「Capítulo 20.」

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Jungkook entregó el dinero a la chica que había cobrado todo lo que había comprado y con una sonrisa se alejó mientras tomaba sus cosas.

Salió del supermercado y miró al cielo, era un bonito día y algo le decía que también le iría bien. Siguió caminando sin borrar su sonrisa hasta que se topó con Jimin.

Los ojos del rubio parecían brillar y en su rostro apareció su linda sonrisa. Jungkook sonrió aun más y lo abrazó como pudo. Al parecer los presentimientos eran ciertos, su día sería un buen día y ya sabía gracias a quién.

–Jungkook. – Le dijo con una sonrisa.

– Jimin, que gusto encontrarte aquí.

– Lo sé, justo aquí y ahora. – Sonrió. – Mi madre tenía razón, hoy era un bonito día y también atinó cuando dijo que me iría bien.

– Basta tonto, haces que me sonroje.

Ambos chicos rieron.

– ¿Qué te trae por aquí?

– Vine a hacer unas cuántas compras y es todo.

– Que bien. – Sonrió. – Por cierto, gracias por lo de la otra noche, por quedarte conmigo y estar ahí aun sabiendo que eso te costaría problemas con tu prometido.

– Tranquilo, estamos bien, Taehyung no se molesto. – Dijo tratando de sonreír.

– Que bueno Jimin y si así fue, perdón, sabés que no quiero que tengas problemas con tu prometido.

– No pasa nada, Taehyung lo entendió desde que le conté lo que te sucedió.

– Es un gran chico, creeme, es el correcto.

Jimin sonrió vacío. Jungkook le sonrió y acomodó sus compras para prepararse y despedirse del lindo rubio.

– ¿Quieres que te lleve a casa?

– Tranquilo Jimin, mi casa no queda tan lejos de aquí y me imagino que debes de estar muy ocupado, con eso de que tu boda es pronto.

– Lo sé, pero no pasa nada, hoy salí antes del trabajo y sólo pasaba para comprar y justo después iba a pasar a tu casa.

– Pues te espero aquí.

– ¿Enserio?

Jungkook sonrió mientras asentía. Jimin sonrió.

– Genial, espérame aquí.

Jungkook se rió y miró al rubio entrar al supermercado casi corriendo. Suspiró y se sentó en una banca que se encontraba cerca de la entrada.

No pasó mucho tiempo cuándo Jimin salió con unas cuántas bolsas junto con lo que había comprando. El castaño le sonrió y se puso de pie mientras caminaba hasta él.

Ambos chicos se dirigieron hasta el estacionamiento del local para después subirse en el auto y partir hasta casa de Jungkook.

Cuándo llegaron Jimin ayudó al castaño a meter las compras y después a acomodarlas en su lugar.

El castaño preparó dos tazas de té cuando terminó para después caminar hasta el sillón de la sala junto con Jimin.

– ¿Cuánto a pasado? ¿Una semana, cuatro días? – Jimin se rió un poco.

– Menos de una semana ¿Así de mucho me extrañaste? – Jungkook negó divertido.

– Lo decía porque tuve un buen tiempo en tu ausencia. – Jimin abrió la boca con sorpresa para después reír a la par del castaño.

Real (Jikook)[Adap.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora