𝚂𝚎𝚙𝚒𝚊

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Pov. Sirius Black.

La boda de James Potter y Lily Evans, bueno, ahora es Lily Potter, nunca imaginé disfrutar de este día, pero ellos son felices y yo también lo estoy.

La mayoría de los invitados están bailando, incluídos, los novios. ________, está con Lunático, es obvio que se divierten pues ríen sin parar, no me molesta en lo absoluto, ella insistió para que bailásemos juntos, pero me negué, estoy algo nervioso por el discurso que daré en unos minutos, no lo he memorizado aún y si no dejo de verla, nunca lo haré.

Siempre estuve preparado para ser el padrino de James, es más que mi mejor amigo, me ofreció la familia que, en realidad nunca tuve, ha sido mi hermano, mi principal apoyo, jamás me dejó solo y aunque me molestaba verlo decaído después de cada desprecio que le hizo Evans, me enorgullece decir que el muy testarudo, lo logró. Ahora son una pareja feliz y muy estable, ambos cambiaron, Lily es una mujer increíble, a decir verdad.

Admito que es una fiesta bastante agradable, el ambiente es increíble, las bebidas parecen infinitas, la música es buena, pero lo que más agradezco, es que la ceremonia ya pasó, ¡Es la parte más aburrida de las bodas!, por suerte, _______ se ve despampanante y mirarla me distrajo.

No se a quien engaño, estar rodeado de tanto romanticismo, tiene mi mente invadida por una idea que realmente me aterra. Desde que la conozco, mi vida ha hecho cambios sin mi consentimiento para hacerle un espacio, no tenía intención de enamorarme y aparece ella, pasé mucho tiempo buscando un lugar al cual llamar hogar y ahora sé que ella es lo que tanto necesitaba. El punto, es que noté que algo me disgusta y no se como decírselo, me preocupa que las cosas cambien entre nosotros, estamos bien con el hecho de amarnos sin títulos, sin más compromisos, o al menos eso creía.

Obviamente, no tengo nada planeado, pero no puedo seguir guardándome esto, además, todo parece estar en mi contra, la luz deja inundado el lugar de un color sepia, el atardecer tiñó el cielo de naranja y coloreó las nubes rosa, todo combina a la perfección con su vestido rojo, tal vez sea una especie de señal, ¡Carajo! Era esto lo que me tenía tan nervioso, ¿Y si me rechaza? ¡Claro que no, Sirius!, pero ¡Por Merlín!, no quiero arruinar todo lo que hemos construido y aborrezco estar pensando de esta manera, debo tener cara de idiota, guapo, pero idiota. ¡Que más da! Le diré, no puedo seguir con esto carcomiéndome el cerebro.

Bebo el último trago de mi whiskey y sin darme tiempo a pensarlo más, camino hasta la pista de baile, mis manos sudan, me siento torpe. Respiro profundamente, antes de tocar el hombro de Remus.

- Lunático, ¿Me permites bailar con mi chica?.- Le guiño un ojo a ________ y ella me responde levantando una ceja.

Mi amigo suelta una carcajada, divertido con nosotros, pero le da una vuelta y me entrega su mano, rápidamente tomo su cintura para acercarla a mi, la música cambia, suena una balada lenta, romántica, ¡Perfecta!

- Vamos, amor ¿Celoso?.- Sus zapatos altos, dejan más a mi alcance sus labios y no dejo la oportunidad de besarlos.

- No, sólo quiero bailar con mi hermosa novia.- Al separarnos, la hago girar sobre sus talones. Nuestros pies se mueven a compás, es mi pareja perfecta de baile, mejor dicho, es mi pareja ideal.

-¿Ahora si quieres bailar conmigo?.- Inquiere con una expresión algo molesta y me hace reír.

- Bueno, admito que necesitaba memorizar mi discurso, pero, no se...- Alzó los hombros y muerdo mi labio inferior.- Necesitaba hablar contigo.- Murmuro nervioso

- ¿Que pasa? ¿Todo bien?.- No respondo, no sé como empezar, así que estiro una mano, haciendo que de una vuelta, alejándola de mi y de un tirón, la envuelvo en mi brazo.- Cariño, me asustas.-

Sirius BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora