「Capítulo O9.」

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Jungkook le sonrió con ternura y se lanzó a sus brazos mientras besaba sus mejillas. Jimin se rió divertido mientras sus brazos se envolvían en el cuerpo del menor. Jungkook lo miró, sus miradas se entrelazaron, sus ojos brillaban mientras emanaban un brillo especial y dulce. Lentamente se fueron acercando hasta juntar sus labios. Ambos se movían lento, disfrutando su beso. Detrás de ellos escucharon unos aplausos. Miraron al dueño y este era nada más y nada menos que Kim Seokjin, su amigo y vecino de barrio, él vivía a pocas casas de la de Jungkook y de la que solía ser de Jimin.

Ambos chicos se sonrojaron al mirar la sonrisa traviesa del castaño. Taehyung los miró en su abrazo tan lindo y tierno y rápidamente sacó su celular para fotografiarlos y guardar el momento. Los tomó desprevenidos, pero ambos salían tan bien, que parecía que habían posado antes de la foto.

Jimin sorbió su nariz y volvió a dejar la fotografía encima del mueble, estaba tan sumergido en su recuerdo que no notó en que momento la había tomado. Escuchó el ruido de platos en la cocina y se dio la vuelta para seguir caminando. Entró y lo miró, sonrió un poco, su corazón se sentía lleno de recuerdos, parecía como que aun recordaba cuando ambos vivían en aquel barrio, ahora, todos vivían en diferentes lugares. Incluso Kim Namjoon, él fue el último en integrarse a su grupo, él vivía junto a Seokjin, gracias a él lo conocieron y decidieron ser su amigo.

Jungkook se encontraba de espaldas mientras parecía cocinar algo. Jimin se acercó lentamente y colocó una mano en su hombro. El menor se sobresaltó y dio un pequeño saltito, retrocediendo mientras su trasero se estampaba en la meseta de la cocina. Suspiró pesado y se dejó caer al piso lentamente mientras sus lágrimas bajaban rápidamente.

– ¡Kook! – Jimin corrió hasta él.

– Estoy bien Jimin. – Soltó los palillos que llevaba en sus manos y se quitó los guantes de cocina.

Llevó sus manos a su rostro y limpió sus lágrimas. El pecho de Jimin dolió, ¿Por qué dolía? Jungkook suspiró y volvió a sonreír para el mayor. Jimin lo miró aún alarmado y tomó su hombro mientras lo miraba en espera.

– Estoy bien. – Dijo firme. – Solo intenté hacer una receta nueva pero olvidé algunos ingredientes y no salió como esperaba, esto es frustrante para mi ¿Si? – Le aseguró.

Pero ¿Por qué Jimin no se lo creía? Lo conocía demasiado, sabía cuando Jungkook mentía y cuando decía la verdad, eso era debido a todos los años juntos. El rubio prefirió quedarse callado al notar que Jungkook aún tenía algo que decir.

– Hazlo. – Le dijo mirándolo directamente a los ojos.

– ¿Qué? – Nuevamente notó las lágrimas en los ojos del castaño.

– Hazlo Jimin, cásate con él, es lo mejor, esto beneficiará a tu empresa, es lo que siempre quisiste, por eso te fuiste tantos años a estudiar al extranjero ¿No es así? – La voz del castaño se cortó.

– Kook, yo... Tienes razón. – Apartó su mirada de la del castaño. – Lo haré, me casaré con él, le demostraré a mi padre que no fue una pérdida de tiempo, le demostraré que su empresa está en buenas manos. – Sonrió débil.

Jungkook cerró sus ojos un momento mientras una lágrima bajaba de uno de sus ojos. Jimin lo miró y quiso apartar todos los pensamientos que su cabeza le tiraba, enfocándose en que el castaño lloraba por su receta fallida y no por su reciente noticia.

El mayor se puso de pie primero para luego ayudar a Jungkook a levantar. Lentamente se acercó a él hasta envolverlo en un abrazo. Jungkook no se movió, los recuerdos lo golpearon, haciéndolo más sensible y con más ganas de llorar, pero ¿Por qué? ¿Realmente estaba feliz por el matrimonió de Jimin? Si, probablemente eso era, Jungkook tenía tanta admiración y cariño por el rubio que se sentía tan feliz por él. O eso fue lo que él quiso pensar.

El rubio se separó de él lentamente mientras sorbía su nariz. Jungkook lo miró y le sonrió débilmente mientras se daba la vuelta para regresar a lo que antes hacía. Jimin decidió que era mejor regresar a casa y pensar en todo, en su futuro y en la propuesta de matrimonió para Taehyung.

Miró al menor una última vez y se acercó para dejar un pequeño beso en su mejilla. Los ojos de Jungkook brillaron aguados, mirándolo sorprendido.

– Me tengo que ir ahora Kook. – Suspiró. – No te esfuerces tanto con lo que haces, si necesitas ayuda en algo, llámame. – Casi susurró.

– Gracias Jimin... – Apartó su mirada de la de él y volvió a lo suyo.

Jimin dio por terminada la visita y se dio la vuelta para caminar hasta la sala principal y tomar su chaqueta. La puerta de la entrada sonó, en señal de que Jimin se había ido. Jungkook dejó lo que hacía y a pasos lentos caminó hasta su habitación. Se dejó caer en su cama y cerró sus ojos. Probablemente mañana sería un mejor día, con noticias más felices que las anteriores, también miraría a su hermoso novio Yoongi y eso lo hacía feliz, él y nadie más.

•••

Yoongi llamó a la puerta de su novio, en espera de que este le abriera pero no pasó, supuso que ya debería de estar despierto pues tenía trabajo, enseguida se alarmó, pensando lo peor. Corrió a su auto y tomó sus llaves, buscó entre las de su casa y otras más, las llaves que tenía de la casa de Jungkook.

En la mañana le había enviado mensajes de buenos días pero este no le había contestado, Yoongi pensó que se trataba de su novio preparándose para el trabajo pero ya había pasado media hora de que Jungkook debía de entrar al trabajo.

Introdujo la llave correcta en la cerradura y cuanto esta se abrió, corrió hasta la habitación del mayor. Ahí lo miró, o bueno, solo pudo mirar un gran bulto debajo de las sábanas. Caminó a paso rápido hasta la cama y bajó las sábanas para encontrarse con el rostro cansado de su novio. Sus ojeras eran inevitables de no ver, su nariz se mantenía hinchada y roja al igual que sus ojos.

Suspiró pesado, probablemente su novio estaba enfermo. Pudo respirar tranquilo cuando los hermosos ojos de Jungkook se encontraron con los suyos, ahí supo que él estaba físicamente bien pero pudo notar que el brillo que siempre emanaba de sus ojos, ya no estaba.

Se sentó en la cama y acarició su rostro. Jungkook sacó una de sus manos y tomó la de Yoongi. El mayor notó lo frío que se encontraba, al parecer su novio había enfermado.

Real (Jikook)[Adap.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora