Bell bailaba en ropa interior por dinero. Shane había perdido a un paciente en una cirugía. Una mala noche los llevó a reencontrarse y antes de que se dieran cuenta, estaban compartiendo sus noches eternas.
¡Atención! Esta novela contiene escenas s...
El celular de Bell me despertó en medio de la noche cuando ella recibió una llamada. No sabía qué era más molesto, si el ruido o la luz. Ni siquiera sabía qué hora era.
Con mi antebrazo tapé mis ojos, pero al escucharla responder, intenté prestar atención a lo que decía. Sin embargo, Bell no dijo más que un hola antes de quedarse callada por largos segundos. Creí que sería un número equivocado, pero al parecer no lo era porque, de ser así, ella hubiera finalizado la llamada y hubiese vuelto a dormir.
— ¿Quién es? —pregunté justo después de que se sentara en un rápido movimiento. Estiré la mano y acaricié la parte bajar de su espalda donde su remera se elevaba y podía tener contacto directo con su piel. Sentí como su cuerpo tembló con un escalofrío y luego parecía que se hubiera convertido en una estatua.
"— ¿Quién es, Bell? —insistí pero una vez más no recibí respuesta por su parte. Encendí la luz de la lámpara que estaba sobre mi mesa de luz y me senté en la cama comenzando a preocuparme cuando los minutos pasaban y ella continuaba inmóvil.
Debía de ser algo grave, lo sabía, pero no quería siquiera pensarlo porque me negaba. Rogaba que no fuese nada relacionado a su madre, aunque sabía que se trataba de ella.
Abracé a Bell por la cintura porque tenía miedo de que se desmayara debido a lo pálida que lucía. Su mano descendió poco a poco como si le pesara el teléfono y ella no pareció darse cuenta de eso. Lo tomé con la otra mano escuchando una voz hablar del otro lado de la línea.
—Hola, soy Shane. ¿Quién habla? —pregunté pensando que respondería alguien del hospital.
—Hola Shane, soy George, el padre de Lottie. ¿Está bien Bell? —preguntó con preocupación en la voz.
—Creo que sí. Está en shock, ¿Qué pasó?
—Grace se sintió mal y la traje al hospital. Decidieron internarla —todo cobró sentido con sus palabras. Apreté los labios sabiendo que eso solo podía significar que su enfermedad se había agravado.
—Vamos para allá. Muchas gracias George —me despedí y sin esperar respuesta, finalicé la llamada.
Durante el minuto en que duró la conversación, no dejé de ver a Bell esperando una reacción por su parte, pero no había ninguna. Era como si estuviera en un trance de negación que la aislaba de la realidad y por eso no se movía, ni lloraba.
—Bell, mi amor —susurré acariciando su mejilla con la palma de mi mano. Comenzaba a impacientarme que no reaccionara porque no sabía qué hacer. Si no fuese porque continuaba respirando y pestañeando, hubiese pensado que se había convertido en un maniquí.
Decidí darle un poco de espacio por unos minutos mientras me vestía y ella se daba cuenta de lo que estaba ocurriendo. Me puse una camiseta y un pantalón con rapidez, y cuando terminé de ponerme las zapatillas, me senté frente a ella. Ver que algo había cambiado en su mirada me hizo sentir aliviado.
Seguía en la misma posición, tan inmóvil como antes, pero ahora sus ojos estaban llenos de lágrimas y apretaba los labios como si quisiera contenerse de gritar. Incluso estando sentado frente a ella, seguía sin prestarme atención, como si yo no estuviera ahí. Su mirada estaba perdida en sus pensamientos.
— ¿Bell? —la llamé acariciando su mejilla con dulzura. Le tomó unos segundos, pero finalmente levantó la mirada y me observó.
—No puedo perderla —susurró en un hilo de voz que solo lo pude escuchar por la corta distancia que había entre ambos—. No puedo perderla a ella también.
Con esas palabras, dejó de ser una estatua, dejó de estar en shock, y comenzó a llorar todo lo que se había contenido durante esos minutos. La acurruqué contra mi pecho y me dediqué a abrazarla como consuelo porque por primera vez no sabía qué decirle. Dudaba que hubiese palabras que la hiciesen sentir mejor en un momento como ese, cuando ambos sabíamos que su madre pronto se iría, y ninguno de los dos podía hacer nada para evitarlo.
Hola amores, espero que les guste este nuevo capítulo. Muchas gracias por cada voto y comentario, no saben lo mucho que significan para mi.
Cuentenme en los comentarios que creen que sucedera.
Con amor, Sabrina♥
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