Jimin estaba recostado boca abajo, su cabeza descansaba en el pecho del mayor, pasaba su dedo índice sobre la piel desnuda de Yoongi.— Hyungie...
— ¿mm?
— ¿Recuerdas lo que me dijiste ese día bajo la corniza?
— Sí...
— ¿Me lo repites?
— No lo recuerdo con punto y coma... — rió un poco, sinceramente divertido con la petición del menor.
— No importa, sólo quiero volver a escucharlo.
— Ok... — hace una pausa dramática y carraspea antes de empezar —... Jiminie, no he dejado de pensar en ti, cada toque, cada mirada, cada risa, ya no puedo seguir así, traté de negarlo para no lastimarte, pero desde esa noche invades mis pensamientos, sólo quiero saber si tú te sientes como yo...
» Y tú respondiste...— Me gustas Yoongi hyung, mucho...
— Sí, bueno, luego hablamos de que Jin tenía razón y eres menor y tú me dijiste...
— Calmate Matusalem — soltó una risita — apenas me ganas con menos de dos años.
— Mmjm — afirmó el pálido productor dejando un beso en la frente del menor.
— Y aquí estamos...
— Y aquí estamos...
Jimin empezó a tararear una canción y Yoongi le veía mientras lo hacía, el menor cerró sus ojos y ofreció sus labios buscando un beso, el joven productor no se resistió y de inmediato depositó varios besos cortos.
Ambos ahora estaban agitados y agotados, tratando de recuperarse de lo que pasó y de la lucha de poder para lograr equilibrar sus energías, sin embargo, se sentían en paz, plenos, satisfechos y correspondidos en igual nivel de aceptación mutua.
Yoongi ahora comprendía eso de que eran equilibrio, ambos se equilibraban y se complementan, pero son completos por separado.
Ya tendrán lo que les reste de vida para ir limando asperezas y embonar perfectamente como una máquina bien aceitada, por lo pronto, se dieron cuenta que no necesitaron palabras para comprenderse, su entendimiento era a otro nivel, uno basado en la interacción innata de sus energías que se atraen con cuidado de no mezclarse y un lenguaje corporal totalmente claro entre ambos.
Era obvio que con el tiempo serían de esas parejas que basta con una mirada o una entonación sutil de su cuerpo para que el otro entienda lo que le están pidiendo.
Yoongi podía entender todo eso y reflexionar, jamás pensó vivir esto, jamás creyó que hubiera alguien así para él que le entendiera prácticamente sin hablar, más en un estado casi animal, tan básico que es imposible de alcanzar por la mayoría que hemos sido estropeados por la civilización y el entumecimiento propio de adormecer nuestros instintos.
El siempre se sintió algo inadecuado y frustrado pues no se sentía tan hábil socialmente, sus comentarios sin filtro, su modo de pensar práctico, fuera de la caja y objetivo muy frecuentemente era malinterpretado como frío cuando en realidad es resolutivo al ser capaz de ver el punto exacto del problema y señalarlo.
Siempre terminaba sintiéndose algo incómodo con otras personas o posibles amores, incomprendido o insatisfecho.
Y aquí estaba ese chico casi dos años menor que él, tan inocente pero con una madurez animal e interna suficiente para igualarlo y darle la plenitud que tanto buscaba y que no sabía que necesitaba.
Sonrió dulcemente al escuchar a su pequeño compañero roncar bajito a su lado. No pudo evitar girarse hacia él y admirarlo totalmente enamorado, tratando de grabarse cada detalle en su mente de ese momento, que podría ser tan pasajero para alguien más pero para él fue un momento de iluminación de vida y amor absoluto.
El momento en que se supo completamente enamorado y correspondido.
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Magia de Amor
FanfictionTae siempre supo que había un gran amor destinado para él, alguien que lo entendía y amaría incondicionalmente, pero jamás jamás jamás espero que su amor destinado sería tan diferente... Poli amor y mención de ships