𝙰𝚖𝚘𝚛𝚝𝚎𝚗𝚝𝚒𝚊

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Una clase más de pociones, aunque esa era especialmente interesante para todos. El profesor Slughorn dijo que dedicarían ese día a aprender de las pociones más poderosas. La penúltima que estudiaron fue Amortentia, explicó que tiene un aroma diferente para cada uno que lo huela, recordándoles las cosas que más les atrae, incluso si esa persona no conoce la verdadera afición a dicho objeto y pidió a los alumnos que pasaran a exponer lo que percibían.

Sirius, fue de los primeros en ofrecerse a pasar frente a todos y decir lo que podía identificar de aquella poción, muchas chicas murmuraban, diciendo que era mi secreto para enamorarlo, pero ese tipo de rumores me causan gracia, no era la primera vez que escuchaba algo así. Verlo me distrajo de mis pensamientos, se veía tan atractivo, su porte tan elegante, aunque dice que es algo que heredó ¡Me encanta! Sinceramente, es algo que agradezco a las personas que se dicen sus padres. ¿Ya quedó claro que me fascina? En fin, sigo contando, se puso de pie a lado del profesor y aspiró los vapores que emanaban del caldero, se tomó su tiempo antes de hablar.

- Bueno, huelo la brisa del bosque, también, whiskey de fuego- Se detuvo un momento, como decidiendo si debía continuar- La casa de los Potter en navidad...Y...-Volvió a hacer una pausa. Se reincorporó, con su actitud arrogante de siempre, sonrió en mi dirección y gritó señalándome.- ¡A ti!- ¿Es necesario decir que gritaba por dentro? Espero que no, pero eso sentía. A veces no me entiendo, es mi novio, puedo besarle, tocarlo, sé que siente lo mismo por mi y aún así es ahora que me vuelve loca, hasta creo que puedo entender a su club de fans. Por suerte logré controlar mis emociones y me limité a sonreírle, en cuanto la clase terminó, corrí a besarlo, no podía esperar más.

Sirius BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora