Magia de Amor

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Obediente mente y con el pecho lleno de una calidez extraña, Namjoon regresó al sillón al lado de Jin y se aferró de nuevo a su cintura, buscando su olor y cercanía, parecía un niño pequeño posesivo y un tanto asustado, el mayor le daba caricias suaves en el cabello que lo hacían relajarse, estaba seguro que de ser un cambia forma felino estaría ronroneando felizmente.

Después de un rato, cenaron juntos, los más jóvenes se fueron a dormir y los adultos decidieron ver una película luego de que el modelo se cerciorara de nuevo de la presencia de la osa aún afuera por medio del conmutador.
Envío un mensaje por el celular y preparó palomitas.

Jin busco una película popular, le habían recomendado mucho una donde la protagonista era una cambiaforma canario y el galán un cambiaforma halcón que era jefe de la mafia coreana, él la secuestra, la mantiene a su lado, de algún modo luego se enamoran y viven por un año un tórrido romance.

Namjoon no le ponía especial atención a la película pero lo poco que entendía le parecía cursi y forzado, sin embargo, le gustaba estar así con Seokjin, en su burbuja, cómodos el uno con el otro y dándose mimos.

— No entiendo porque romántizan el secuestro, ¿es porque es guapo?, ¿es por la emoción?, ¿es porque le compra cosas de diseñador? — pregunta el productor sólo por molestar al mayor.

— mm, tampoco lo entiendo, creo que de estar en el lugar de la chica yo estaría en estado catatónico, demasiado enojado y demasiado asustado como para pensar en verlo guapo. — contesta Jin sin prestar mucha atención.

— ¿No será más como un síndrome de Estocolmo? El tipo la aleja de todo su mundo, la tiene aislada y actúa como el galán perfecto dándole todo lo que ella no obtuvo de su novio, se convierte en su única compañía y proveedor por un año. — agrega Namjoon.

— Podría ser, añadele que el tipo no es feo y tiene poder, podría tener a la mujer que él quisiera y quizá el hecho de que escoja justamente a una mujer que se siente reemplazada y dejada de lado en su relación, y que ya no sea exactamente la más joven pues, supongo que eso la hace sentir especial. — Jin le comenta.

— Eso también, es como un Dios falso, porque ni siquiera disfrutan de una charla o la compañía del otro, sus encuentros son sólo lucha de poder y deseo, aunque es obvio que él es el que controla todo y le da una falsa ilusión de seguridad, dedicándose a eso, puede tomarla y desaparecerla cuando quiera.

— Exacto, eso es lo que yo pensaría todo el tiempo, en el momento en que se canse de mi el secuestrador, nadie sabrá que pasó conmigo, no volvería a ver a mi gente, me daría mucho miedo toda esa situación, creo que a cualquier persona sensata le asustaría. — Jin siente una ligero escalofrío sólo de imaginarse en esa situación.

— Además, un jefe de mafia, no es una buena persona, debe tener poca tolerancia, y todo un séquito de gente dispuesta a lo que pida. — Nam agrega pensando que le encanta el rumbo de la charla ahora que ya ni le está poniendo atención a la película.

— Oye y también podría ser un caso de demonios internos que embonan, ya sabes, lo que la gente llama complemento, él está acostumbrado a tener lo que quiere pero justo se empeña en una fulana que no le hace caso "aparentemente"y talvez eso es lo que busca, un reto, y ella alguien que la domara y la hiciera sentir irreemplazable. —Jin agrega con voz chistosa y una cara dramáticamente en sorpresa, logrando que Namjoon se ría y se olvide de todo lo ocurrido las últimas horas.

— mm, eso es un punto de vista interesante —agregó el productor jugando, siguiéndole la corriente al modelo que comía ruidosamente y soltando soniditos de gusto cada que comía algunas palomitas — ¿Cuáles son tus demonios internos? — pregunta coqueto el alto moreno.

Jin suelta una carcajada y tose un poco por las palomitas que aún quedaban en su boca — Tú no necesitarías secuestrarme ni armar tanto teatro Joonie, me gustas, contigo me quedaría sin pensarlo dos veces si me lo pides — contestó sin filtro, para luego al momento de terminar de hablar darse cuenta de lo que dijo, llevo una mano a sus labios, abrió desmesuradamente sus ojos y un bonito sonrojo cubrió desde arriba de sus clavículas, pasando por su cuello hasta sus orejas y un poco en sus mejillas, prácticamente se había declarado al productor.

Namjoon también estaba sonrojado, jugaba nerviosamente con el control remoto, su sonrisa dulce donde mostraba sus hoyuelos se dibujaba en su rostro y se sentía halagado y emocionado con las palabras de Jin.

— E-entonces... Q-quédate conmigo Jinnie, siempre... —

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Niñas hermosas, les dedico este capítulo, ustedes me ayudaron a pensar en cómo concluirlo, a decir verdad, tenía un horrible bloqueo y no sabía cómo hacer para llegar a esta confesión entre Nam y Jin, gracias bebus por sus ideas 🤗
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