𝙿𝚛𝚒𝚘𝚛𝚒𝚍𝚊𝚍𝚎𝚜

600 36 11
                                    

Cariño.,

Debo volver, están ocurriendo cosas de las que debo ocuparme. Estaré bien, no te preocupes.

Trataré de escribirte lo más pronto posible, o si puedo, te visitaré.

Cómo siempre, te amo.

Sirius

Pasaron varios meses y Sirius escribía muy poco. De pronto, envía una carta diciendo que regresará. Me sentía extraña, porque en vez de alegrarme por la noticia, me preocupaba, definitivamente no era una buena señal.

- ¿Que opinas Rem?.- Pregunté cuando terminó de leer.

- No lo sé, debe ser algo muy importante para que se obligue a volver.- Respondió casi tan preocupado como yo.

- Pienso lo mismo. Estaba muy bien, dónde sea que se encontraba, ¿Que pasará?.-

- Si me entero de algo importante, te lo haré saber.-

- Gracias, de verdad necesito estar segura de que estará a salvo.-

- Sabes mejor que yo, que podrá arreglárselas. No te preocupes tanto.- Dijo un tanto divertido y bebió un poco de agua.

- Si, pero también sabemos lo imprudente que puede ser.-

Los días siguientes, traté de investigar en el Ministerio en mis horas de trabajo, alguien allí debía tener información suya. Me acerqué a la oficina de aurores, pero no estaban muy ocupados en su caso, pues se enfocaban en el terrible incidente ocurrido en el mundial de Quidditch.

Todos estábamos enterados de la extraña aparición de Mortífagos en un evento tan importante. Principalmente, porque eso no ocurría desde la desaparición de Lord Voldemort y amenazaba la tranquilidad en que vivíamos. Aunque era una espantosa noticia, no me pareció suficiente razón para que Sirius volviera al país.

Admito que mi mente estaba totalmente concentrada en Sirius y eso me vuelve idiota, tanto que no pude darme cuenta de lo que el regreso del Mago Tenebroso significaba, Harry estaba en peligro. Por fin entendí el porqué de su decisión, Black es así, da todo por sus seres queridos y su ahijado, significa demasiado para él.

Algunas noches después, una lechuza llegó a casa y creí que era Sirius. Me equivoqué, Hiram era el remitente, estaba emocionada, Harry Potter había sido elegido para representar al colegio en el Torneo de los Tres Magos, algo sumamente arriesgado y no entendía como Dumbledore, había permitido su participación.

Cómo no podía intervenir en aquellas decisiones, tuve que conformarme con leer los estúpidos reportajes de Rita Skeeter en El Profeta. Odié la manera en que pretendían desprestigiar a Harry, pero al menos, tenía noticias suyas. Por medio de Hiram, sabía que lo trataban mal, tanto que peleó con una chica de Slytherin para defenderlo.

Cuando leí lo ocurrido en la primer y segunda prueba, no pude dejar de pensar en mi amiga, lo orgullosa e histérica que estaría y lo injusto que era el hecho de no ver crecer a su hijo. La extraño tanto, casi cómo Sirius a James, por eso entiendo lo comprometido que está con la protección del pequeño Potter.

El tiempo avanzó y pronto llegaron las vacaciones navideñas, e Hiram, no volvió a casa. Un chico la había invitado al baile organizado por el Torneo y no podía negarse, le envié algunos vestidos esperando que luciera hermosa y perfecta como quería. Junto a su nota de agradecimiento, llegó un cárabo con un pergamino atado.

Ya estoy en el país, en Hogsmade para ser exactos. ¿Podrás venir? Espero que tu respuesta sea sí.

Por favor, responde inmediatamente y dime qué día podrás.

Sirius BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora