Habíamos llegado a la iglesia donde se realizaría la ceremonia nupcial y una señora muy agradable nos condujo hasta la habitación preparada especialmente para mí, decorada con varios ramos de flores combinados entre blanco y lila. El lugar estaba hermoso, me acerqué hasta el sofá que se hallaba de frente a la puerta para sentarme y recibir los saludos de los invitados que no tardaron en llegar. Aylin no paraba de hablar y mi madre se paseaba de un lado al otro con el teléfono en el oído, aún coordinando los preparativos de la fiesta que se realizaría al terminar la ceremonia. Miré a Sunhee la cual se hallaba un poco descolocada por el gentío que en escasos segundos ocuparon aquella habitación, me puse de pie y me dirigí hasta donde se encontraba.
− ¿Está todo bien? − sonreí ampliamente al llegar hasta su lado.
− Si cariño, todo está perfecto − agarró una de mis manos escondiéndola entre las suyas para regalarme esa cálida sonrisa que siempre la acompañaba − Estoy muy orgullosa de que mi Kookie te haya elegido como su esposa.
− Muchas gracias − no supe por qué mi pecho se estrujó ante sus palabras. Nunca había tenido una suegra, así que ese cariño que ella me brindaba, casi sin apenas conocerme, me hacía muy feliz − Yo también me siento muy dichosa por tenerlo a él como esposo...
− ¡Elizabeth! − el grito de Aylin hizo que girara mi rostro hasta ella − Te están buscando para saludarte.
− ¡Ya voy! − volví a enderezar la cabeza topándome con los ojos de Sunhee algo cristalizados...de seguro estaba emocionada por la boda − Cualquier cosa que necesite, no dude en decírmelo.
− No te preocupes mi niña, todo está perfecto, hoy es tu día así que disfrútalo al máximo − acarició mi mejilla y sonrió ampliamente formándosele dos hermosos hoyitos en su cara − No todos los días uno se casa con el amor de su vida.
− Lo sé... Muchas gracias nuevamente − me acerqué hasta ella y la abracé − Y gracias por estar aquí.
− No me perdería la boda de mi pequeño por nada del mundo.
Mis mejillas se estiraron esbozando la sonrisa más amplia que había dado hasta el momento al oírla llamar a Jungkook mi pequeño. Se iba a convertir en papá y aún seguía siendo su pequeño... era muy tierno.
Me regresé hasta donde se hallaba Aylin y continué mi labor de novia durante casi una hora. Sentía que el tiempo transcurría despacio y nadie me decía nada de Jungkook, no sabía si había llegado, si todo estaba en orden, solo veía a las personas entrar y salir para desearme un feliz matrimonio. Me puse de pie al terminar de saludar a una de mis antiguas amigas de la preparatoria y me dirigí hasta donde estaba mi madre, dando vueltas ahora en círculo con el teléfono sobre el oído.
− ¿Está todo bien? − supe que mis palabras la asustaron por el pequeño brinquito que dio colocando la mano que tenía libre sobre su pecho.
− ¡Elizabeth, me asustaste! − protestó cortando la llamada que tenía en línea − ¿Qué haces aquí?, ¿por qué no estás...?
− ¿Dónde está Jungkook? − la interrumpí enarcando una ceja... Algo no me estaba gustando con su comportamiento.
− Deberías estar saludando a los invitados.
− Y él ya debería estar aquí − entrecerré los ojos − ¿Dónde esta mamá?
La mueca que mi madre hizo con la cara me aseguró lo que tanto temía... Jungkook no había llegado aún a la iglesia y la ceremonia empezaba en cinco minutos.
− No lo sé, su teléfono está apagado − mi madre me observó atenta a mi reacción, pero lo único que logré hacer fue abrir los ojos y quedarme en silencio.
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Empire | J.Jungkook.✔(𝘍𝘪𝘯𝘢𝘭𝘪𝘻𝘢𝘥𝘢)
FanfictionHay momentos donde sientes que te undes en un abismo, del cual crees que nunca vas a poder salir. Pero de pronto, aparece esa persona, que te salva de las tinieblas en la que estas metido y te muestra la luz. Los cambios no siempre son malos. A vece...