La Chica De La Dulce Voz [✔]

Capítulo 33: Eres tú

Una Chica...

Un motivo...

Pero...

¿Quien era la chica y cual era el motivo?

Los últimos días ha estado la idea de que La chica de la dulce voz esté por ahí y tal vez la tengo frente a mi y nunca me di cuenta.

Roma me dijo que ya lo olvidara, que dejara de perseguir a esa chica, que si no apareció hasta ahora debe tener un motivo y tiene razón, la verdad que la tiene.

Estaba en clase de matemáticas, terminando el examen para el que Roma me ayudó a estudiar y ella me había dado una de sus pulceritas, dice que da suerte.

Solo éramos cuatro alumnos en el salón, a los demás les dejaron la hora libre, Roma me dijo que estaría en el salón de música.

Cuando termine el examen se lo entregué a la profesora y ella tenia la costumbre cuando era un examen recuperador dejarnos ahí de pie a su lado mientras ella lo corregía.

Así que ahí estaba yo, esperando y rogando que estuviera bien.

—Perfecto Foster, Nueve, ya puedes irte y dile a tu novia que ganó muy merecidos esos puntos extra.

—Lo haré, muchas gracias.

Agarré la hoja, mi mochila y salí de ese salón, debía mostrarle esta calificación a Roma, si no fuera por ella yo adeudaria la materia.

Recorrí un largo pasillo hasta llegar al salon de música, cuando abrí la puerta estaba Roma cantando sobre el pequeño escenario con los ojos cerrados y mucho sentimiento.

Flashes vinieron a mi mente, muchas más canciones aparecieron y era esa voz, era esa chica, era Roma. Roma es la chica de la dulce voz.

De repente me dio un fuerte mareo y caí, choque con la puerta y se sintió el ruido, en ese momento Roma dejó de cantar, me mintió todo este tiempo. Como pude me levante y aún mareado salí del edificio tratando de mantener el equilibrio, mirando solamente mis pies para evitar caerme nuevamente.

—¡LUKE!—Grito Roma desesperada.

No me voltee pero sentí un fuerte golpe a mi costado que me hizo volar hasta caer en la fría carretera y me golpearme en la cabeza, lo último que ví fue a Roma corriendo hacia mí.

***

Puntadas constantes en la cabeza.

Dolor en todo el cuerpo.

Un ruido incesante.

Mire hacia mi lado y estaba mi mamá durmiendo sentada y Roma durmiendo acostada sobre el regaso de ella, por la ventana se veía que ya era de noche.

Miré mi cuerpo y tenia un brazo vendado, me toque la nuca y también tenia una venda rodeando mi cabeza.

—Mamá—La llamé pero no hubo respuesta entonces la volví a llamar—Mamá— repetí

Ella se despertó y despertó a Roma, ambas se pararon y Roma con la cabeza agachada salió de la habitación, se veía triste.

—Luki, ¿Como te sientes?—preguntó mi madre.

—Si, estoy bien solamente me duele la cabeza.

—Es normal, te golpeaste muy fuerte la cabeza al caer.

—¿Roma te contó lo que hizo?.

—Si, entiendo porque lo hizo y tú estás siendo muy duro con ella, no te das una idea de lo preocupada que estaba.