Capítulo 28: La Borrachera.

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24 de Agosto...

Alguien muy importante nació ese día...

Luke.

Hoy era 23 de agosto y yo estaba acostada después de la un largo día de la escuela, me había dado una ducha, me metí en la cama y me preparé para una extensa noche de Netflix.

Ya iba por el cuarto capítulo de la serie que empece a ver cuando escucho el timbre y segundos después apareció París en mi habitación.

—Hanna esta afuera—informó París

—Y dile que pase—contesté.

—¿Desde cuando son amigas? Pensé que la odiabas.

—Luego te explicó, ahora dejala pasar que hace frío afuera.

París salió de la habitación y yo me corrí a un lado porque estaba casi segura de que se sentaría junto a mi como siempre, segundos después Hanna entró a la habitación con una mochila que parecia que explotaría.

—Wow, ¿Que traes ahí?—pregunte señalando la mochila Rosa que colgaba de sus hombros.

—Ropa, hoy salimos—contestó Hanna dejando la mochila sobre la cama.

—¡Ja! Que graciosa eres.

—Hay vamos, es viernes y no tienes planes.

—Como que no—hize una pausa—Tengo planes con el amor de mi vida—Señale la TV—Y con mi mejor amiga—señale la comida.

—Pues no, no te quedaras aquí a llorar con esto porque es súper triste, saldrás conmigo, tomaremos alcohol y volveremos y dormiremos hasta luego del mediodía sin ir a la iglesia por la mañana.

—Esta bien chica mala relájate.

Me había dado ternura Hanna porque parecia los niños cuando están entrando a la adolescencia y van a su primera fiesta.

—¿Iremos?—pregunto emocionada.

—Si, vamos.

Hanna dio unos pequeños saltitos de felicidad, abrió su mochila y comenzó a sacar vestidos de la misma.

10 pruebas de vestidos más tarde...

—Bueno estamos listas ¿Pido el Uber?—comentó Hanna.

—Si pídelo.

Hanna pidió el Uber mientras yo daba unos últimos toques a mi cabello.

De todos los vestidos que Hanna había traído me quedé con uno que era lo mejor que existía en el universo.

Era un vestido corto de color dorado con un gran escote en la espalda y uno medianamente pronunciado en el frente, también tenía grandes tajos a los lados, el vestido era increíblemente sexy. Hanna me contó que ni siquiera sabe porque lo compró, ya que a ella no me gusta usar cosas tan extravagantes.

Cuando llegó el Uber le dije a París donde iríamos y nos fuimos.

Tal vez estuvimos 20 o 30 minutos en el auto hasta llegar al club. Al llegar lo primero que ví fue una fila demasiado larga y un cartel pegado en la puerta que decia que no aseguraba la entrada de nadie por más tiempo que lleven de espera.

—Tranquila tengo el VIP—Dijo Hanna sacando una especie de tarjeta dorada

—Cierto, olvidaba que tu no te juntas con gente de clase promedio—contesté con sarcasmo

—Me junte contigo tontita—Me contestó frunciendo la nariz.

Hanna le mostro la tarjeta dorada al guardia cuidaba la entrada y el simplemente nos dejó pasar.

La Chica De La Dulce Voz [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora