La Chica De La Dulce Voz [✔]

Capítulo 10: Primer Día

Editado*

Besos...

Besar a alguien...

Puede significar mucho.

O puede no significar nada.

Habían pasado unos cuantos días desde el beso que nos dimos con Roma, todavía no sabía que significo por lo que lo dejé como un impulso por la situación.

Hoy por fin, después de año y medio volvería a la escuela, me vestí; un jean negro, una sudadera blanca y tenis, bajé hasta la cocina y allí estaba mi madre con el desayuno listo, tuve que levantarme más temprano ya que iría en autobús junto a Roma.

—Buen día Luki—me sirvió café

—Buenos días mamá— me llevé la taza a la boca y tomé un sorbo de café, mi madre me miraba algo raro, estaba ansiosa. — ¿Sucede algo?

—Tengo una sorpresa para ti—de su bolsillo saco una venda de color negra, pasó detrás de mí y cubrió mis ojos—luego terminas de desayunar—me dijo mientras sujetaba mi brazo obligándome a ponerme de pie.

Caminamos juntos, sentí el frio golpear mi rostro por lo que supuse estaríamos fuera de la casa, me guio hasta un lugar particular y me posiciono a su antojo, se alejó de mi. — ¿Ya puedo quitarme la venda?—inquirí

—Espera—hizo una pausa—Ahora si

Al sacarme la venda vi una gran camioneta negra Mercedes G Wagon, se cual era porque hace aproximadamente un mes atrás le dije a mi mamá que me encantaba esta camioneta.

— ¡Sorpresa!— exclamó ella

—No te creo—cubrí mi boca con mis manos

—Es real ¿Te gusta?

—Pero que pregunta, me encanta, gracias, gracias, gracias en serio muchas gracias mamá.

La abrace fuertemente y cuando nos separamos me dio la llave y corrí hacia la camioneta, abrí la puerta y tenía todo el tapizado color café claro, era demasiado hermosa, me baje y volví a abrazarla, estaba demasiado feliz no lo podía creer.

—Esto es para que nunca más tengas que subirte a una motocicleta—dijo ella sonriendo

—Nunca más.

En el accidente por el que quede en coma iba en mi motocicleta por, entiendo el porqué del regalo. Entramos otra vez a la casa yo tome mis cosas, le agradecí por decimoctava vez el obsequio, casi me pongo a llorar pero finalmente me marché en mi nueva y hermosa camioneta nueva.

Decidí pasar por la parada del autobús para ver si allí estaba Roma y llevarla, efectivamente allí estaba, sentada en un banquito con una faldita de mezclilla, un suéter corto de color gris que dejaba ver uno de sus hombros y unas botas cortas de color negro, traía su infaltable delineado de gato y una mochila Lila, el pollito se veía adorable.