𝙿𝚒𝚎𝚕

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¡Advertencia! Contenido explícito🔥 ⚠Continúa bajo tu responsabilidad⚠

No es un secreto que Sirius estaba loco por ti, que amaba tu forma de ser, tu sentido del humor, tus besos, la manera en que caminabas, lo atractiva que te veías siempre, así que era algo normal que sus hormonas lo dominaran algunas veces, como aquel día en que antes de la clase de Historia de la Magia, tuvieron un encuentro furtivo en un armario para escobas, tu responsabilidad había terminado con el momento, dejándolos con ganas de algo más y no era capaz de concentrarse en las palabras del profesor, ni dejar de recorrer tu cuerpo con la mirada...necesitaba sentirte.

La ventaja de tener un profesor fantasma como Cuthbert Binns, era que se dedicaba exclusivamente a la lección del día y no se entera de nada más. Aprovechando esto, el chico comenzó a enviarte notas, pensando que sería más fácil lidiar con tu rechazo si no te escuchaba.

Un pedazo de pergamino cayó en tu pupitre, despejándote de tu aburrimiento.-"Era más entretenido el armario ¿No crees?".-

-"Justo estaba pensando en eso ¿Lees mentes?" - Mientras escribías la respuesta, mordiste tu labio, para contener la risa que te causaba saber que pensaban en lo mismo. Aquellas notas iban y venían.

-"No hagas eso de nuevo, te ves jodidamente sexy y estoy tratando de controlarme"-

-"¿Puedes esta noche?"-

-"¿No puede ser ya? Creo conozco un lugar donde no nos interrumpirán"-

- "¿No puedes esperar?" -

-"No quiero esperar"-

-"Es la última clase, son sólo unos minutos más" - Giraste el rostro para encontrarte con una mirada llena de lujuria, señalando su entrepierna, donde una erección empezaba a ser visible. Bastaron eso simples gestos para que desearas que el tiempo corriera y estar entre sus brazos. En cuanto el horario de clases terminó, trataste de salir detrás de Sirius, pero Lou quería que la acompañaras a estudiar a la biblioteca.

- Lou, no puedo, quedé de salir con Sirius.-

- Puedes verlo más tarde.-

- Yo he estudiado toda la semana, quiero estar con él.-

- Vamos, sólo una hora.- Tu amiga no cedía y no querías llegar a contestar de mala gana, pero estabas perdiendo la paciencia.

- Hola, tu debes ser Lou.- Una voz detrás de ti, llegó en tu auxilio y un brazo pasó sobre tus hombros.

- Y tu Sirius Black.- Él asintió sonriente, en cambio, Lou, no estaba tan divertida.

- Preciosa, te estoy esperando ¿Vas a tardar?.- Negaste riendo, era cómico verlos peleando por ti. - Estaré en el pasillo. Fue un placer conocerte Lou.- Se despidió y salió del aula, lo seguiste con la mirada, era muy atractivo y disfrutabas verlo, en esos momentos más que nunca.

- Bien, ya entendí, corre o la lujuria se apoderará también de mi.- Te sonrojaste y trataste de fingir confusión.

- ¿Qué dices?-

- No soy tonta, se comen con la mirada- Rio al fin, la imitaste y la abrazaste rápidamente para dirigirte a la puerta.- Oye, usa protección.- Advirtió seria, a veces podía actuar como tu madre, pero no querías perder el buen ánimo.

- Tranquila, lo haremos.- Te despediste con la mano y saliste dejándola sola, encontrarte con un pasillo desierto, buscaste a Sirius en todas direcciones, pero no podías verlo. Caminabas hacia el gran comedor, doblaste en una esquina y lo encontraste ahí, recargado en la pared, fumando un cigarrillo, la vista era bastante agradable, además que tu deseo por él, estaba superándote.- No deberías estar haciendo eso.-

Sirius BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora