Capítulo. 48.

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La estúpida sonrisa de satisfacción que abarcaba el rostro de Amelia me llenó de ira, quería agarrarla por el cuello hasta que sus pulmones dejaran de recibir oxígeno. Caminé de forma amenazadora hasta donde se encontraba y la miré fijo a aquellos ojos que provocaban todo el odio que pudiera sentir hacia una persona.

− ¿Dónde está? − dije apretando los dientes... Presentía que ella tenía que ver con la desaparición de Jungkook, aunque no estaba cien por ciento segura.

− No sé dé que me hablas − sonrió ladina − O quizás sí.

− ¡Eres una estúpida! − grité lo más fuerte que pude y le estampé mi mano derecha en su mejilla haciendo que girara la cara − ¡¿Dónde está Jungkook?! ¡Habla!

La había cogido por la ropa exigiéndole una respuesta, ella sabía donde estaba, ahora no me cabía la menor duda, pero las manos de mi padre me agarraron por la cintura apartándome de aquella arpía, pataleé en el aire gritando que me soltara, debía darle su merecido por haber arruinado mi vida y quería que sintiera aunque sea por los golpes un poco del dolor que yo sentí cuando me separó de Jungkook.

− ¡Te voy a matar estúpida! − grité nuevamente tratando de soltarme del agarre de mi padre.

− ¡No si antes lo hago yo! − Carlos también la sujetaba para que no se acercara a mí.

− ¡Amelia basta! − gruñó mi tío sobresaltándola.

− Es mejor que te vayas y te lleves a tu hija contigo − mi padre se encontraba neutro, como si nada de lo que estuviera pasando le molestase... y eso solo logró irritarme aún más.

Carlos agarró a la estúpida de su hija y la llevó hasta la salida, cuando sentimos la puerta cerrarse me soltó.

− ¡¿Por qué hiciste eso?! − me sobresalté al escuchar la voz de mi padre de aquella forma.

− ¡¿Y qué querías que hiciera?! ¡ah!... Ella sabe donde está Jungkook, esa estúpida arruinó mi vida y aun así no querías que la matara, pues no sé qué piensas, pero estás muy equivocado si crees que me voy a quedar de brazos cruzados.

Di media vuelta y salí de su despacho, me sentía mareada todo giraba en mi cabeza llevándome a sujetarme del sillón que tenía a un costado... Ahora no por favor... Pasé la mano por mi vientre... Sé que estaba haciendo mal, y que todo esto afectaba al bebé, pero no podía quedarme sin hacer nada. Seguí mi camino hasta llegar a mi cuarto, cerré la puerta con pestillo y me dejé caer sobre la cama... Dios ¿y ahora que hacía?, ¿cómo mierda podía salvar a Jungkook?... sé que debía dejarle ese trabajo a los profesionales, pero yo no era muy paciente que digamos. Me senté sobre el colchón y agarré mi teléfono, observé el número que me había llamado horas antes y lo guardé... Hoy encontraría el paradero de ese mal parido de Max o me dejo de llamar Elizabeth.

Me puse de pie para dirigirme hasta la salida de la casa e ir en busca de esa persona, que estaba más que convencida de que era el único que podía ayudarme a localizarlo. Cuando llegué al recibidor la voz dulce de mi madre me detuvo.

− ¿Dónde vas? − se acercó hasta mí con su rostro teñido de preocupación.

− Voy a tomar un poco de aire, no te preocupes vuelvo pronto.

Besé su mejilla y salí de la mansión, me subí a mi Audi y aceleré hasta llegar a la carretera central. Alex tenía un amigo que se dedicaba a hackear cuentas y celulares ilegalmente, así que me dirigí hasta su casa para recogerlo y que me llevara con esa persona, hoy no iba a aceptar un no como respuesta, por lo que logré hacer que se subiera al auto.

− Estás loca Elizabeth, estás completamente loca − Alex tenía el ceño fruncido y las manos cruzadas sobre su pecho.

− Entiéndeme sí, no puedo esperar más, necesito encontrarlo − mis ojos estaban puestos en la carretera, pero mi mente viajaba hasta donde sea que estuviera Jungkook.

Empire | J.Jungkook.✔(𝘍𝘪𝘯𝘢𝘭𝘪𝘻𝘢𝘥𝘢)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora