The Auction (Traducción)

Chapter 27

Los días se hicieron más cortos y fríos. Había un escalofrío en la mansión cada vez que Hermione se quedaba sola en ella: su chimenea nunca funcionaba al máximo de su potencial, el agua de los grifos nunca calentaba sus huesos. No se había sentido tan incómoda en la Mansión desde que llegó.

Narcissa había regresado solo unas horas después de que los tres se fueran. Había llegado a la puerta de Hermione con Mippy, el té y el café y una sonrisa forzada.

-Está establecido en Zúrich. Los franceses tomaron Ginebra con la ayuda de los rebeldes suizos, así que por ahora está a salvo.-Pero su taza de té había sonado en la última palabra. Y rápidamente cambió de tema.

Una semana después de su partida, el Profeta informó que habían enviado a Lucius a los Países Bajos para comenzar las negociaciones. Dos días después, el ministro holandés juró lealtad al Señor Oscuro, y al día siguiente, Lucius fue visto nuevamente en Suiza, inspeccionando una nueva instalación militar en Lausana.

Hermione desayunaba con Narcissa en el comedor todas las mañanas. Las dos encontraron lentamente un equilibrio entre leer el periódico conteniendo la respiración y discutir sobre libros y el clima entre pausas forzadas.

Dos semanas después de que ella se despidiera de él, el rostro de Draco apareció en El Profeta. Se quedó en silencio junto a Bellatrix mientras ambos veían al nuevo ministro suizo dirigirse a su gobierno. El viejo ministro se había unido a los rebeldes en Ginebra - "abandonando a su gente" como lo había planteado Skeeter - y el nuevo títere de Voldemort fue traído para la transición del Ministerio.

Draco estaba pálido y delgado, su expresión completamente Ocluida mientras asentía una vez a algo. Dijo el ministro. Bellatrix parecía aburrida. Hermione se había excusado de la mesa y pasó la siguiente hora en su habitación llorando.

A finales de noviembre, los franceses atacaron Basilea. Skeeter informó que los ejércitos del Señor Oscuro habían logrado sofocar el ataque de los rebeldes franceses y suizos con la ayuda de aliados alemanes, dejando al menos trescientos muertos. La imagen en la portada del Profeta era de Draco, con la punta de la varita humeando, mientras miraba los restos en llamas del Basler Münster.

El pie de foto decía: General Draco Malfoy victorioso en Basilea.

Narcissa no se reunió con ella para desayunar esa mañana, y envió una excusa con los elfos. Y Hermione se alegró de no tener que pinchar sus huevos y fingir comer. Leyó el periódico cinco veces, buscando más mención de él, pero todo lo que encontró fue la imagen de sus ojos acerados volviéndose hacia las cenizas.

Ella lo extrañaba. El sentimiento era demasiado visceral para ignorarlo. Por la noche, daba vueltas al recuerdo de su última pelea, como si analizar cada detalle lo hiciera menos doloroso. Ella todavía no tenía idea de cómo "decidir lo que quería", o incluso lo que él quería decir. Pero hizo que se le encogiera el pecho al pensar en el millón de cosas que quería decirle a lo largo del día, pero no podía.

Varias veces a la semana, deambulaba por el pasillo entre sus habitaciones e imaginaba que podría encontrarlo retorcido entre las sábanas, durmiendo profundamente con el cabello ladeado. Ella examinaría sus baratijas, hojearía sus estanterías y presionaría su cara contra sus suéteres y camisas.

Algunos días miraba el cajón que contenía el cuchillo y el traslador y se preguntaba. Pero luego la cerraba de golpe.

Incluso si se cortaba el brazo y escapaba, todavía no tenía idea de cómo encontrar a George y los demás. Los ladrones y los mortífagos deambulaban por el país, y si la atrapaban, los Malfoy ciertamente serían torturados y asesinados, si no lo habían sido ya. No podía irse sin decir adiós. Quizá no lo vuelva a ver nunca más ... No. Ella había decidido quedarse. La Orden la necesitaba aquí. Incluso Theo había dicho que ella era la única que podía romper los tatuajes. Nadie más tenía el mismo acceso que ella; la biblioteca más amplia de Gran Bretaña y todos los planos de sus hechizos estaban al alcance de su mano. Ella se quedaría, a pesar de que Draco había dejado las llaves de su jaula. Se quedaría para poder liberar a Ginny, Ron y los demás de los suyos.