Capítulo 19: La Fiesta

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Editado*

Cocina...

Cocinar...

Crear...

Esa es mi Pasión.

Roma vendría a desayunar y yo estaba preparando cosas, prepare unas mini tartas de coco y fresas, son sus favoritas, también chocolate caliente y unos muffins de chocolate.

Al meter los muffins al horno escucho el timbre sonar, fui a abrir la puerta y detrás de ella está Roma con una sudadera corta, jeans y tenis.

Me hice a un lado y la deje pasar, al entrar Roma se fue directo a la cocina y vio las tartas recién salidas del horno, estaban casi listas, solo les faltaban la crema batida por encima.

—No te creo ¿Las hiciste porque yo venía?—dijo entusiasmada.

—Y si, se que son tus favoritas—conteste con una sonrisa.

—Hay yo no me lo creo, gracias.

—No tienes más que agradecerme, me encanta ver las caras que pones cuando comes las tartas y cosas que gusten.

Roma siempre hacia unas caras de satisfacción total al comer algo que le gusta y la verdad me encantaba porque con su rostro me demostraba lo mucho que le había gustado, sus expresiones no mentían.

—Todo lo que cocinas me gusta—Roma se dio cuenta de la crema batida que había a su izquierda— ¿Puedo?

Ella siempre se comía la crema batida.

—Adelante.

—Eres el mejor.

Roma se puso un poco de crema batida en el dedo, la comía y repetía el proceso una y otra vez.

Yo fui a sacar el chocolate caliente del fuego porque ya estaba listo y lo puse sobre la mesada.

—Luke ven aquí—Dijo Roma señalando un punto a su lado.

Yo fui y quedé frente a ella son entender que quería.

—Agáchate que no llegó.

Me reí—Eres muy bajita.

Me agache un poco, Roma se puso de puntitas y comenzó a acercarse a mí y entonces embarro mi nariz con crema.

— ¿En serio? Tú no vas a madurar nunca—dije con la nariz llena de crema

—Jamás pero así me quieres y por eso me preparas cosas ricas para comer.

Roma se sentó en la isla de la cocina y cuando estaba por ir a limpiarme la nariz ella me tomó del brazo y dijo.

—Ven, yo te limpio.

—No confió en ti después de la última vez.

La última vez que hizo algo parecido y después dijo «Ven, yo te limpio» término pasándome la lengua por todo el rostro.

—Hay que aburrido eres.

Tome una servilleta y limpie mi nariz, finalmente serví el chocolate en tazas y me senté en una silla frente a Roma.

—Entonces... ¿Que fue lo que pasó?—preguntó Roma.

—Creo que Hanna no es la Chica de la Dulce Voz—Suspire

Wow eso fue rápido, pensé que costaría más decirlo

— ¿Por qué lo dices?

—Cada vez que la escucho cantar me suena menos la voz, recuerdo que la primera vez que la escuche fue como: ¡Wow es ella! Pero luego fue desvaneciéndose ese sentimiento de que era ella, además tú me lo dijiste.

La Chica De La Dulce Voz [✔]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora