Magia de Amor

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Luego de sólo cuatro días, ambos chicos conociendo por su parte otros trainies, Jin apenas viéndolos mayormente por la mañana unos minutos y unos cuantos en las noches, eran días emocionantes y sin embargo uno de ellos empezaba a sentirse triste y no lo había externado.

Jimin siempre fue hijo de familia, algo sobre protegido, sociable en su escuela y aceptado pues eran los mismos compañeros desde que inició sus días escolares, sus maestros le tenían aprecio, por lo que le llamaban por su nombre, y lo ubicaban por ser parte del alumnado desde pequeño, siempre fue tranquilo y educado, un niño dulce que no daba problemas.

Acostumbrado a cariño, atención y risas constantes aún en la escuela de danza donde empezó también muy pequeño y había compañerismo a pesar del alto nivel de competencia de algunos incluyendo al mismo Jimin.

Pero acá todo era diferente, estaba en una gran urbe, la mentalidad era otra, la gente que veía en el transporte era seca no como los señores Cho que le saludaban a diario camino a la escuela y a veces le regalaban pan dulce con arroz para su almuerzo, no como la señora Lee que siempre le saludaba sonriente mientras barría su entrada, o como el señor Kim que salía siempre apresurado a llevar a sus hijos a la escuela y muchas veces le daba un aventón a su escuela aprovechando que le quedaba de camino y por ser vecino de toda la vida casi lo veía como un hijo extra, no, acá con trabajo había un saludo seco de por medio, la competitividad de algunos trainies era feroz y muchos eran excelentes, Jimin era muy bueno, y quizá excelente en su lugar de origen pero acá su brillo llevaba un gris tenue, y esto le empezaba a afectar, además de no coincidir mucho con otros compañeros que apenas le dirigían la palabra.

Su único amigo era Jungkook y tenía clases aparte y últimamente los lapsos que podrían verse en la agencia eran llenados con pequeñas grabaciones, y reuniones de los productores con el menor, al parecer les tenía muy impresionados y querían seguirlo cultivando por lo que esas reuniones eran las bases de futuras clases personalizadas para este chico.

Y el hecho de escuchar a un par de trainies hablar sobre su sobrepeso en los vestidores no era tampoco algo a lo que estuviera acostumbrado, de donde el venía en sus clases de danza su maestra le había instruido a hacer ejercicios para que mejorará su tonificacion por algunas presentaciones donde se mostraría más piel, Jimin siguió cada uno de sus consejos dejando a todos impresionados.

¿Y ahora, era "demasiado grande" para el estándar?

Hablaron de sus mejillas como si fuera algo asqueroso y de su sobrepeso evidente cuando el siempre se había considerado a sí mismo delgado, pero al parecer aún esa talla de diferencia entre el y esos trainies era considerado algo aberrante para muchos.

En casa no era lo mejor, apenas veía a su primo con quien no hablaba hace años, y los escuchaba hablar tan emocionados que se sintió mal, si decía como se sentía seguramente les quitaría la emoción a Jin y Kook a quienes parecía que les estaba pasando lo contrario, y además tal vez podría hacer recordar al menor cuanto extrañaba su hogar, Jimin se mostraba fuerte y positivo frente a él, sentía responsabilidad, quizá por que le recordaba a su hermano menor.

Tampoco podía llamar a su casa pues todos estaban emocionados por que el siguiera su sueño y hubiera conseguido quedarse, le dolía, ¿cómo podía admitir ahora que no se sentía al nivel requerido y que extrañaba que le vieran como alguien prometedor y no como alguien defectuoso o insuficiente? y eso lo hacía perder confianza día a día.

Pará el tercer día, empezó a ensayar más tiempo y saltarse algunas comidas.

Aún creía que las cosas mejorarían al iniciar semestre, conocería nuevas personas y siempre le había ido muy bien en la escuela y siendo sociable.

Su familia lo visitó ese domingo antes de comenzar clases, y le llevaron detalles a él y a Kook, al parecer luego de hablar con Jin, sus padres se contactaron con la familia de JungKook, no pudieron ir por la premura del viaje pero prometieron ir en la siguiente oportunidad, los padres de Jimin se ofrecieron a llevarles consigo viajando en auto y compartir gastos.

Jimin no pudo tocar el tema, no quiso molestar, aún tenía esperanzas de que todo estaría mejor y se sentía realmente feliz de hablar con su familia aún si no les decía como se sentía.

Empezando el semestre, vio sus esperanzas de mejora social derrumbada, siendo el último para terminar el año todos tenían sus círculos sociales formados, y aunque les causaba curiosidad por ser el nuevo, los chicos lo veían con algo de envidia por la atención que obtenía de las chicas al verse tan tierno por su estatura y mejillas, ese aire de niño, sin embargo, no jugó a su favor como el creyó, las chicas lo veían tierno pero como alguien menor y los chicos lo medio toleraban pero odiaban que obtuviera toda la atención, dejándolo en un limbo en el que todos le hablaban un poco en conversaciones impersonales pero nadie lo incluía realmente en su círculo o equipos de trabajo.

Estoy acabado, esto apesta, extraño mi hogar y mis amigos.

Pensaba con mucho pesar y caminaba de nuevo solo a casa refunfuñando su mala racha, había pasado una semana desde que inició clases y Jungkook no se había regresado a casa con él, salía una hora antes y una camioneta d ela agencia pasaba por él, de verdad que invertían en el futuro prometedor de su amigo.

Tan ensimismado iba que por ir cabizbajo no vio que estaba a punto de chocar con alguien.