Me siento extremadamente inútil y débil, lo que me pasa después de cada operación. Apenas podía moverme con las muletas y mi pierna derecha se cansaba demasiado rápido a comparación de unas semanas atrás; donde podía estar un par de horas seguidas sin las muletas a menos que no me forzara tanto.
Tome el libro que había dejado en mi cama para leerlo. Rakaj me lo había regalado el año pasado pero no lo llegue a abrir hasta hace unos días y me había enganchado completamente al nuevo mundo de "Dune". No tenía mucho que hacer aquí además de esperar que un policía viniera a tomar mi denuncia.
Leí gran parte de la mañana hasta que un hombre vino a dejar mi comida. Agradecí y me traslade a mi cama para almorzar cuando la puerta fue abierta por Rakaj. El se quedo de pie frente a mí con una sonrisa tranquilizadora.
—Bueno tardes, doctor. ¿Acaso viene a decirme que estoy en mi lecho de muerte?— bromee con una sonrisa mientras me llevaba lo que parecía ser una zanahoria deshidratada a la boca.
—No seas payaso, Axel— me reprende con el ceño fruncido—. Vengo a decirte que en la tarde vienen unos oficiales a tomar tu denuncia además tengo que irme para seguir con mi trabajo pero vendré a buscarte.
—Gracias. Además podrías decirle a Thalia que me encuentro bien que solo estaré unos días aquí, por favor— el asintió y yo sonreí agradecido. Sin embargo, su titubeo antes de caminar hacia la salida llamo mi atención— ¿No hay nada más, Zyad?
Él fijo su mirada preocupada en mí y escondió sus manos en los bolsillos de su bata.
—Podrías ver un poco de televisión mientras estas aquí.
Observe el aparato electrónico que estaba señalando y me encogí de hombros.
—Tal vez lo haga. Pero no soy de sentarme a ver la televisión— suspire observando sus ojos—. Estaré bien, no sucumbiré ante la inminente soledad.
Zyad rodo los ojos con irritación.
—Siempre utilizando palabras extrañas— dijo antes de cruzar la salida.
El día prosiguió sin ningún acontecimiento destacable. En cuanto llego la noche una de las enfermeras entro para darme más medicinas y conectarme a la terapia de inmunoglobulina luego tome el control del televisor para tratar de ver un poco de esta. Cuando estaba a punto de cambiar el canal porque la película que estaban pasando no era lo suficientemente buena la puerta de la habitación se abrió con energía dejando pasar un policía.
Me enderece en el sofá de la habitación solo para echar un vistazo a la ventana y fijarme en la tormenta eléctrica que se estaba desarrollando afuera. — Cliché— pensé.
El policía era un hombre que estaba a nada de obtener su jubilación. Un poco de su cabello blanco y corto le caía sobre la la frente, la camisa azul parecía almidonada y destacaba panza, era un bajito y traía en sus manos un vaso repleto de café y en la otra una libreta. Parecía un hombre amable.
—Hola, chico— saludo con simpleza mientras dejaba su café en la mesa para comer—. Soy Carlos Ferreira. Me dijeron que querías poner una denuncia.
Saco un lapicero de su bolsillo con fatiga.
—Sí, quiero colocar una denuncia en contra del "internado de rehabilitación adolescente "Silva"" por ser responsable de una muerte y tal vez de muchas más— tome el bolso de Isak del suelo y busque en su interior el expediente de Arabelle Mendoza.
Carlos se quedo en shock algunos segundos hasta que le extendí la carpeta. Él la tomo con rapidez para empezar a leerlo. Lo observe con esperanza.

ESTÁS LEYENDO
Hurt
Fiksi RemajaLa salud de Axel es inestable, por esto es enviado a los diecisiete a un internado de salud. El mismo al que ha asistido por cuatros extenuantes años. Este último año es decisivo para él pero siquiera ha puesto un pie dentro de la helada edificación...