Capítulo 2: Negación

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— ¡¿En que estás pensando hijo?! —preguntó furioso Simba.
—Si esto funciona, podría haber paz en las praderas —dijo Kion frunciendo el ceño.
— ¡¿Quieres terminar igual que Scar?! —preguntó desesperado Simba, odiaba recordar a ese león, el león que le arruinó toda su infancia y le quitó muchas cosas especiales para el... —¡¿exiliado por aliarse con hienas?!
— ¿Eh? —Kion no estaba confundido por lo que decía su padre, entendía muy bien, solo que no entendía el porque le decía eso.
—A Scar lo exiliaron por juntarse con las hienas, y tú bien sabes que las hienas son malvadas —dijo Simba, mientras recordaba ese día cuando era cachorro junto a Nala que se fueron a explorar al cementerio de elefantes, donde las hienas casi llegaban a matarlos, si no fuera por su padre Mufasa, tal vez no hubieran seguido los dos con vida... ese día Simba solo sabía que: Las hienas son malvadas. Además, ellas participaron en el asesinato de su padre...
—Pero el se juntó por utilizarlas para su propio beneficio y para el mal, no para el bien como yo lo haré —se defendió Kion, el solo quería ayuda de su padre, consejos...
— ¿Sabes como son las hienas no kion? ¡Las hienas te manipularán! —gritó Simba — ¡puede de que te manipulen y te jalen a su lado!
— ¿Y entonces por qué permitiste mi amistad con Jasiri? —preguntó Kion
Simba dio un gran suspiro, ya casi perdiendo la paciencia.
—Eso fue diferente Kion, ahí tú me contaste lo buena que era ella, Jasiri te ayudo a salir de las lejanías, y combatió junto a ti contra el clan de Janja, ademas, me la presentaste, y pude ver muy bien que ella me respetaba, y también al ciclo de la vida —dijo Simba mas calmado, había visto en los ojos de la hiena que eran sinceros, llenos de alegría y bondad...
Kion bajo un poco la cabeza.
—Así que olvídate de esa idea —dijo Simba dando pasos rápidos saliendo de la roca del rey, de seguro a buscar a Kiara para seguir con su conversación.
Kion solo se quedó ahí parado, en medio de la roca del rey.
No logró convencer a su padre a que lo ayude en su nueva idea de amistarse con las hienas...
Salió de la roca del rey, sin saber que las leonas lo observaban escondidas; no habían visto la pelea entre Simba y Kion, pero lograron ver al cachorro de león andando triste... excepto Nala, que logró escuchar solo un poco...

No fue tan fácil como pensé... —se dijo Kion para sus adentros.
Quería pedirle al menos un consejo ahora a su abuelo Mufasa, pero decidió mejor no hacerlo, pensaba que de repente puede que reaccione igual que su padre...
Siguió caminando hasta llegar a un charco de agua, se paró y tomó un poco de agua, se sentó al costado del charco y empezó a recordar las frases que le decía su abuelo Mufasa...

Tienes que tener confianza en ti mismo Kion

Las decisiones más fáciles no siempre son las adecuadas

Un buen líder es cuando perdona a sus enemigos

Todos esos consejos de Mufasa pasaron por la mente del león. Y varias tenían sentido por lo que estaba pasando Kion. No necesitaba nuevos consejos, ya los tenía...
La decisión es difícil, si, pero no imposible, y si se logra podrá haber paz en las praderas...
Cuando Kion esté ofreciéndole a Janja su amistad, estará perdonándolo al mismo tiempo...
Ya tenía todo... estaba decidido: iba a ofrecerle a las hienas su amistad.
—Aunque mi padre no me ayude, lo haré por mi cuenta —se dijo Kion, pero luego recordó a sus amigos: la guardia del león.
¿Tendría que decírselo a ellos también?
No sabía si hacerlo o no, puede que reaccionen igual que Simba, en especial Fuli.
—Creo que lo mejor es primero tener mi amistad con Janja en secreto, y cuando todo esté más calmado y listo, les digo a mis padres y a la guardia del león... —susurro Kion con una sonrisa.
El plan parecía difícil, pero cuando se lo tomó con paciencia, resultó ser más fácil, o era lo que pensaba...

Más tarde, ese día, algunos de los leones, Rafiki, que era el Majuzi real y la guardia del león se reunió abajo de la roca del rey, junto a un antílope, que sería el nuevo líder de su manada.
—Como todos lo saben, es costumbre de las praderas que el nuevo líder de una manada en las praderas ponga su huella en esta roca —dijo Simba señalando con su pata una roca algo grande, con varias huellas, ya sean de jirafas, galagos, babuinos, cebras, entre otros animales.
La realeza dio pase al nuevo antílope líder, que él avanzó mientras los demás lo miraban.
Con su pata piso un charco de lodo y luego pegó su pata en la roca, dejando ahí su huella.
Los antílopes tenían un nuevo líder.
—Muy bien hecho Urafiki —dijo Simba con una sonrisa.
— ¡Si! Jaja, ahora los antílopes tienen un nuevo líder —dijo Rafiki riendo como de costumbre.
—Gracias —agradeció Urafiki con una sonrisa amable.
A Kion le encantaba ver esa presentación, era linda. Cuando un nuevo animal tiene la oportunidad de ser un líder, con nuevas responsabilidades. Era difícil ser líder, si, pero era linda la experiencia.
En el caso de los reyes y los lideres de la guardia del león, no ponen su huella, ya que ya son recordados con las pinturas de la cueva.

Termino la presentación y todos se fueron, excepto la guardia del león se quedó mirando a Kion.
Kion presentía que algo le iban a preguntar... y tenía toda la razón.
—Kion, hoy reaccionaste... mmm... ¿raro? —dijo Fuli tratando de sonar amable con su pregunta, mientras tenía una sonrisa nerviosa en su rostro.
— ¿A qué te refieres? —preguntó Kion.
—Tu nunca actúas así —respondió Ono, aunque igual Kion no logró entender muy bien, por una parte estaba entendiendo algo: estaban sospechando de algo.
— ¿A-así como? —preguntó Kion.
—Tu nunca dejas de lado el patrullaje —dijo Bunga serio.
— ¿Te ocurre algo Kion? —preguntó Fuli acercándose a su amigo con las orejas agachadas.
—Somos tus amigos, podemos ayudarte —dijo Beshte también acercándose con una sonrisa.
Por un momento, Kion iba a decirles su plan, pero decidió mejor tenerlo en secreto para no causar problemas.
—Eh... no me pasa nada... solo que... eh... —Kion trató de buscar una excusa —no dormí bien —sonrió nerviosamente —ustedes saben, yo duermo todo el rato en la cueva de la guardia del león, y dormir en la roca del rey de nuevo fue algo nuevo para mi.
Los demás miembros de la guardia del león intercambiaron miradas.
—Bueno, eh... estoy cansado, iré a descansar, nos vemos mañana para el patrullaje —dejo de sonreír nerviosamente y sonrió normal, pero por dentro estaba totalmente nervioso y se retiró corriendo.
— ¿Está bien? —dudó Fuli inclinando un poco la cabeza en señal de confusión.
—Bueno, yo iré por gusanos para llevárselos al tío Timón y al tío Pumba —dijo Bunga despidiéndose con una sonrisa.
—Yo volveré con mi padre, tengo que ayudarlo con los demás hipopótamos —se despidió Beshte.
—Y yo con la bandada, no quiero que se preocupen por mi —sonrió Ono levantando el vuelo.
—Y yo iré a correr antes de irme a descansar—dijo Fuli para si misma, ya que la habían dejado sola —pero la actitud de Kion hoy fue extraña... algo nos oculta... averiguare qué es lo qué trama —pensó.

Kion decidió dormir esta vez en la cueva, para que su plan pueda funcionar.
Durmió cerca de la entrada, por suerte no hacía tanto frío, ademas, no iba a dormir mucho ese día...
Solo tengo que esperar a que todos los animales de las praderas estén dormidos para salir y dirigirme hacia las lejanías, a empezar con el plan... —susurro Kion.

Pasó un largo rato, Kion no había dormido nada, estaba atento.
Todos los animales estaban durmiendo: era la hora.
Salió de la roca del rey y camino en silencio hacia las lejanías.

Urafiki significa "amabilidad" del idioma suajili.

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