Shane
Había pasado poco más de una semana desde que había vuelto a ver a Bell. Nos habíamos mantenido en contacto a través de mensajes, pero no habíamos tenido tiempo para vernos, especialmente yo, y tampoco había podido verla nuevamente en el club ya que una emergencia en el hospital me había hecho llegar tarde y ella ya se había ido.
Abrí nuestra conversación en mi celular, sentado en mi auto, y escribí una y otra vez mensajes sin estar lo suficientemente seguro para mandarlos. Hasta que finalmente presioné la tecla enviar intentando no pensar.
Shane_20.01
Estaba pensando que podríamos comer juntos. Hay una nueva pizzería de la que todos hablan.
Bell_20.05
No puedo comer afuera. Tengo que cocinar para mi madre y Lottie, pero estás invitado a venir. Estoy segura de que ambas estarían felices de verte de nuevo.
Shane_20.06
Acepto tu idea. A mí también me encantaría verlas de nuevo.
Esperé varios minutos y en cuanto envió el siguiente mensaje con la dirección me puse en marcha. No quería llegar con las manos vacías, no me parecía apropiado, y el recuerdo de que ambas hermanas eran fanáticas del helado de chocolate vino a mi mente, dándome la mejor idea.
Gracias a que no había tránsito, media hora más tarde me encontraba en la puerta de la casa de Bell esperando a que abriera.
—Llegaste —saludó Bell con una enorme sonrisa al abrir la puerta. En ese momento su hermanita apareció corriendo hacia a mí, y me miró con desconfianza antes de fijar su vista en el envase en mis manos, luciendo curiosa—. Él es Shane, Lottie, ¿te acuerdas de él? Lo conocimos hace unos años.
La pequeña que era idéntica a Bell, pero en edición miniatura frunció el ceño haciendo una mueca con sus labios intentando recordarme mientras volvía sus ojos a los míos. Sonreí hacia ella sin lograr que me devolviera el gesto.
—No me acuerdo —negó, y volvió a observar mis manos— ¿Qué es eso?
—Ah, esto. No quería llegar con las manos vacías así que traje helado —en cuanto terminé de liberar aquellas palabras Lottie me miró con una enorme sonrisa. Se lo ofrecí y ella lo tomó en sus pequeñas manos y susurrando un "gracias", corrió dentro de la casa con mucha felicidad contándole a su madre que yo le había regalado helado.
Bell rodó los ojos, pero continuó sonriendo y susurró: —Gracias.
Le guiñé un ojo haciéndola sonreír aún más y luego ella se hizo a un lado de la puerta, ofreciéndome que ingresara a la casa.
—Espero no haber llegado tarde —dije adentrándome.
Bell estaba por responder cuando su madre apareció, justo como su pequeña hija, pero a diferencia de esta última, aquella mujer me sonrió al instante.
—Llegaste justo a tiempo Shane —saludó y se acercó para abrazarme—. Es un placer verte.
—También me alegro de verte Grace —respondí devolviéndole aquel cálido abrazo que me daba. Caminé junto a ellas hasta la cocina donde encontramos a Lottie intentando abrir el recipiente con helado.
—No Lottie, primero tenemos que comer la comida. Después el postre —reprendió su hermana mayor quitándole el helado de las manos y guardándolo en el refrigerador, y antes de que la niña pudiera protestar la levantó en sus brazos haciéndola chillar entre risas y llevándola hasta la mesa, donde su madre estaba sentada y las observaba con ternura, al igual que yo.
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Noches eternas | COMPLETA
Roman d'amourBell bailaba en ropa interior por dinero. Shane había perdido a un paciente en una cirugía. Una mala noche los llevó a reencontrarse y antes de que se dieran cuenta, estaban compartiendo sus noches eternas. ¡Atención! Esta novela contiene escenas s...