Capítulo 48: Expuesta

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Incluso cuando una manta envolvía mi cuerpo, me sentía desnuda. Y nunca me había sentido más desnuda y expuesta como en ese momento. Nunca me había sentido más avergonzada y exhibida como en ese momento.

George me observaba sin hablar, sin poder salir de la estupefacción. ¿Qué pensaría de mí? Estaba segura de que nunca se le hubiese cruzado por la mente encontrarme ahí, y en ese estado.

Sentía tanta vergüenza que di media vuelta y me alejé de a poco. No pensaba ir muy lejos, después de todo, la policía quería hablar conmigo, no tenía dinero, y estaba muy desorientada como para ir a algún lugar.

Me alejé unos cuantos metros como para observar la escena desde afuera, como si no supiera lo que ocurría y fuese una simple chismosa intentando averiguarlo. Cuanto desearía que así fuese, y no saber nada de ese club. Me quedé sentada en las escaleras de una casa acurrucándome en la manta y casi media hora después según mis cálculos mentales, George se acercó y se sentó a mi lado sin decir anda, observando la calle.

—No encarcelen a ninguna prostituta por favor, ninguna lo hace porque quiere —pedí en un susurro.

—No lo íbamos a hacer. Venimos trabajando en este caso desde hace meses. Tuvimos incluso personas encubiertas que venían para ver los movimientos. Investigábamos a quienes trabajaban para saber cómo ayudarlas cuando cerráramos el lugar. Investigamos para saber quiénes eran los dueños, y ellos vinieron esta noche. Y ojala me hubiese enterado antes de que tú venías...

—Tengo mis razones —interrumpí a la defensiva.

—No te estoy juzgando Bell. Solo decía que me hubiese gustado saberlo para hablarlo y ayudarte —levanté los ojos y los dirigí a los suyos. No había más que sinceridad y arrepentimiento en su voz y en su mirada—. ¿Puedo saber cuáles fueron tus razones?

—Quería —comencé sin poder evitar que mi vista se nublara por las lágrimas—, el mejor tratamiento para mi mamá, en el mejor hospital, con los mejores médicos —él asintió con la cabeza comprendiendo.

— ¿Grace lo sabía?

—Por supuesto que no. Nunca lo supo. Se hubiese negado a recibir el tratamiento si sabía que conseguía el dinero en este club.

— ¿Y el dinero de hoy para qué era?

—Para poder comenzar a pagar la deuda por la internación, y la cirugía. Yo... es la primera vez que lo iba a hacer. Antes bailaba, pero después me despidieron y dijeron que volviera solo cuando estuviese dispuesta a prostituirme y... no encontré otra forma de pagar —expliqué.

—Tú sabes que yo te quiero mucho, y me siento muy apenado de que hayas tenido que hacer tantos sacrificios, y de que lo hayas hecho todo sola, pero no tiene por qué ser así a partir de ahora. Yo te voy a ayudar...

—No, no por favor George. Yo me metí en este lío sola y voy a resolverlo...

—Con mi ayuda. Ahora también es mi problema esa deuda, y lo vamos a solucionar juntos —aseguró con una sonrisa paternal. Le dediqué una sonrisa sincera y suspiré porque por primera vez aquel no era solo mi problema. Por primera vez un adulto responsable me estaba sacando un peso de encima sin juzgarme, sin querer algo a cambio. Solo porque me quería.


Hola amores, espero que les guste este capítulo. Gracias por cada voto y comentario, los quiero mucho.

Les quería contar también que, ni siquiera comencé a escribirla, pero nuestra querida Lottie tendrá su propia novela. Estoy en varios proyectos por el momento, pero voy a hacer todo lo posible para poder subirla a principios del 2022. Cuando llegue el momento les avisaré.

Con amor, Sabrina♥

Con amor, Sabrina♥

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