Capítulo 14: La Cita

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Salidas...

Juntarse con amigos...

Parejas...

Yo siempre amé juntarme con amigos, pero para las citas era algo... Terrible.

He tenido un par de citas en mi vida y normalmente empezaba a sudar, hablar idioteces y terminaba quedando como un idiota. Pero esta vez no era así, estaba totalmente salido del tema, pensaba en Roma, estaba preocupado por ella, por nosotros si es que aun existía un nosotros, ya hasta dudaba de eso.

Hace días que no hablamos, la última vez fue el martes en su casa, hoy es viernes y no hemos tenido ni un solo contacto, ella no fue en toda la semana a la escuela exceptuando el día lunes. Sé que Isa le lleva las tareas pero cada vez que le pregunto me oculta completamente la verdad de porque Roma no está viniendo a la escuela y ni siquiera habla conmigo.

He tratado de mandarle mensajes, llamarla, ir a su casa, pero no obtengo respuestas, ayer me encontré con Mara en un pequeño local cerca de casa, le pregunté por Roma y me dijo que estaban atravesando por muchas cosas y ella era la que peor la estaba pasando, yo solo quería verla, abrasarla y decirle que todo estaría bien pero no podía porque Roma no quería verme.

Liam cree que tres días no es para tanto, que debería tranquilizarme y esperar a que se le pasara pero tres meses para mí era una eternidad, me acostumbre a ver a Roma todos los días, a recibir cariño de su parte constantemente, a tenerla entre mis brazos y reírme de lo pequeña que es, me acostumbre a eso y no quería perderlo, perderla.

Cuando volví a la realidad me di cuenta que estaba en la ducha mirando un punto fijo, parecía que había tenido un viaje astral o estaba completamente dopado por hierva. No era ninguno de los casos, lamentablemente.

[...]

Al llegar al parque la vi con un bolso de esos que son para la playa, traía una falda corta de mezclilla, con una camiseta roja amarrada en un gran nudo a la cintura y tenis blancos, estaba simple pero se veía muy bien, el clima ayudaba mucho, estábamos entrando a la primavera.

Ambos nos saludamos y caminamos un poco hasta que encontramos donde quedarnos, yo había traído una manta así que la puse en el césped y allí nos sentamos, habíamos traído demasiada comida, yo cosas más que nada dulces y ella cosas saladas.

La verdad es que aprendimos mucho el uno del otro; Hanna me contó sobre su familia, su madre y como yo ya sabía era cirujana plástica, el padre un bancario exitoso y Hanna a pesar de tener todo ese dinero encima no lo derrochaba, ella era tan simple, tan humilde y simpática que llegaba a sorprender, todo fue muy simple, muy tranquilo y al mismo tiempo perfecto, ella y nuestra cita me hicieron sentir muy bien y lo más importante; logró sacar a Roma de mi cabeza.

— ¿Que te gustaría estudiar al salir de la preparatoria?—-preguntó mientras comía un trozo de fruta— ¿Tienes algo planeado para el futuro?—continuó

La Chica De La Dulce Voz [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora