Real (Jikook)[Adap.]

「Capítulo 47.」

Jimin besó una última vez los labios de Jungkook para regresar en lo que estaba. Apartó sus dedos y tomó su miembro para acercarlo lentamente. Decir que Jimin se sentía un poco triste por no ser la primera vez de Jungkook, era poco, ambos eran mayores, claro que habían tenido necesidades al rededor de su vida. Pero eso no era lo que importaba, el rubio solo trató de pensar que la persona que lo haya tomado por primera vez, haya sido lento y suave.

Jungkook soltó un gemido al sentir a Jimin invadiéndolo y llenándolo por completo. Sus manos se aferraron a las sábanas de la cama mientras escondía su rostro en ellas.

El rubio lo tomó de su cintura para comenzar a moverse, tan pronto como lo hizo, Jungkook comenzó a gemir bajito, tratando de no perder el control ante todas las sensaciones que el rubio le transmitía. Jimin lo veía desde su lugar, sus anchos hombros tensos, su piel perlada suave... Diablos, todo de Jungkook le gustaba ¿Era eso posible? Por varios años pensó que los padres de Jungkook habían creado al hijo perfecto desde antes de nacer, escogiendo su color de cabello, ojos, incluso su hermoso corazón pero claramente eso no pasó, sus padres le pusieron mucho empeño y cariño a la hora de procrearlo, era por eso que el rubio les agradecía infinitamente por crear a una hermosa persona, tanto por dentro al igual que por fuera.

No había notado en que momento su velocidad aumentó, estampando sus testículos en el trasero del castaño, creando un sonido sordo que hacía a ambos excitar aún más.

Jungkook soltó un gemido fuerte para después cubrir su boca con sus manos, estaba avergonzado en esos momentos pero tenía que admitir que nunca lo habían follado con tanto amor y ternura, aunque Jimin era duro y rápido, le gustaba porque lo estaba disfrutando. Pudo sentir como Jimin tocó ese punto en específico, volviéndolo loco. Su cabeza se echó hacía atrás mientras sus uñas se enterraban en el colchón de la cama. Jimin supo de inmediato que se había encontrado con el punto dulce de su amor.

Sus manos se aferraron a la pequeña cintura de Jungkook para comenzar a perder el control, saliendo y entrenado rápida y duramente en él. Jungkook era un manojo de gemidos, no había parado de gemir y decirle al rubio lo bueno que era en lo que hacía. Soltó un pequeño grito cuando sintió su cuerpo ser girado, sus ojos se encontraron con los del rubio. Se perdió en ellos mientras lo sentía dentro.

¿Era posible que se este muriendo de la excitación por tener a Jimin con su hermoso cuerpo bronceado y perlado por el sudor, incluso sus cabellos pegados en su frente, mojados, haciéndolo mirar tan sexi pero a la vez estar muriendo de ternura por lo lindo que se miraba sonriendo? Probablemente era la pregunta más larga y exagerada que se estaba haciendo pero ya no podía pensar bien, su cerebro era agitado al ritmo de las estocadas del mayor y su cuerpo sacudiéndose por eso.

Jungkook sonrió como pudo, los ojos de ambos brillaban. Jimin se acercó a su rostro, sin dejar de penetrarlo, comenzó a dejar varios besitos en su rostro haciendo a Jungkook reír divertido. Al final ambos labios se unieron. Jimin se sintió ir al cielo en cuanto tocó los esponjados e hinchados del castaño. Jungkook mordió su labio, calentando más al rubio. Error, Jimin ya no tendría piedad. El rubio logró separar sus labios para sonreirle, la preciosa mirada del rubio ya no estaba, ahora su rostro se había oscurecido al igual que sus ojos. Jungkook pudo leer toda la excitación en su rostro y mordió su labio ante eso.

Se levantó como pudo, empujando al rubio en la cama, ahora Jungkook tomaría el control. Jimin no se negó, al contrario, logró tomar una de las almohadas para aponerla de bajo de su cabeza y con sus manos apretar las mejillas del trasero del castaño.

Jungkook dejó su cabeza caer al pecho de Jimin mientras se movía. Ahora el rubio apartó sus manos de su trasero para abrazarlo fuertemente.

– Te amo. – Le dijo sonriente
Jungkook levantó la cabeza, sonrió y se acercó a sus labios.

– Te amo más. – Le susurró en estos para seguir moviéndose.

Ambos gimieron al mismo tiempo cuando Jimin se corrió, llenado al mayor con su esencia mientras Jungkook manchaba su pecho y el del rubio.

Ambos se rieron mientras intentaban calmar sus respiración. Jimin cambió la posición, girando en la cama, ahora Jungkook se encontraba de nuevo bajo él. Sonrió y lo besó sin salir aún, Jungkook no se quejó, al contrario, quería tener al moreno un poco más de tiempo. Se sonrieron mientras se besaban, estaban demasiado felices, habían dado un paso más en su relación, el paso más grande e importante. Finalmente Jimin salió de él para estirarse y tomar una de las sábanas, limpió el esperma de Jungkook de ambos cuerpos, de limpió un poco el desastre que había hecho en el trasero del castaño, para tirar la sábana de la cama y tomar una nueva. Envolvió sus cuerpos y se acomodaron para dormir un rato.

•••

– Ve más lento cariño. – Namjoon le gritó.

Seokjin paró de correr para regresarse hasta su novio. Le sonrió y lo llamó con una de sus manos.

– Rapmon quiere correr, no es mi culpa. – Se rió.

Al fin el mayor llegó hasta ellos para tomar la correa del perrito y después acercarse para dejar un besito en la nariz de su pareja.

– ¡Holaa! – Escucharon
Ambos chicos se giraron hasta la voz que los llamó, ahí se encontraba Baekhyun, de la mano de su novio.

– Baek, pensamos que no vendrían. – Seokjin le sonrió

– ¿Y perderme la sorpresa para Jimin y Jungkook por su aniversario? Ni loco.

– Bien, vamos.

Las parejas después de encontrarse se juntaron para hacer las últimas compras y partir en sus autos hasta casa de Jungkook donde sabían que estarían.

Nunca pensaron que tal vez ellos dos estarían disfrutando de su amor. Baekhyun llamó a la puerta. Pudo escuchar unos pasos y ambas parejas tomaron sus cosas para la sorpresa.

Un Jimin mojado, sin camisa y solo vistiendo una toalla al rededor de su cintura los recibió. Los cuatro chicos abrieron los ojos de más mientras el rubio maldecía y se sonrojaba.

– ¿Quién es cariño? – Jungkook salió de su habitación.

Sus cabellos estaban mojados, vestía un gran buzo amarillo y un short corto. Los chicos supieron en seguida que ambos se habían duchado juntos y solo pudieron sonreír para después mostrarles su sorpresa.

Habían comprando un pastel en forma de corazón con las iníciales de ambos chicos grabadas con el merengue color blanco. También habían comprado una botella de champagne algunos aperitivos para consentir a la pareja de oro.

Se la pasarían increíble, claro, después de que Jimin se pusiera algo de ropa.

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🍪Hola galletitas, espero hayan disfrutado de este pequeño maratón.💙

🍪Se nos vienen los especiales de las parejas y estamos a nada de llegar al final de esta hermosa historia así por favor denle mucho amor.💜

Gracias por leer galletitas.✨🍪
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