Capítulo. 21.

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− ¡Kim Taehyung! − grité al adentrarme más en la sala.

Este me veía con el ceño fruncido y una mueca de desconcierto por lo que estaba pasando.

− ¿Sucedió algo? − Preguntó dudoso.

− No, aún no... Pero sucederá enseguida que te coja pedazo de…¡yah! ¡No corras...!

Había salido corriendo como un cobarde sin aún saber bien de que se trataba, empecé a perseguirlo por toda la casa.

− Eli, yo no hice nada, te lo juro − juntaba las manos en forma de rezo y esquivaba los golpes que le lanzaba.

− Quédate quieto que así no puedo darte lo que te mereces, por boca suelta...− seguí lanzando golpes al aire.

− Princesa, ya te dije que yo le insistí − Jungkook hablaba desde el sofá como espectador de aquella obra de teatro mal montada que estábamos haciendo Tae y yo.

− ¡Tú!... Eres un mal amigo ¿por qué le dijiste que te lo conté? − Taehyung se detuvo por un segundo para reprochar al castaño a lo que aproveché y me lancé sobre él. − ¡Auch...! Elizabeth noo... La oreja noo... Que mala costumbre tienen tú y Aylin de agarrarme por ahí...¡aauch!.

− Te lo tienes merecido por boca suelta − le dije tirando más de mi agarre.

− ¿Quién se tiene merecido que cosa? − había entrado Aylin parado en seco al ver la imagen de Tae y mía − ¿Y aquí que pasó?.

− Aylin, bebé, ayúdame...¡Aahhh!... Elizabeth duelee…− tenía a Tae de rodillas en el piso.

− No te metas Aylin, esto es un asunto entre este chismoso y yo − volví a torcer un poco mis dedos haciéndolo gritar − A ver, repite conmigo...no voy a delatar más los secretos de Elizabeth. − tiré de su oreja nuevamente.

− Okay, okay...no voy a delatar a Elizabeth la sangrienta más nunca en mi vida...¡aahh!... Ya lo dije ahora suéltame.

− Más te vale Kim Taehyung que así sea, porque si no, la próxima vez va a ser en un lugar más íntimo − al decirle esto rápido se tapó la entrepiernas.

− ¡Nah!... Tú no le harías daño a tus sobrinos − lo fulminé con la mirada y se escondió detrás de Aylin − Me asustas Eli…

− ¿Qué voy a hacer con ustedes? − Aylin se tapó la cara con una mano mientras la otra la mantenía en su cintura.

Me giré hacia el sillón donde estaba un Jungkook risueño, me acerqué a él y me dejé caer a su lado, Taehyung me colmaba la poca paciencia que tenía. Todos nos sentamos en los muebles de la sala y empezamos a conversar del proyecto que Jungkook estaba llevando a cabo, cuando se le ocurrió la grandiosa idea a Aylin de mencionar el matrimonio, me atraganté con el refresco que estaba tomando y la miré con el ceño fruncido...¿estaba loca, acaso?... Yo no me iba a casar por ahora, primero tenía que crear un plan de vida del cual aún no tenía ni idea y luego pensar en el matrimonio.

− Te imaginas unas Elicitas y unas Kookitas corriendo por el depa − Tae tenía la cara de tonto haciendo los tamaños imaginarios de las niñas que había mencionado − Sería muy tierno...¿a que si Eli?.

No le contesté pues ya saben el refrán, a palabras necias oídos sordos. Pero esto no funcionó con Taehyung, se puso de pie y me alzó del asiento logrando que me parara igual que él.

− Taehyung...¿quieres dejarme tranquila de una buena vez? − en serio este niño me agotaba.

− ¡Yah! Eli, no seas peleona... Mira…− cogió un almohadón de los sillones y lo puso por debajo de mi vestido − ¿A qué se ve linda embarazada? − cogió mis mejillas y comenzó a estirarlas mientras hablaba en tono gracioso, que se volvía más gracioso al salir de su gruesa voz − A que shi, shi she ve dinda embadasada...− su cara era un poema abstracto.

− Kim Taehyung... Te juro que si no me sueltas te voy a golpear tan duro en la entrepierna, que los nietos de tus hijos van a nacer con dolor de cabeza…

− Que agresiva estás hoy − hizo una mueca extraña con su boca y me soltó.

− Bien, Eli, cambiando de tema... Solo quedan tres semanas para terminar...Wuuu... Que emoción. − Aylin estaba loca por empezar a ejercer su trabajo, Carol su tía le había conseguido plaza en el hospital donde trabajaba y eso la tenía eufórica − Por cierto...¿qué vamos a hacer para nuestra graduación?.

− Eso déjanoslo a nosotros − Habló el castaño poniendo cara de satisfacción − Ese va a ser nuestro regalo... Por lo que es una sorpresa.

− Te lo tenías calladito − lo miré con cara de póker.

−Ya lo dije...es una sorpresa…− culminó con una sonrisa en sus labios.

La tarde se había ido conversando y planeando algunas cosas para cuando nos graduáramos, los chicos querían hacer algo grande, ya que era nuestra última graduación, aquí terminaba la etapa de estudiante para convertirnos en trabajadores. Sé que es un gran cambio, el mayor diría yo, pero es el que nos define por el resto de nuestras vidas.

Estaba en mi habitación eran las diez de la noche por lo que Aylin y Tae ya se habían ido, estaba tan concentrada en mis tareas que no sentí en que momento Jungkook entró.

− Deberías descansar un poco − planteó sentándose al lado mío en la cama.

− No puedo... Tengo demasiada materia aún por revisar − subí la vista y me estaba observando atentamente − Necesito graduarme con honores... Así podre restregarle a mi padre que no estaba tan loca como él pensaba...y que esto sí es lo mío... Amo mi carrera.

Sonreí un poco y bajé la vista hasta que escuché su comentario.

− Y yo te amo a ti − sentí como sus grandes manos se apoderaron de mi mentón levantándolo suavemente hasta volver a quedar mirándonos fijo a los ojos − No quiero que te enfermes... Moriría si te pasara algo.

Diooss... Este hombre revolucionaba todo mi interior con tan solo decir algunas palabras.

− No es necesario que mueras por mi − sonreí tratando de ocultar mi nerviosismo − Ni que fuéramos Romeo y Julieta... Estás cursi kookie...− volví a reír junto con él, había sacado su sonrisa más amplia, la que dejaba ver su perfecta dentadura blanca en forma de conejito...no había duda, amaba a este hombre.

Cuando terminó de reír se puso serio al instante.

− Sabes tienes razón...no seremos ni Romeo ni Julieta... Pero lo que siento por ti es más grande que todo ese mundo que Shakespeare plantó en sus novelas...¿sabes por qué? − negué con la cabeza − Porque es real y no es una historia... Por lo que si princesita... Moriría por ti…

Mi pulso se aceleró dejándome sin una gota de aire en los pulmones, se me había olvidado de como se respiraba. Jungkook empezó a acariciar mi rostro con su pulgar trazando pequeños círculos que me estremecían por completo, cerré mis ojos ante el placer que causaban sus dedos sobre mi piel y me dejé llevar por aquel toque que me transportaba a otro mundo.

− ¿Dormimos? − preguntó pegándose más a mí hasta llegar a mis labios y dejar un suave beso en ellos.

Cuando digo que este hombre tiene un poder de convencimiento tan fuerte que me deja anonadada no miento. Con solo pedirlo mi cuerpo se entrega a sus palabras como si no tuviera vida propia y dependiera plenamente de él. No pude negarme ante su pedido, Jungkook cogió mi portátil y lo puso sobre la mesita de noche abrió un hueco en la sábana para que yo entrara y se acomodó a mi lado llevándome a recostar mi cabeza sobre su fuerte pecho.

− Kookie.

Dije con la voz algo apagada por el sueño que ya se estaba haciendo presente.

− ¿Mmj?

− Nunca me vas a dejar, ¿verdad? − por primera vez en mi vida estaba aterrada por perder a alguien, Jungkook se había vuelto esa parte de mí que faltaba y que me complementaba a la perfección.

Dicen que uno vive la vida en busca de su media naranja y que solo los afortunados tienen la suerte de encontrarla... Yo formaba parte de ese pequeño grupo de afortunados al haber encontrado la otra mitad de mi vida, la cual me había jurado proteger ante cualquier circunstancia por el simple hecho de que si lo perdía todo mi mundo se derrumbaría quedando en total oscuridad, ya que esa persona se había convertido en mi luz.

− Nunca princesa... Nunca − me apegó más a él en un fuerte abrazo y besó mi frente − Te amo…

Empire | J.Jungkook.✔(𝘍𝘪𝘯𝘢𝘭𝘪𝘻𝘢𝘥𝘢)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora