Capítulo 14

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Hoseok suspiró mientras miraba la cima que debía subir para ir al pueblo. Se giró para ver a la cabaña y Jungkook le dijo adiós con un gesto de su mano y una media sonrisa. Bufó sintiéndose un poco amargado porque en si no se sentía perfectamente bien. Se sentía enfermo por el ICE Heart, pero el dios del hielo le prometió que estaría bien.

Volvió a respirar profundo y comenzó a caminar con algo de dificultad en la nieve, en su mente repetía "izquierda, derecha" para darse ánimos a seguir caminando. Hasta que finalmente llegó a la cima. Se giró de nuevo para ver a la cabaña y otra vez encontró a Jungkook aún observándolo desde la entrada. Éste volvió a decirle adiós con la mano y Hoseok con un leve jadeo levantó su mano y se despidió de él.

Era un sentimiento extraño, Hoseok lo pensaba mientras bajaba la cima con dirección al pueblo. El odiaba a Jungkook, podría decir que lo odiaba con locura, pero era el mismo Jungkook el único que lo mantenía vivo a la vez y él no lo entendía. ¿Por qué tomarse la molestia con un simple humano?

Llegó a paso lento hasta el local donde aquella señora lo había atendido hace algunos días. Entró y la misma mujer lo recibió con una sonrisa.

─ Oh, aún sigues aquí. ─ Le dijo ella observando mientras Hoseok caminaba a una mesa y tomaba asiento. ─ ¿Qué te preparo?

─ Café. ─ Dijo el pelinaranja. ─ Caliente. ─ Continuó, sonando un poco más desesperado de lo que quisiera.

─ ¿De comer? ─ Preguntó ella.

Hoseok pidió un desayuno, expresando que fuera éste el más fácil y rápido de preparar pues tenía hambre. La señora se fue con una sonrisa en los labios y Hoseok no pudo hacer más que mirar por una ventana.

El pueblo era pequeño, con bastante espacio entre las diferentes casas y locales. En medio había un pequeño y vacío parque. Hoseok se preguntó si realmente podría encontrar trabajo en un lugar como ese.

─ ¿Disculpa? ─ Hoseok giró el rostro para ver a la mujer. ─ Se me acabó el café pero podría hacerte chocolate caliente.

El pelinaranja asintió con una sonrisa y cuando la mujer salió de su vista llevó su mano a su pecho. Dejándola sobre su corazón. Era una sensación helada tan extraña, tan antinatural. Hoseok estaba abrigado y aún así sentía frío. Mordió su labio inferior repitiendose que Jungkook le prometió que estaría bien y esperó pacientemente a que la mujer le trajera el desayuno.

Ella le colocó el plato lleno de comida y la taza con chocolate sobre la mesa y le mostró una sonrisa.

─ ¿Me ayuda con algo? ─ Preguntó Hoseok. ─ ¿Sabe si alguien en el pueblo ofrece trabajo?

La mujer observó a Hoseok y éste se sintió bastante nervioso.

─ Eres un niño de ciudad, ¿No es así? ─ Preguntó ella.

Hoseok sintió sus mejillas sonrojarse.

─ Lamentablemente lo soy, y no soy demasiado fuerte. ─ Confesó considerando su enfermedad.

La mayor suspiró y se adentró al local. Hoseok se quedó algo confundido por la repentina despedida, aprovechó para tomar un largo trago de chocolate caliente. Estaba tan caliente que Hoseok sintió su lengua entumecerse y su garganta cerrarse, pero cuando el calor atravesó su esofago sintió un poco de alivio.

La mujer volvió, contrario a lo que Hoseok pensaba y le extendió al menor una pala.

─ El único trabajo que encontrarás es limpiando nieve. ─ Le dijo ella mientras Hoseok extendía su mano y tomaba la pala. ─ No suelen darle trabajo a extranjeros, además, la mayoría de personas en éste pueblo son mayores y no tienen fuerza para quitar la nieve de sus jardines. Los hijos se han ido del pueblo o salen a trabajar al campo muy temprano, por lo que tú puedes ir de puerta en puerta ofreciendo limpiar la nieve.

La mujer observó las delicadas manos del chico.

─ G-Gracias. ─ Le dijo Hoseok aún algo impresionado por lo que la mujer le decía.

─ Puedes usar mi pala, siempre y cuando comiences todas las mañanas limpiando el frente de mi local. ─ Hoseok tragó saliva.

La mujer sonrió y regresó al interior del local. Hoseok se apresuró a terminar de comer y luego salió a observar el frente del local. Había nevado durante la noche porque realmente estaba completamente cubierto de nieve.

Volvió a tragar saliva y observó al interior del local, la mujer le hizo un gesto, animándolo a comenzar. Hoseok enterró la pala en la nieve y luego la levantó sintiendo el peso de la nieve. La comenzó a amontonar a un lado del local y para cuando terminó sus manos estaban llenas de chimones y bastante rojizas. La mujer salió a ver su patio limpio y palmeó la espalda de Hoseok en aprobación.

─ Ahora ve a esa casa. ─ Le señaló.

Hoseok miró la casa con confusión.

─ Solamente toca la puerta y cuando alguien salga, ofrece limpiar el patio a cambio de dinero. ─ El pelinaranja asintió y se dirigió a la casa.

Respiró profundo al estar enfrente de ésta. Tocó la puerta y esperó. Una señora muy mayor abrió la puerta y lo observó con sorpresa y curiosidad. Hoseok sintió sus mejillas sonrojarse y le mostró la pala a la mujer.

─ ¿Puedo limpiar su patio a cambio de dinero? ─ Preguntó. La mujer sonrió y asintió. Hoseok le devolvió la sonrisa con algo de esperanza y se dirigió al patio para comenzar a limpiar.

Las horas comenzaron a pasar y Hoseok llevaba tres casas a penas para el medio día. Sus manos ardían demasiado por el peso de la nieve y la madera de la pala. También jadeaba suavemente por el cansancio del trabajo. Observó la nieve que había terminado de apilar y soltó la pala.

Cerró sus ojos con fuerza mientras metía sus lastimadas manos a la nieve, esperando que el frío aliviara un poco el dolor. Y era bastante irónico para Hoseok, buscar que el frío aliviara cierto dolor cuando era el mismo frío el que causaba su dolor.

Abrió sus ojos y miró la nieve con expresión de dolor. Sacó las manos de la nieve sintiéndolas algo entumecidas y caminó a la siguiente casa. Si continuaba así, no lograría limpiar suficientes casas para recaudar suficiente dinero.

Caminó a la siguiente casa, donde un hombre mayor le indicó que mejor limpiara el patio trasero de la casa, el que daba al bosque. Hoseok asintió y rodeó la casa. Metió la pala a la nieve y la levantó con demasiada dificultad. En ese momento algunas lágrimas cayeron por sus mejillas, porque él era un estudiante universitario que esperaba en algún momento poder graduarse y ser un profesional. No esperaba tener que vivir limpiando patios por el resto de su vida en un pueblo cuyo nombre ahora ya ni siquiera recordaba.

Las lágrimas comenzaron a caer y él las limpió con el dorso de sus manos pues sus palmas estaban lastimadas. Respiró con fuerza y volvió a tomar la pala, la enterró en la nieve pero al levantarla ésta no pesó igual. Hoseok observó la nieve con confusión, de repente la nieve se miraba fina, no tan gruesa, le resultó sencillo volver a enterrar la pala.

Se detuvo y tomó algo de nieve con su mano y la dejó caer como fina arena congelada. Levantó su rostro mirando hacia el bosque y observó sus brillantes ojos azules. Hoseok miró a Jungkook con enojo y giró la cabeza con fuerza y molestia. Enterró de nuevo la pala y levantó la liviana nieve, no pudo evitar llorar. Terminó rápido y fue por su dinero. Cuando volteó a ver el bosque de nuevo no pudo ver a Jungkook.

Extrañamente sí pudo encontrar al chico árbol y éste lo saludó desde lejos mientras le señalaba un árbol. Hoseok lo saludó de regreso con la mano sintiéndose algo extraño. Caminó a la siguiente casa y, cuando pudo comenzar a trabajar, enterró la pala con algo de temor. Sin embargo la nieve era fina también. Hoseok levantó la cabeza y observó las demás casas preguntándose si Jungkook habría hecho ésto con la nieve de todo el pueblo. Sus mejillas se sonrojaron al pensarlo.

No sabía el motivo, pero se sentía bien saber que lo había hecho por él. 

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ICE Heart [Disponible En Físico] | JungHope | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora