𝚁𝚒𝚎𝚜𝚐𝚘

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Nos encontrábamos en una reunión de la Orden, Dumbledore estaba formando parejas de trabajo y dependiendo de sus habilidades, se otorgaban misiones.

Sirius estaba sentado a un lado de mi, sonriendo confiado de ser un elemento importante, mientras mantenía su mano derecha en mi rodilla. James y Lily, trabajarían juntos y creíamos que nosotros correríamos con la misma suerte.

- Sirius.- Lo llamó tranquilamente.- Necesito que trabajes con el señor Lupin, sé por experiencia, que lograrán conseguir la información que necesitamos.-

Escuchó la indicación y fingió tomarla con calma, yo sabía, que en realidad estaba un poco decepcionado, queríamos ir juntos de misión, estaba ilusionado con la idea, pero no fue así. Remus era su gran amigo, lo cual estaba bien, sería como en los viejos tiempos, pero no llenaba sus expectativas.

- ______, me alegra mucho que estés trabajando en el Ministerio, ¿Puedes ayudarnos desde tu puesto?.-

- Claro, profesor.- Sirius me observaba atentamente.- ¿Que puedo hacer?.-

- Permíteme presentarte a Antoine Beinoche, tu homónimo en el Ministerio Francés, es necesario su trabajo conjunto para contactar con viejos colaboradores míos.- Dijo con su amabilidad habitual.

Antoine estaba sentado a un lado de Dumbledore, sabíamos que algunos extranjeros eran aliados de la Orden, pero no esperaba trabajar con ellos. Sinceramente, no era un hombre guapo, pero si atractivo, joven y carismático. Está de más decir que Sirius, no estaba de acuerdo con que él fuese mi compañero e hizo una mueca que lo demostraba, aunque yo no lo noté.

Antes de ir a casa, tome unos minutos para conocer a la persona con la que trabajaría y me di cuenta de que sería una buena experiencia. Cuando estaba despidiéndome de él, Lily se acercó a decirme que irían a comer juntos a la casa de los Potter y que quería que los acompañara, pues tenían algo que decirnos.

En el cuartel, solo quedábamos mi gran amiga y yo, salimos para desaparecer a la casa de su novio, lo cual fue rápido. Al cruzar por la puerta, nos encontramos con cuatro chicos que se divertían como niños, hablaban alegremente y de vez en cuando gritaban, sonreí al ver a Sirius tan feliz.

Euphemia, la madre de James, nos llamó y fuimos a la cocina, la señora Potter estaba encargándose de los alimentos, un poco perdida en sus pensamientos. Rápidamente Lily sirvió un poco de té para las tres y nos sentamos a hablar con ella.

- ¿Que pasa con Sirius?.-

- Tranquila señora, solo está hirviendo de celos.- Intervino Lily.- Hay un francés que lo hace sentir inseguro.-

- ¿Te dijo algo?.-

- No, pero no era necesario.- Habló con seriedad, riendo en seguida.- Quería volar su cabeza con la mirada.-

- Supongo que tendré que hablar con él.- Me encogí de hombros, al pensar en el drama que me esperaba.

Nos reunimos en los sofás para escuchar la noticia, Sirius se alejó de mí, pero lo deje pasar. En fin, la "sorpresa" era que James y Lily se habían comprometido, lo único que fue nuevo para nosotros fue la fecha de la boda, tenían casi cinco meses para planearla y aunque me pareció muy precipitado, estaba feliz por ellos.

En seguida, los señores Potter, nos invitaron a pasar a la mesa. Aproveché para tratar de hablar con Sirius, tomé su mano y lo obligué a quedarse conmigo a solas.

- Te fuiste sin decirme.- Murmuré.

- Estabas ocupada con Beinoche, no quería interrumpir.- Iba a burlarme de sus celos, pero no me lo permitió, pasó a un lado de mi, enfadado.

Sirius BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora