Sirius Black

𝙰𝚕 𝙰𝚒𝚛𝚎

Pov. Sirius Black.

Estar en casa, me hace olvidar todo lo terrible que pasa al cruzar la puerta, sobre todo ahora que aquí, está lleno de ilusión. Después de que el embarazo nos tomó por sorpresa, logramos encontrar la manera de disfrutar este momento y trato de memorizar cada segundo que estoy a su lado.

Por desgracia, cada vez me es menos posible estar todo lo que quisiera disfrutando de mi familia, las misiones llevan más tiempo, las batallas aumentan su peligro y ahora, sospecho que alguien puede traicionarnos.

Peter, está involucrado en lo que creo un gran plan. Dumbledore, nos dijo que James y su familia corrían peligro, lo mejor era que se ocultaran utilizando el hechizo Fidelio, que reforzaría su seguridad. Necesitaba a una persona que funcionara como el guardián del secreto, el mismo profesor se ofreció, pero James decidió confiar en mí, porque obviamente, jamás lo traicionaría, sin embargo, me creí lo bastante inteligente y propuse que utilizáramos a alguien de quién nadie sospechara, propuse a Colagusano.

Su actitud, ha cambiado más de lo que consideraría normal, es más paranóico que antes y cada que hablamos con él, actúa como si nos temiera. Remus, dice que sólo son ideas mías, que no debo preocuparme, pero este presentimiento, no me deja creer en sus palabras. A veces, en mis días libres voy a espiarlo y aunque hasta ahora no encuentro nada sospechoso, sé que algo está mal.

Hoy iré temprano, pero antes quiero estar unos minutos más en la cama, disfrutando de lo más increíble de mi vida. Con muchísima delicadeza acaricio el abdomen de _______, ella está dormida y sé que odia las cosquillas. Pasó varios meses con náuseas terribles, se sentía muy mal y yo, no podía estar a su lado tanto como necesitaba. Aunque ella dice que lo entiende, porque la orden me necesita, puedo notar que se siente mejor cuando estoy en casa.

- Sí, este pequeño alien, es tuyo.- Dice de pronto, sacándome de mis pensamientos.

- Sólo estaba viendo lo mucho que ha crecido.- Le respondo riendo, sin embargo ella se levanta y va al baño. - ¿Te sientes bien?.- No responde.

- ¿Vas a salir?.- Abre la puerta después de unos minutos, más despierta y con el cepillo de dental en la mano.

- Si tienes algún malestar, no. No quiero dejarte sola.- Me levantó también y la sigo, recargandome en el marco de la puerta.

- ¿Misión?.- Pregunta, parándose frente al lavamanos.

- No, pero es algo importante.-

- Ya parece más embarazo y menos inflamación ¿Verdad?.- Se pone de perfil, ladeando su cabeza, analizando que tanto ha cambiado su cuerpo.

- Si y te ves preciosa.-

- Siempre me veo preciosa.- Dice arrogante, algo muy parecido a mí y comienza a lavar sus dientes.

- Pensé que yo tenía el ego más grande de esta casa.-

- ¿Qué pasa? Dime la verdad.- Observa mi reflejo en el espejo, con la boca llena de espuma.

- Tranquila, todo está bien....-

- ¿Tardarás?.-

- No.- Se toma el tiempo necesario y cuando devuelve todo a su lugar, gira para verme a los ojos.

- Te conozco, sé que algo te preocupa y no me quieres decir.-

- Es que no puedo, lo prometí.- Admito, con ella es más fácil decir la verdad.

- Cuídate ¿Si? He escuchado las cosas horribles que están pasando.-

- ¿Quién te dijo? ¿Tienes algún informante?.- Me preocupo, he tratado de no traer malas noticias a casa.