Capítulo. 54.

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El resplandor que se colaba por mi ventana me anunciaba que el amanecer estaba próximo, de seguro eran las seis de la mañana, me había despertado sobresaltada por otra de esas pesadillas que suelo tener desde lo sucedido, se habían quedado como un pequeño trauma causado por aquellas emociones fuertes. Me tallé los ojos con mis manos y me giré hasta quedar frente al rostro más hermoso que había visto en mi vida, ver a Jungkook dormir era como si estuviera observando a los mismos ángeles, su respiración pausada marcaba un ritmo constante en su ancha espalda y sus largas pestañas pegadas a las mejillas lo hacían lucir realmente perfecto.

− Quisiera que nuestro bebé fuera niña, y se pareciera a ti − susurré apartando un mechón de pelo que le caía por su frente, llevándolo hacia un costado.

Sonreí al ver la mueca que hacía arrugando su nariz... Dios ¿cómo un hombre puede ser tan tierno y sexy a la misma vez?... Los deseos de besar el puchero que se formaba en sus carnosos labios me consumió por completo, haciéndome llevar mi rostro hacia el de él para dejarle un suave beso sobre ellos, sintiendo como una pequeña sonrisa se hacía presente en su boca.

− Buenos días − murmuró con la voz ronca pero aterciopelada.

− Buenos días − sonreí viendo como abría poco a poco sus hermosos ojos almendrados.

− Despertaste temprano.

− Se me quitó el sueño cuando te vi a mi lado − me acerqué hasta su pecho apegándome a él como si mi vida dependiera de ello.

− Quizás podríamos darle un uso adecuado a tu desvelo − arqueó la comisura de su labio derecho en una media sonrisa de complicidad.

− ¿Y cuál uso sería ese? − subí mi rostro hasta quedar frente a frente al de él.

− Créeme, uno muy bueno − de un tirón me acostó sobre el colchón quedando sobre mí, abriendo mis muslos con su rodilla para acomodarse entre mis piernas, rozando su erección matutina en mi entrada... La ventaja... Ninguno de los dos llevaba ropa interior − Ayer fue tu turno, hoy me toca a mí.

Después de la sección mañanera... Que sin dudas era una de las mejores...me metí al baño para tomar una ducha, mi llegada a la clínica era a las ocho, por lo que me daba tiempo de tomar el desayuno con calma, y me alegraba por eso, si no mi madre me aturdiría el día entero con sus palabras de que debería alimentarme bien y dejar de ser tan despreocupada. En el fondo sabía que tenía razón, pero odiaba que me lo repitiera todo el maldito día.

Llegué hasta el comedor topándome con mis padres sentados al rededor de la mesa, esperando porque Lucí trajera el desayuno, me acerqué a los dos dejando un beso en sus mejillas para dirigirme hasta mi silla, Jungkook aún no había bajado, por lo que deduje estaría dándose una ducha... Se demoraba una hora en hacerlo.

− Ayer me quedé esperando por ti − la voz de mi padre robó por completo mi atención − ¿Jungkook no te dijo que pasaras por mi despacho?

− Si me dijo, pero llegué exhausta.− la sonrisa de mi madre al escucharme decir aquello no paso de ser percibida por mí. − ¿Sucedió algo?

− La verdad quería tocar el tema de tu boda...

− Papá − lo interrumpí − Eso es un asunto que solo nos concierne a Jungkook y a mí.

− Pero lo más sano es que se casen ya.

− Lo haremos cuando estemos preparados para eso − la verdad estaba loca por pararme frente a un altar vestida completamente de blanco y jurarle mi amor al hombre de mi vida... Pero Jungkook nunca había tocado el tema, y por lo que veo, no sería por ahora.

Empire | J.Jungkook.✔(𝘍𝘪𝘯𝘢𝘭𝘪𝘻𝘢𝘥𝘢)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora