La Chica De La Dulce Voz [✔]

Capítulo 7: Juro solemnemente...

Editado*

Humanos...

Somos bastante idiotas...

A veces olemos mal...

Pero sobre todo; somos complicados.

Roma no es una persona fácil de entender.

Parece súper dulce y simpática con sus hermanas, ellas la consienten mucho y siempre está demostrando amor pero con Liam y conmigo es como si aluzara unos muros impenetrables, como si tuviera miedo. Mara es muy simpática, graciosa y charlatana, Paris es un poquito más reservada pero tiene un parecido con su hermana mayor y luego esta Roma, ella simplemente es...Roma.

Eran las dos de la madrugada y todavía no logro dormirme, tampoco había mucho que pudiera hacer ya que: a) No hay internet y b) Están todos dormidos, no puedo hacer ruido. Liam que está durmiendo en la cama junto a la mía debería ver a un doctor, ronca como un oso, me dan ganas de tirarle una almohada por la cabeza pero me contuve porque aunque quisiera matarlo no lo haré. Me levanté tomé la bolsa con los dulces que quedaban ya que entre Liam y yo no habíamos comido más de media bolsa.

Al salí de la habitación estaba toda la sala oscura por lo que tenía que concentrarme pero entonces un resplandor apareció en la oscuridad y pude ver a Roma con su laptop en el sofá, una sonrisa espontanea se formó en mi rostro, de alguna forma esperaba que fuera ella.

Fui hasta ella y me recibió con una extraña expresión feliz — ¿Problemas para dormir?—Preguntó

—Sí, supongo que igual tu—Espeté—Roma se acomodo en el sofá y levantó la manta que la cubría, me hizo una seña para que me sentara y eso hice, por primera vez estaba siendo buena conmigo, me cubrí con la manta. —Tengo comida chatarra—Repliqué

—Y yo películas descargadas

—Por supuesto

—Humilde, me gusta—Agregué sarcástico

—Tengo una pregunta para ti.

—Dime

— ¿Ese pijama no tiene parte de arriba? Porque siempre andas sin camiseta ¿O es porque sabes que eres sexy y por eso lo presumes?

— ¿Crees que soy sexy?—Repliqué con una sonrisa de suficiencia

—No es que...—Se traba—Solo cállate.

Solté una risa porque note cierta incomodidad luego de decir eso, puse la bolsa con los dulces entre nosotros y Roma le echó un vistazo.

—Juguemos a preguntas y respuestas, luego vemos las películas—Sugirió

—Empieza tú.

Roma se acomodó frente a mí y preguntó

—Una fácil puede sonar estúpido pero igual lo preguntaré ¿Tienes novia?