The Auction (Traducción)

Chapter 18

Ginny. 

Hermione se quedó mirando el pedazo de papel que tenía entre las yemas de los dedos.  Sus estanterías se estremecieron cuando un pesado tomo empujó hacia adelante, abriéndose a destellos de cabello escarlata y ojos traviesos.  Ginny estaba viva y esperando su ayuda.

¿Cómo lo mato?  - GW

Su letra.  Sus palabras.  Su fuego.  Hermione cerró los ojos con fuerza.  O la chica rubia fresa conocía a Ginny, o alguien con acceso a ambas chicas había servido de intermediario.  Ella tomó una respiración temblorosa, aquietando sus estantes temblorosos.  La nota no parecía una artimaña.  La poción multijugos no permitiría a nadie replicar la letra de Ginny, y la nota encajaba con sus teorías sobre Cho y Charlotte. 

Las chicas se rebelaban silenciosamente contra la Gran Orden, usando notas en las fiestas de Lot para comunicarse.  Pero Ginny había estado encerrada durante más de un mes. 

Un peso cayó en el estómago de Hermione.  ¿Cuánto tiempo había estado esperando Ginny su respuesta?  ¿Semanas?  ¿O había otros métodos de comunicación que ella no conocía?  Hermione examinó el papel una y otra vez, buscando algo más importante, y luego lo arrojó al fuego.  Observó el pergamino crujir y rizarse.

¿Cómo lo mato?

Ginny Weasley tenía acceso directo a Voldemort.  "La mascota del Señor Oscuro", la había llamado Cirillo.  Estaba lo suficientemente cerca como para creer que podía matarlo.

Hermione se paseaba por su habitación, pensando en cómo responder.  El problema era que matar a Voldemort no era ni la mitad de la batalla. 

Nagini. 

Nagini tenía que ser la primera.  Si Voldemort muriera antes que Nagini, no sería lo suficientemente bueno.  La noche en que la Maldición Asesina se recuperó, cuando intentó matar a Harry por primera vez, no había muerto porque sus Horrocruxes lo mantuvieran vivo.  Como Horrocrux final, la serpiente tenía que ir primero.  Y solo había tres formas de matarla.  Fiendfyre, veneno de basilisco o la Espada de Gryffindor. 

Solo había dos personas vivas que sabían sobre la serpiente: ella y Ron.  Ginny podría ser la tercera.  Dumbledore había permitido que tres personas lo supieran después de su muerte.  ¿Cuánto tiempo había estado aferrándose la chica rubia fresa a la nota de Ginny, esperando su momento con Hermione?  Hermione dejó de caminar, apoyándose en el manto de la chimenea.  ¿Quién era ella?  ¿Quién era la rubia fresa?  No la reconoció, pero eso no era necesariamente un motivo de preocupación. 

Se habían tomado muchos de varios países de Europa, algunos incluso eran muggles.  Y al ser suprimida la magia y bajo la vigilancia de los Carrows, era extremadamente improbable que alguna de las chicas tuviera acceso a un suministro de poción multijugos. 

Volvió a pensar en Charlotte.  Cho.  Las chicas tomando las manos debajo de la mesa con un vaso en las rodillas.  Había un sistema en marcha: una red.  Y la rubia fresa era solo un engranaje en la máquina.

Si iban a sobrevivir a esto juntos, Hermione tendría que confiar en ella.  Corrió hacia los cajones de su escritorio, sacando pergamino de repuesto.  Rompió piezas y probó su tamaño debajo del cuello hasta que tuvo una pila con la que trabajar.  Después de algunos intentos, con una punta de pluma afilada, descubrió cómo conseguir el máximo número de palabras en el bloc de notas.  Pero mientras miraba su letra pequeña secándose en el pergamino con palabras concisas, se dio cuenta de las implicaciones de sus palabras. 

Fiendfyre, veneno de basilisco, Espada de Gryffindor.  Nagini primero. 

Si las atrapaban ... ella estaba entregando las llaves de todo.  Ni siquiera Dumbledore lo había escrito.