Capítulo 3: Libre

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Editado*

Libertad

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Libertad...

Eso que tanto anhelamos...

Todos merecemos ser libres...

Y pues hoy yo sería liberado.

Finalmente no me quede la semana extra sino dos días y al ya poder digerir sólidos volvería a casa y sería liberado al mundo exterior.

Mi madre fue a visar los últimos trámites para que pueda obtener mi alta, cuando regrese podre volver a casa y por dios deseo eso, lo deseo con todas mis fuerzas. Mientras esperaba estaba con Mara viendo la nieve caer a través de mi ventana, ella hoy tuvo un día libre y estaba haciéndome compañía, era extraño verla sin el uniforme del hospital, hoy tenía un jean ceñido en la cintura y un top con mangas de color blanco y una gabardina beige, nosotros sacábamos muchos temas de conversación y ahora estábamos hablando de navidad.

— ¿Con quién pasaras las fiestas?—le pregunte

—Pues con mis hermanas, mi mama y tal vez mi tío venga a visitarnos, el vive en Los Ángeles.

—No sabía que tenías hermanas, nunca me dijiste.

—Creo que nunca te lo dije porque nunca salió el tema, jamás hablamos de la familia.

— ¿Cómo se llama?

—Son dos, Paris con veintiuno y roma con dieciocho.

—Paris y Roma, ¿Solo a ti no te pusieron nombre de ciudad?

—Te equivocas.

— ¿A si?

—Si

— ¿Cuál es tu nombre entonces?

—Marbella pero como no me gusta decidí ser conocida como Mara y si le dices a alguien juro por dios que te asesinare Foster.

Habían solo dos cosas que me causaban miedo: Mara enojada y Mara en modo amenaza.

—Soy una tumba.

—Mas te vale porque sino cavarás tu propia tumba.

Claramente no diría nada porque no quería a Mara enojada, eso era peligro inminente. Nos quedamos un rato conversando hasta que mi madre llego con el alta en la mano lo que significaba que iría a casa nuevamente.

Un enfermero trajo una silla de ruedas y aunque podía caminar casi con total normalidad era política del hospital el sacar a los pacientes dados de alta en esa silla, para evitar posibles accidentes y una potencial demanda por parte de la familia del paciente o del paciente en sí.

Al cruzar la puerta del hospital con mara a un lado y mi madre atrás pude ver a Liam esperando ahí afuera con Zeus quien tenía puesto un chaleco para poder protegerlo del frio y estaba agarrado por la correa, lo siguiente que vi fue a Zeus correr hacia mí y prácticamente descolocarle el brazo a Liam.

La Chica De La Dulce Voz [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora