Me sentía muy feliz. De estar con Shane en su departamento, de que hubiésemos tenido nuestra primera vez y de que oficialmente estuviésemos juntos. Pero no podía evitar preocuparme por mi amiga Kara. Con el pasar de las semanas dejamos de hablar tanto como antes y hacía un mes que no la veía. No era demasiado, pero solíamos hablar todos los días y ya no. Extrañaba a mi mejor amiga.
No sabía cuál era el problema, quizás yo lo era. Había estado tan concentrada en mi madre y en el hombre que me gustaba que había dejado de prestarle atención a nuestra relación, y eso me hacía odiarme.
Lo que más me preocupaba no era no recibir tantos mensajes de ella porque eso se podía atribuir a que estaba ocupada. Lo que realmente me asustaba era que ella tenía fobia a la lluvia, y desde que nuestra amistad comenzó siempre hacíamos pijamadas cuando se pronosticaba una. Dudaba que ella no supiera de aquella lluvia, ya que siempre sabía incluso si iban a caer unas cuantas gotas, y aun así no me lo había dicho. Seguramente estaba enojada por algo y yo no lo había notado antes.
Shane dormía profundamente a mi lado. Estaba tan agotado que se durmió en cuestión de segundos, y ni siquiera lo inquieta que yo estaba lo despertaba, lo cual era bueno. No quería que tuviera una mala noche por mi culpa cuando las horas de sueño escaseaban en su vida.
Observé la hora en mi celular. Eran las tres de la madrugada. Quizás ella no se había dormido aún, después de todo siempre se mantenía despierta hasta altas horas de la noche porque según ella era su momento de inspiración. Caminé hasta el baño con el teléfono alumbrando el camino en medio de la oscuridad y le envié un mensaje.
Bell_03.13
¿Estás despierta?
Esperé y esperé. Ella no aparecía en línea pero tenía la esperanza de que respondiera. De todas formas, ¿Qué otra cosa podía hacer? Sabía que no sería capaz de dormir sin hablar con ella después de haberle dado tantas vueltas a la idea de que estaba enojada.
Bostecé y vi como la aplicación me marcaba que ella había leído mis mensajes. Esperé a que respondiera pero no lo hacía hasta que comenzó a escribir. Los segundos pasaban y su mensaje no me llegaba y de repente ella se desconectó y dejó de estar disponible para hablar. Definitivamente estaba enojada y ahora ya no tenía ni un rastro de duda.
Me deslicé hasta los contactos y presioné para llamarla. Cinco tonos tuve que escuchar antes de que respondiera. No quería iniciar la conversación preguntándole que le pasaba así que decidí hacer otra pregunta.
—Hola Bell —susurró.
—Hola Kara —susurré de vuelta— ¿Cómo estás? ¿Sabías que estaba pronosticado lluvia para hoy?
—No, la verdad no lo sabía —estaba mintiendo. Podía notarlo en su voz. A veces era muy obvia para mentir. Enarqué una ceja y luego me sentí estúpida porque ella no podía verme para saber que estaba cuestionando su respuesta con mis expresiones.
— ¿Por qué me estás mintiendo? Siempre estás atenta al pronóstico y, ¿por qué no me llamaste? Sabes que no me molesta estar contigo cuando llueve.
—Tengo que superarlo en algún momento. Mi fobia a la lluvia. Por eso no te llamé —respondió y podía jurar que rodaba los ojos ante mi insistencia.
— ¿Es esa la verdadera razón? Podrías haber inventado una excusa más creíble. Hace años que intento ayudarte a superarlo y siempre dices que no puedes. Si no me llamaste porque estás enojada, podrías decirme la verdad directamente —expresé molesta. Ella sabía cuánto me molestaba que las personas esperaran que adivinara sus sentimientos. Nos podíamos ahorrar todo aquel drama si ella hubiese acudido a mí para hablar sobre lo que le molestaba.
—Ah, ¿entonces notaste que estaba enojada?
—Por supuesto que lo noté, hace semanas que estás distantes, pero no entiendo por qué.
— ¿No entiendes por qué? Yo tampoco entiendo por qué me estás escondiendo algo cuando siempre dices que debemos ser honestas la una con la otra —me quedé helada. Ella sabía que tenía un secreto. ¿Sabría también sobre qué era? Mi corazón se aceleró ante la idea y sentí mi cuerpo entero acalorarse.
"—Y ahora no respondes... No lo puedo creer Bell. ¿Por qué me estás escondiendo algo? —no sabía qué decirle, qué responderle— Y ni siquiera te atrevas a decir que no tuviste ninguna oportunidad de hablarlo porque te lo pregunté miles de veces indirectamente. Esperé pacientemente a que lo dijeras cuando te sintieras cómoda y no fuiste capaz de hacerlo. ¿Qué es lo que me estás escondiendo? —suspiré. No lo sabía. Solo sabía que tenía un secreto, aunque eso no era mucho mejor.
Pasaban los segundos y yo continuaba sin responder. No podía hacerlo. No quería.
"— ¿Sabes qué, Bell? Me cansé. Cuando estés dispuesta a hablar llámame. Ahora ya sabes mi razón para estar enojada.
Y con esas últimas palabras finalizó la llamada. Y con esas últimas palabras rondando mi cabeza, no fui capaz de dormir en toda la noche.
Ay perdon por demorarme amores pero aca está la actualización de hoy. Muchas gracias por todo su apoyo, son increibles. Con sus comentarios, sus votos y sus lecturas me sacan sonrisas todos los días.
Cuentenme, ¿desde que país me leen? Yo soy de Argentina, ¿alguna vez visitaron mis pais?
Espero que les haya gustado este capítulo.
Con amor, Sabrina♥
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Noches eternas | COMPLETA
RomanceBell bailaba en ropa interior por dinero. Shane había perdido a un paciente en una cirugía. Una mala noche los llevó a reencontrarse y antes de que se dieran cuenta, estaban compartiendo sus noches eternas. ¡Atención! Esta novela contiene escenas s...