The Auction (Traducción)

Chapter 30

Un jadeo agudo la despertó.  Sus ojos se abrieron en una habitación completamente oscura. 

Su cama no le resultaba familiar y había una persona a su lado, moviéndose.  Hermione se incorporó de un tirón, girando para encontrar la piel pálida de Draco a la luz de la luna.  Saltó de la cama y volvió a ponerse los pantalones. 

-Vuelve a dormir, Granger.

Draco.  Draco vistiéndose. 

Porque había estado desnudo junto a ella, en su cama.  Porque...Un destello de luz se disparó hacia la lámpara en su mesita de noche.  Parpadeando ante la llama baja, Hermione se volvió para encontrarlo atando sus botas. 

-¿Qué pasa?

-Mi Marca está ardiendo. El Señor Oscuro acaba de llegar a Edimburgo

Su corazón comenzó a latir con fuerza en sus oídos.-¿No estaba allí cuando te fuiste?

-No. Él y mi tía estaban en un evento en Suiza.-Se puso de pie y se abrochó el cinturón.  -Yaxley insistió en que limpiemos el desorden antes de llamarlo

Los ojos de Hermione buscaron el reloj.  Casi cinco.  Solo habían estado durmiendo durante tal vez media hora. 

Su garganta se apretó por el pánico.  De repente recordó que estaba desnuda, con las sábanas amontonadas alrededor de sus caderas.  Los agarró y se los puso debajo de los brazos, pero apenas pareció importar.  Draco no la estaba mirando.  Sacó una camisa limpia de su armario y mágicamente hizo que los botones se cerraran mientras alcanzaba su capa. 

-Duerme.-dijo en voz baja. 

Él ya estaba junto a la chimenea y buscaba el polvo cuando ella empezó a levantarse de la cama. 

-Draco

Él tiró de su mano hacia atrás como si se quemara, girándose para enfrentarla.-Ve a tu cuarto.

Su voz era baja y fría, nada que ver con los gemidos o susurros de hace apenas una hora.  Ella inhaló bruscamente

-No sé en lo que me estoy metiendo.-dijo.-Tu habitación es más segura

Y luego movió su varita, cerrando su Flu.  Giró sobre sus talones y se dirigió rápidamente a su puerta.  Apretó las sábanas contra ella mientras lo veía irse, con el corazón alojado en la garganta.  Abrió la puerta y se detuvo, girando la cabeza por encima del hombro. 

-Así no es como quería despertarme contigo. Intentaré regresar de inmediato y tal vez podamos...

Se interrumpió, apretó la mandíbula y sus ojos parpadearon como piedra.  Hermione lo vio cerrarse, rodando los hombros y presionando los labios.  Quería correr hacia él.  Para abrazarlo y rogarle que no se fuera.  Pero tuvo que volver.  Y tendría que esperar, contando los minutos hasta que él llegara a casa. 

-Ve a tu habitación.-repitió.-Por favor.

Y con un chasquido de su túnica y el clic de la puerta, se fue.  Hermione miró fijamente la puerta durante cinco segundos antes de deslizarse de las sábanas y buscar su ropa.  Se puso la ropa interior, agarró sus zapatos y se subió el vestido.  Se arrastró por el pasillo entre sus habitaciones, y tan pronto como pasó, arrojó su vestido a la chimenea vacía para que se quemara.  Cuando se dio la vuelta para enfrentarse a su propia cama nuevamente, la noche anterior se estrelló contra ella.

-Se siente bien?

Las cicatrices talladas en su pecho, pintando una constelación en su piel.

La forma en que sus ojos se cerraron cuando ella envolvió su mano alrededor de él.

-Un día, te besaré aquí hasta que tus piernas tiemblen