Real (Jikook)[Adap.]

「Capítulo 35.」

Jimin se levantó rápidamente de su lugar para correr hasta Hoseok.

– ¿Qué pasó? ¿Dije algo qué te molestó? – Preguntó el rubio inocente.

Hoseok estaba agitado y quería golpear a Jimin por decirle todas esas cosas de su novio, si antes estaba celoso, ahora lo estaba aún más, Taehyung se las vería con él después.

– Tengo que ir por mi chica, acordé salir con ella hoy. – Dijo entre dientes.

Jimin sonrió con malicia y asintió.

– Esta bien, nos hubiera gustado que te quedarás un poco más, pero anda, ve por ella. – Soltó su brazo.

Hoseok terminó de llegar a la salida y salió dando un portazo. Jimin se comenzó a reír y al recordar al castaño con Taehyung, rápidamente regresó a la cocina.

– Hoseok nunca saldría contigo. – Dijo tratando de herirlo.

– Tal vez no salga conmigo, pero creo que hay algo que le gustará. – Señalo su cuerpo.

Y por primera vez Jimin sonrío tan feliz y orgulloso. Taehyung lo estaba matando con la mirada.

– ¡Lo sabía! Eres un maldito arrastrado. – Gritó molesto.

Jimin apareció ante la vista de los dos chicos.

– Taehyung, Hoseok se fue. – Dijo desinteresado.

– ¿Por qué? – Se miraba alterado.

– No se, dijo que tenía que ir a buscar a su pareja, o algo así

– ¿Su p-pareja? – Negó rápidamente.

Salió corriendo de la cocina para encontrar al chico. Minutos después se escuchó la puerta principal cerrándose.

Jimin y Jungkook se rieron mientras se acercaban cada vez más para abrazarse felices.

– Lo hicimos, gracias kookie. – Le sonrió.

Jungkook paró de reírse para mirarlo con una sonrisa.

– Lo hicimos. – Colocó una mano en su hombro mientras afirmaba las palabras del rubio.

El rubio asintió y volvió a abrazarlo para segur riéndose. Después de eso salieron de la cocina para regresar a la mesa.

– No pienso desperdiciar eso Jimin. – Dijo mirando uno de los platillos.

– No pensaba hacerlo. – Se rió.

Ambos sonrieron para correr a la mesa y tomar lugar. Después de todo, no pensaban cenar junto con Taehyung y Hoseok.

•••

Hoseok miró a Taehyung salir de la casa de Jimin, estaba demasiado molesto con él por permitir que dos hombres lo tocaran. Primero no quería creer, se negaba, pero después, pensándolo un poco mejor, reconoció que a Taehyung le encantaba el sexo y sabía que era probable que haya tenido un trió junto con Jimin y le molestó.

Taehyung comenzó a gritar para que se detuviera, él también tenía que hablar con Hoseok, no podía creer que él se arriesgaba por el dinero para que ellos dos vivan sin ninguna incomodidad y mientras Taehyung luchaba contra Jimin, Hoseok se encontraba acostándose con cualquier chico que se sentaba en sus piernas, porque sí, le había creído a Jeon, se veía tan convencido y tan triste cundo le dijo que Hoseok no era gay, así que solo le tocó creerlo y maldecir a todo el mundo.

Hoseok lo miró con molestia y antes de que Taehyung lograra salir, arrancó el auto alargándose de ese lugar.

Taehyung se quedo ahí, mirando como se alejaba el auto de Hoseok. Sintió rabia e impotencia. Golpeó todo lo que estuvo a su alrededor y después regresó dentro, donde Jimin y Jungkook comían con tranquilidad.

Jimin lo miró con una sonrisa y después lo invitó a cenar con ellos dos. Taehyung se negó, no volvería a estar cerca de Jeon y menos cuando había dicho que su novio le gustaba.

Taehyung los fulminó a ambos antes de largarse de la cocina y correr a su habitación donde ambos chicos escucharon el sonido de la puerta.

– Bien, está molesto. – Sonrió.

– ¿Seguro qué no quieres venir a casa conmigo? La verdad es que Taehyung me da miedo, se ve muy capaz de estrangularte mientras duermes.

Jimin se rió un poco mientras negaba.

– Esta bien Kookie, seguramente ahora mismo esta encerrado en nuestra habitación, por suerte no podré dormir con él, tendré que dormir en la habitación de invitados y prefiero eso, a tener que soportarlo.

Jungkook asintió mientras reía.

– Bien, si surge algo, no dudes en llamarme y si intenta algo, ve inmediatamente a mi casa.

– Gracias Kook. – Le sonrió.

Jimin llevó su copa de vino a sus labios mientras miraba al castaño con felicidad, sabía que siempre podía contar con Jungkook y ahora, tenía la prueba más grande de eso.

Después de cenar, Jimin llevó a Jungkook a su casa, prometiéndole que saliendo del trabajo iría por él para charlar sobre la próxima parte del plan, Jungkook aceptó feliz, había notado que cuando Jimin se encontraba con Taehyung, el rubio siempre parecía sufrir y fingía sus sonrisas, pero cuando estaba con él, todo era diferente, no paraba de sonreír y de mostrar esa bonita sonrisa.

Era por eso mismo que Jungkook notaba cuando Jimin no estaba agusto, y luego estaban esas sonrisas que hacia que sus ojos se hicieran en medias lunas, justo como se encontraba en esos momentos. Jungkook se sintió tan malditamente bien al mirarlo sonreír, hace un tiempo, juraba que había perdido todo el amor por el rubio, pero no era cierto, con el paso del tiempo, su corazón solo le afirmó que lo seguía amando, lo había descubierto hace poco tiempo y estaba seguro de que aunque no estuvieran juntos, él era feliz de solo ser su amigo y el causante de esas preciosas sonrisas.

Jimin dirigió su mano al rostro del castaño, con uno de sus dedos acarició su mejilla, sonriente. Jungkook se acurrucó en su mano mientras sonreía.

Diablos, lo amaba, lo amaba demasiado y le dolía notar que para Jimin, probablemente todo entre ellos había terminado realmente.

Sintió sus ojos aguarse y rápidamente negó mientras se despedía de él para salir del auto y encaminarse a su puerta.

Jimin lo miró, Jungkook era relamente bonito, se veía tan fuerte y varonil, pero a la vez se veía tan pequeño y lindo, que solo quería abrazarlo y pasar el resto de su vida así, abrazando a Jungkook.

Jungkook se regresó para mirar hasta el auto del rubio y despedirse con su mano. Jimin le volvió a sonreír y agitó su mano en el aire mientras lo miraba entrar por completo en casa.

Suspiró con una sonrisa, había extrañado tanto a Jungkook y ahora que lo tenía a su lado, seguían siendo tan cercanos y amigables, como la primera vez. Sonrió nostálgico y puso en marcha su auto para alejarse de la casa del castaño.