「Capítulo 41.」

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Jungkook abrió sus ojos al sentir que jugaban con sus cabellos y después con sus labios. Jimin apareció en su campo de visión y se emocionó mientras sonreía.

– ¡Buenos días! – Soltó alegre para después acercarse y dejarle un pequeño beso en su frente.

Jungkook se rió feliz y le regresó el saludo mientras se refugiaba en sus brazos.

– Soñé que habías regresado y que nos besábamos... Ahora recordé que eso en verdad pasó y me siento realizado en la vida. – Jimin se rió con ternura.

– Eres tan tierno. – Lo miró. – También lindo. – Sonrió. – Tus labios... Si supieras, kookie, cuántas veces soñé con optener uno de esos besos, seguramente me echarías de tu casa por tener estos sueños con tu persona.

Jungkook colocó una mano en su pecho mientras reía.

– Solo tenías que pedirlo si tanto lo querías.

Jimin lo miró sorprendido para después sonreír.

– Jungkook, ahora mismo necesito ir a casa para darme una ducha, luego iré donde mis padres y haré otras cosas, no creo tardar tanto, mientras yo hago todo eso, tú. – Colocó un dedo en la punta de su nariz. – Te cambiarás o te ducharas, lo que Jungkook haga al despertar, porque después vendré y nosotros dos tendremos una cita.

– ¿Una cita? ¿Me besaste antes de nuestra primera cita? ¿Qué es esto Jimin? – El rubio se rió mientras negaba – Nosotros no necesitamos tantas citas antes de nuestro primer beso, eso es para principiantes. – Jungkook se rió esta vez.

– Anda, ve a casa, si tú no me sueltas yo no pienso soltarte.

Jimin se acercó y besó sus mejillas con amor para después alejarse con pesar lentamente. Jungkook negó mientras enredaba sus piernas en las del rubio.

– Esto es trampa kookie, no podré ir si no me sueltas. – Jungkook volvió a negar. – Bien, nos quedáremos en cama, ya no iremos a desayunar, mucho menos por unos postres, tampoco iremos al cine y creo que también cancelaré la reservación de la cena.

Jungkook lo miró incrédulo.

– ¿Quieres hacer todo eso hoy? – Su boca se abrió un poco mientras lo miraba fijamente para encontrar la falsedad en sus palabras.

– Eso y mucho más pero si no me dejas ir creo que no haremos nada de eso.

– Esta bien, te soltaré solo porque quiero ir al baño.

Jimin se rió mientras miraba como el castaño comenzaba a soltarlo lentamente. Volvió a dejar un beso en su frente y se reincorporó en la cama. La noche anterior después de su reencuentro, Jungkook no había parado de llorar en su pecho, cuando llegaron a casa del castaño cenaron algo ligero y después caminaron hasta su habitación donde charlaron de varias cosas, como de sus sentimientos, después ambos se quedaron dormidos.

Jungkook se reincorporó del otro lado de la cama para caminar hasta el baño. Jimin se colocó su abrigo mientras arreglaba sus cabellos en el espejo. Cuando Jungkook salió le sonrió para caminar hasta él. El mayor le sonrió y le ofreció su mano. Jimin la tomó y caminaron hasta la entrada, ahí el rubio lo abrazó. Jungkook se refugió en su pecho mientras sonreía. El rubio besó sus cabellos y se separó lentamente de su cuerpo. El castaño lo miró caminar hasta su auto, agitó su mano en el aire y volvió a entrar a su casa con una sonrisa.

Soltó un pequeño gritito de felicidad mientras sentía sus comisuras casi doler por sonreír tanto, rápidamente corrió a su habitación para buscar la ropa que usaría ese día.


•••


– Señores, su hijo esta aquí. – La ama de llaves hizo reverencia para ellos para después moverse un poco.

Jimin entró a la cocina con una sonrisa. Sus padres se pusieron de pie rápidamente al mirarlo. La mujer corrió hasta su pequeño para abrazarlo fuertemente mientras lloraba en su pecho. El señor Park también se apresuró a llegar, sin creerse que su hijo estuviera ahí.

– ¡Volviste! – Lo abrazó fuertemente.

– Fui un tonto al irme, aquí esta todo lo que quiero y tengo. – Sonrió.

Su madre pareció entender a lo que se refería, o mejor dicho, a quién se refería. Su sonrisa se asancho mientras lo volvía a abrazar.


•••


Había pasado más de media hora que Jimin se había quitado de casa del castaño, al llegar al lugar le había enviado un mensaje donde le decía que había hecho su última parada y que después de eso iría por él.

Guardó sus pertenencias en la bolsa que le habían entregado, dejando sus anillos, pulseras, aretes, reloj y cadenas en el lugar. Colocó su nombre y lo entregó. El guardia de la entrada le colocó un número en su ropa y lo dejó pasar para después cerrar la reja detrás de él.

Jimin siguió caminando por el único camino hasta llegar a la sala de visitas, buscó con la mirada una mesa vacía y caminó hasta ese lugar. Suspiró, estaba ahí, miró a la gente a su alrededor, todos charlaban con sus seres queridos que desgraciadamente se encontraban en ese lugar.

La reja al frente de él, a unos metros, se abrió, en una silla de ruedas y vistiendo un traje completo, naranja, el oficial dejó a Taehyung en su misma mesa.

El chico al alzar la mirada se encontró con los ojos de Jimin, rápidamente apretó los puños para después apresurarse y tratar de moverse en la silla de ruedas y regresar a su celda, pero aún no sabía como controlar sus movimientos.

– Hey, tranquilo. – Lo calmó, Taehyung paró de moverse para mirarlo con odio, por culpa de él estaba en ese lugar, por culpa de Jimin, Hoseok aun no despertaba.

– No quiero verte, no quiero que estés aquí. – Dijo frío.

– Taehyung. – Lo llamó. – Te perdono. – La mirada de Taehyung se clavó en la del rubio incrédulo.

Jimin lo analizó por unos momentos, Taehyung seguía mirándose tan guapo a pesar de que su rostro se encontraba herido, con hematomas y golpes.

– ¿Te éstas burlando de mi? No quiero tu perdón ni tu mierda Jimin, largate de aquí, creo que sabes que nunca estuve enamorado de ti, solo te usé, no trates de burlarte de mi por esto. – Lo miró enfadado

– En los meses en que estuvimos juntos, te dejé más que en claro que yo nunca bromearía con estas cosas. – Su rostro estaba tan serio que Taehyung asintió.

– ¿Y qué haces aquí? Creo que te enteraste de lo que Hoseok y yo hicimos, si viniste a ver lo mierda que estoy, bien, estoy jodido, las piernas no me responden, el doctor dice que volveré a caminar cuando me cure del todo pero ahora estoy condenado a esto. – Lo miró. – Tuviste suficiente, te puedes ir por donde viniste.

Jimin no apartó la mirada de él, le costaba creer que tenía a Taehyung enfrente de él, el chico en verdad estaba muy irreconocible.

Real (Jikook)[Adap.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora