Real (Jikook)[Adap.]

「Capítulo 43.」

Antes de ir a casa de sus padres, Jimin había conducido a su casa, la que sus padres se aseguraban de mantener estable y como él lo había dejado todo. Ahora vestía un bonito traje negro, con su cabello perfectamente peinado hacia atrás, se sentía tan bien con ese tipo de vestimenta, se sentía imponente y guapo, claro, se sentía así pero también lo era.

Cuando llegó miró la parte trasera de su auto, unas bonitas flores se encontraban ahí, en el camino había parado en una floreria para comprar un bonito ramo para su bonito castaño.

Sonrió, salió de su auto y caminó hasta la puerta trasera, tomó el ramo y caminó hasta la puerta del castaño, escondió el ramo detrás de él y llamó a la puerta. No tardo tanto cuando Jungkook apareció. Su mandíbula casi se le desencaja al mirarlo, se veía tan guapo, sus labios se miraban un poco más rosas de lo normal y sus ganas por besarlo solo aumentaron.

Jungkook le sonrió, esa bonita sonrisa que tanto amaba el rubio. Instintivamente sonrió, sacó el ramo de flores detrás de él, Jungkook lo miró sin creerlo y después lo tomó con la sonrisa más grande y hermosa que alguna vez miró.

Las abrazó en su pecho mientras las miraba por unos segundos, apartó su mirada y ahora se fijó en el moreno, se lanzó a sus brazos para después dejar un pequeño beso en su mejilla. Jimin con eso se sintió ir al cielo. Lo miró correr dentro de su casa para ponerlas en un florero, después regresó y tomó su mano para salir de casa.

Jimin se apresuró a llegar y abrirle la puerta, el castaño le agradeció con otro beso en su mejilla y entró.
El rubio se quedó mirándolo con una sonrisa de enamorado, cuando al fin reaccionó corrió del otro lado del auto para entrar y conducir a su primera parada.

Llegaron a un café, aún no desayunaban y era mejor hacerlo ya. Tomaron lugar en una de las mesas mientras miraban lo que ordenarían, cuando al fin decidieron, ordenaron y se quedaron charlando de diferentes temas.

– ¿Preparado para el día de hoy? – Le preguntó sonriente Jungkook asintió alegremente.

– Tenemos tantas cosas que hacer pero no te diré porque será sorpresa. – Colocó una mano encima de la del castaño, Jungkook miró su mano encima de la suya y con la que tenía libre la colocó encima de la del rubio. Jimin sonrió y colocó su otra mano haciendo reír al castaño ante su infantil acción. Su desayuno llegó, se la pasaron riendo y jugando, eran tan felices juntos.

Jimin se armó de valor y entrelazó su mano con la del castaño. No sabía como reaccionaría Jungkook, ahora ambos habían confesado sus sentimientos y también se habían besado pero no hablaron sobre establecer una relación, así que no sabía como se lo tomaría Jungkook.

El castaño abrió sus ojos con sorpresa y lo miró. Jimin se apenó y le sonrió tiernamente, el corazón de Jungkook dio un vuelco y sonrió mientras reforzaba el agarre.

•••

Habían ido a diferentes lugares, divirtiéndose un poco más en cada uno, ahora había anochecido y ellos ya habían terminado cenar. Jimin se levantó primero y le ofreció su mano, el castaño la tomó para ponerse de pie y salir del restaurante.

Al salir se encontraron con que estaba lloviendo. Jimin maldijo un poco, quería llevar a Jungkook a un último lugar y al fin hacer la pregunta que tanto anhelaba su corazón pero al parecer la lluvia se lo impediría. Hizo puchero inconscientemente, Jungkook lo notó y sonrió mientras se abrazaba a él. Jimin reaccionó y lo abrazó mientras sonreía.

– ¿Qué sucede? – Preguntó muy cerca de su oído.

– Te quería llevar a un último lugar en la noche. – Susurró vencido.