𝙽𝚊𝚍𝚊

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Pov. Sirius Black.

El último día de agosto, no me sentía bien y me levanté antes que todos. En realidad, ni siquiera pude dormir, solo pensaba en lo increíble que sería mi vida fuera de este lugar. Me gustaba la compañía de los Weasley, Hermione, Remus, Tonks y obviamente la de ________, Hiram y Harry, pero si no fuese en ese lugar, todo estaría mejor.

Al menos, podía refugiarme en esa habitación que modificaron para mí. Me pasaba casi todo el día ahí, era un escape, muchas veces olvidaba lo que ocurría y se veía detrás de la puerta, me creía libre.

Quizá tres horas más tarde, todos comenzaron a bajar a la cocina, era momento de desayunar. No sentía hambre, mi mente estaba ocupada, así que me quedé lejos, sentía que mi mal humor se estaba convirtiendo en una carga para los demás.

— ¿Sirius?.— Preguntó _______, al entrar a la habitación y en cuanto me vio, sonrió.— ¿Estás bien?.—

— Hola preciosa, si.— Respondí e hizo una mueca, era obvio que no me creía.

— ¿Por qué te levantaste tan temprano?.— Se acercó al sofá dónde estaba sentado, deteniéndose detrás de mi para acariciar mi cabello.

— Pensé que no lo habías notado.—

— Claro que lo noté, pero supuse que querías estar solo.— Bajó el volumen de su voz, mostrándose comprensiva y también, besó mi mejilla.—¿Que pasa amor?.—

— Nada.— Dije al tomar su mano, tirando de ella para que rodeara el sofá y se sentara junto a mi.

— Conozco ese nada.— Suspiró. Poco después, apoyándose de mi quijada, me obligó a mirarla.— Habla conmigo.—

— Harry e Hiram, volverán a Hogwarts y no quiero que se vayan.— Cerré los ojos al decir eso, estaba conciente de que no podía quitarles la oportunidad de estar en el colegio.

— Deben hacerlo.—

— Lo sé, por eso no había dicho nada.— Dejé escapar el aire de mis pulmones, esperando disminuir así mi frustración. — Me gustaría pasar más tiempo con ellos.— Le compartí, sólo con ella podía ser sincero. Enseguida me abrazó y dejo descansar su cabeza sobre mi pecho.

— Los Weasley, ya están empacando.— Comentó, pensando que me alegraría por las diferencias que mantenía con Molly.

— Ojalá todos lo hiciéramos.— Murmuré con amargura y ella no dijo más, únicamente suspiró.

— Hola.— Saludó Hiram, viendo hacia el pasillo con lástima.— ¿Puedo quedarme con ustedes?.—

— ¿Que pasa?.— Le cuestionó ________, confundida al notar que nuestra hija no despegaba la mirada de la puerta.

— Llegaron las listas de libros.— Le entregó la carta que habían enviado del colegio.— Hermione y Ron, serán prefectos.— Dijo sin rastro de emoción alguna.

— ¿No es Harry?.— Intervine, aquello no lo esperaba, Dumbledore le debía esa insignia a mi ahijado. Hiram negó con la cabeza, casi tan decepcionada como yo.— Que extraño.—

— ¿Extraño? La Sra. Weasley.— Susurró, seguido de un gesto de desaprobación. Al segundo, Molly pasó frente a la habitación, sollozando de felicidad. Si soy sincero, a mi también me pareció exagerado.— Ron está incómodo.—

— Es normal, Molly se siente muy orgullosa.— La justificó ________, ligeramente perdida en el pergamino que leía.

— Gracias por no ser una mamá normal.— Se recostó sobre las piernas de ________, hablando sin remordimiento, pero nos hizo reír.

Sirius BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora