas no tantos como debería para salir, pero era un comienzo así que decidió unirse a Isak para subirle un poco la autoestima a su amiga.

De pronto sintió una presencia atrás suya, aterrada, dio un salto y volteo tan rápido que le dolió el cuello. Pero no había nadie.

—¿Estas bien? — se preocupó Leslie tomándola del brazo.

—Sí, solo creí sentir algo— trato de restarle importancia aun cuando tenía la piel erizada.

—Concéntrate, Cambar. ¿Qué venias a hacer? — pregunto Isak intentado sacarla de aquella alucinación, como había visto a su amigo hacer.

La chica volvió a caminar, pero esta vez hablando sobre lo mucho que le gustaban a su novio las galletas de doble chocolate de la máquina expendedora, aunque a ella le parecieran muy dulces. Hablaron sobre sus dulces preferidos hasta llegar a la sala.

Thalia compro dos paquetes de las dichosas galletas, se despidió de sus amigos y corrió a la residencia de hombres. El nuevo personal la dejaban entrar a la habitación de Axel de día y siempre con un guardia echándoles un vistazo de vez en cuando, además estaban las cámaras.

Entro a la habitación de su novio y volvió a salir de prisa en busca de un enfermero. Axel estaba sangrando por la nariz y aún estaba dormido.

Axel Ferrara

HurtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora