Jungkook:
La vida a veces te juega malas pasadas. Te prometes a ti mismo, nunca más volver a dejar que alguien te lastime, levantas una coraza para protegerte y cuando menos te lo esperas aparece esa persona para cambiar tu mundo y volverlo de cabeza... Y tú solo estás ahí... En una esquina... viendo como todo lo que habías construido se desmorona con una simple sonrisa.
Me había quedado parado en el mismo lugar, perdido en mis pensamientos, Elizabeth había salido huyendo y yo solo la dejé escapar. Sabía que sentía lo mismo que yo, lo podía observar en sus hermosos ojos azules, pero se negaba a aceptarlo. Me consumía el deseo de tenerla en mis brazos, besarla y cuidarla, ¿pero cómo hacerlo si no me dejaba llegar a ella?. Anoche en el club pude comprobar que es algo mucho más fuerte de lo que pensaba, al tenerla conmigo, besar sus suaves labios, sentirla debajo de mí gimiendo con cada caricia que le propiciaba, llenaba mi corazón de una felicidad inigualable, había confirmado todas mis sospechas... Estaba perdidamente enamorado de esa mujer... No quería soltar su mano, no quería separarme de ella nunca más, pero la vida nunca es justa y tuve que dejarla ir.
Estaba mirando un punto muerto en la blanca cocina cuando una voz me sacó de mis pensamientos.
− Jungkook... ¿Qué haces aquí? − preguntó Taehyung con una mueca de extrañez en su rostro.− y ¿dónde está Elizabeth?.
− Se fue con Alex − Espeté molesto, solo de mencionar ese nombre me hervía la sangre.
− ¿Se fue con Alex?...¿cómo que se fue...?
− Me voy a mi cuarto, nos vemos mañana − había interrumpido a Tae, no quería seguir escuchando ese nombre y tampoco quería que me cuestionara. Salí de la cocina a paso rápido y subí las escaleras en dirección a mi habitación.
− ¡Yah!, Jeon Jungkook ¿cómo te atreves a dejarme hablando solo?... Soy mayor que tú, me debes respeto.
Solo escuchaba a mi amigo gritarme al dejarlo con la palabra en la boca, pero ya nada me importaba solo quería acostarme y esperar que el día terminara.
No supe en qué momento me dormí, la noche entera me la pasé pensando en aquella chica que desequilibraba mi vida. La alarma de mi teléfono comenzó a sonar y me levanté, hoy era un nuevo día y quería empezarlo bien. Me di una ducha tibia para destensarme un poco, me puse mi traje y emprendí camino hacia mi trabajo.La jornada estaba pasando tranquila, había tenido una reunión del personal para informar algunos cambios en la empresa y después me reuní con Lía en mi oficina para continuar con el trabajo que había quedado pendiente.
− Por fin terminamos esta parte, estoy exhausta...¿tú no?− Lía se había recostado al espaldar de la silla donde estaba sentada y estiró los brazos en modo de relajamiento.
− La verdad es que sí.... El señor Brown suele sé muy exigente − comenté guardando algunos papeles que quedaban afuera para así poder marcharnos a casa.
− La verdad es que sí...− hizo una pausa y me miró a los ojos − Tengo una idea.
Dijo poniéndose de pie y acercándose al escritorio.
− ¿Por qué no vamos para mi casa y bebemos algo escuchando un poco de música?... Recuerda que me lo debes...y más ahora que te descubrí infraganti en un club nocturno, cuando me dijiste que estabas cansado − hizo un puchero con sus labios − Por favoorr Kookie sii...
Se me hizo un nudo en la garganta al oírla decir... Kookie... Solo pensé en Elizabeth, ella y mi madre eran las únicas que me habían llamado así. De repente mi pecho comenzó a doler y un cosquilleo apareció en mis lagrimales...¿qué me estaba pasando?...de pronto recordé todo lo acontecido el día anterior. Ella no quería hablar conmigo acerca de aquellos sentimientos que estaba seguro teníamos en común...¿Qué se supone que deba hacer?, dejarla o insistir... Miré a aquella chica que tenía de frente y le sonreí algo forzado.
− Está bien...me parece genial la idea, deja y termino de organizar estos papales y nos vamos.
No sabía si estaba bien o no, solo quería despejar un poco de todo lo que me estaba atormentando la cabeza en ese momento, en este caso, un nombre... Elizabeth.
Llegamos a la casa de Lía y al entrar mis ojos se abrieron al ver lo grande que era. Estaba muy bien decorada y tenía unas aplicaciones incrustadas en la pared que se llevaron mi total atención.
− ¿Te gusta? − preguntó detrás de mí haciéndome sobresaltar.
− Son muy hermosas...
− Fueron un regalo de mis abuelos antes de mudarse para Londres... Tienen muy buen gusto. − se paró a mi lado observando el mismo cuadro que estaba viendo − Ven − me cogió de la mano y me llevó a una sala de lo más espaciosa.
− Tu casa sí que es grande − comenté aún anonadado por todo lo que me rodeaba.
− Lo sé, suelo sentirme un poco sola aquí... Pero a medida que pasa el tiempo te acostumbras. Aunque no te niego que me encantaría tener un acompañante. − se sonrió algo pícara en mi dirección...¿qué habrá querido decir con eso?... Lo que sea no fue conmigo...o eso creo.
− Toma.Me ofreció un trago de un whisky que tenía en el mini bar de aquel lugar, era un poco fuerte pero sabía delicioso. Se dirigió hasta la reproductora que había a un costado y puso una canción de Lewis Capaldi...Someone you loved... Se volteó y me tendió la mano.
− ¿Bailamos?.
− ¿B-bai... Bailar? − no sé por qué me puse nervioso en ese momento.
− Sí, bailar....¿o es que acaso no sabes? − tenía una sonrisa burlona en su rostro y una ceja alzada. Se dirigió a paso lento hacia donde estaba hasta que llegó lo más cerca de mi posible − Igual... Podría enseñarte − susurró esto último en mi oído, haciéndome estremecer.
¿Qué diablos hacía?... Me dejé levantar por ella y pegó su cuerpo al mío moviéndolo al ritmo lento de la canción, llevaba puesto unos tacones por lo que llegaba más arriba de su estatura quedando sus labios cerca de mi rostro.
− No lo haces tan mal − dijo mirándome directo a los ojos.
− Eh practicado un poco en mi país... En la preparatoria pertenecía a un grupo de baile.
− ¿En serio?... Cool − tomó mis manos y las llevó hasta sus caderas y pasó sus brazos por encima de mis hombros − Me encantaría que me enseñaras algunos pasos... Amo bailar.
Sentía la tención que había en aquel lugar, las respiraciones de los dos se entremezclaban por la cercanía que existía, Lía subió su mirada nuevamente a mis ojos, se podía ver con claridad el deseo adueñándose de ellos, poco a poco sus labios se fueron acercando a los míos, y no supe en qué momento cerré los ojos, por unos segundos no pensé en nada y casi me dejo llevar cuando al abrir mis ojos y ver a Lía tan cerca, una imagen invadió mi mente haciéndome apartar inmediatamente. El rostro de Elizabeth estaba frente a mí, cuando caí en lo que ocurría sacudí mi cabeza.
− Yo... Lo siento... Pero no puedo hacer esto − no podía besar a aquella chica pensando que era Elizabeth.
−¿Ocurrió algo?...¿hice algo mal?...− se le veía algo aturdida y preocupada de que fuera por ella por lo que decidí no seguir.
− No...no es por ti...es solo que... Creo que me tengo que ir... Lo siento...
Salí de aquel lugar lo más rápido que pude sentía mi corazón latir desenfrenadamente, al llegar a la esquina paré un Taxi y me dirigí rumbo al apartamento. Me sentía culpable aunque no hubiera pasado nada y lo haya detenido a tiempo, pero me cuestionaba... Si no hubiese sido así...me sentiría el peor hombre del mundo.
Al llegar a la casa todo estaba tranquilo, no había movimiento y Elizabeth no se encontraba por ningún lugar...¿Quizás aún estaba en su turno de trabajo?... Subí las escaleras y me encerré en mi cuarto. No quería toparme con ella, aunque no estuviéramos juntos, aun así me sentía culpable, me faltaba el coraje para mirarle a la cara después de lo que pasó, después de haberle confesado lo que sentía y por poco haber besado a otra chica.
Mañana debería hablar con Lía y disculparme por haberme ido así de su casa, también aclarar ciertos asuntos, tenía que decirle que eso que quería nunca iba a pasar, porque mi corazón ya le pertenecía a alguien e iba a luchar por ella aunque me costara la vida.
Lo había decidido, quizás estaba loco por eso, pero no podía dejarla escapar sin antes hacer algo y menos ahora cuando sabía que estaba perdidamente enamorado de esa mujer.
ESTÁS LEYENDO
Empire | J.Jungkook.✔(𝘍𝘪𝘯𝘢𝘭𝘪𝘻𝘢𝘥𝘢)
FanficHay momentos donde sientes que te undes en un abismo, del cual crees que nunca vas a poder salir. Pero de pronto, aparece esa persona, que te salva de las tinieblas en la que estas metido y te muestra la luz. Los cambios no siempre son malos. A vece...