Capítulo 8: El regreso de Jasiri

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— ¡Fuli! —exclamó nervioso Kion —pues eh... quisiera decírtelo pero... eh... no puedo... —trago saliva —solo te puedo decir que lo sabrás más adelante...
Fuli lo miro con una expresión triste.
Se quedaron un rato mirándose.
Perdón... —susurro y al decir esto salió corriendo lo más rápido posible. Fuli decidió no seguirlo; no sabía qué sentir... ¿tristeza? ¿Dolor? ¿Enojo? ¿O una mezcla de todo?
No esperaba que Kion hiciera eso...
Necesitaba vigilar ahora a Kion, porque algo le ocultaba, al final, era su amigo, y quería ayudarlo, pero para esto, necesitaría ayuda...

Kion corrió rápidamente y llegó a las lejanías, al territorio de Janja, donde vio a Janja boca arriba en una roca lamiendo un hueso.
—Janja —dijo Kion, llamando la atención de la hiena.
La hiena dejó de lamer el hueso y miro a Kion, parándose de la roca.
—Vaya Kion —sonrió Janja mientras saludaba.
—Necesito tú ayuda —pidió Kion.
—Ahg, ¿que necesitas? —preguntó.
—Que ataques las praderas —dijo.
Janja se quedó un momento mirando al león con una mirada confusa, tratando de entender lo que le decía el cachorro de León, ¿atacar las praderas? pero luego una sonrisa malvada se mostró en su rostro.
—Jajajaja, ¡Si! ¡Con gusto las atacaremos! Parece que alguien dejará de respetar el ciclo de la vida —bromeó.
Kion rodó los ojos.
Conociendo a Janja, puede que sea algo fastidioso.
— ¡Espera! —lo callo —déjame explicar, mis amigos sospechan de porque las hienas no están atacando, piensan de que están armando un gran plan para acabar con las praderas, y para calmarlos necesito que hagan un "ataque", pero sin dañar a nadie, tal vez persiguiendo una manada pero sin hacerles daño —explicó, haciendo que Janja borrara su sonrisa.
—Ahg bien, no las atacaremos de verdad —dijo algo molesto.

Cerca de ahí, había un territorio en las lejanías donde vivían otro tipo de hienas. No eran codiciosas ni malvadas como el clan de Janja.
Eran lo contrario, amables, y respetaban el ciclo de la vida.
Ellas no se quedan casi toda la noche despiertas, ellas duermen, pero últimamente Jasiri no ha estado durmiendo mucho, ya que escuchaba voces cerca de su territorio.
Claro, a menudo escuchaba risas malvadas, gruñidos, voces de las hienas del clan de Janja, pero ahora escuchaba algo diferente, como si hubiera alguien nuevo quien hablaba, y se le hacía familiar la voz.
Esa noche, decidió investigar quién era.
Se alejó de su territorio y se dirigió al territorio de Janja, siguiendo las voces.
Pero lo que vio no podía creérselo.
¿Kion?
No, no podía ser el, así hablando tranquilamente con Janja, el es su enemigo.
Aunque... estaba dudando, era de noche, estaba oscuro, podría ser cualquiera... como Kion.

—Gracias Janja —agradeció Kion para luego retirarse a las praderas.
Janja volvió con su clan y les contó todo.
— ¿¡Atacaremos las praderas!? —preguntó Cheezi emocionado.
—No cerebro de paja —negó Janja rodando los ojos—no atacaremos mientras nos vean, pero podremos cazar algo a escondidas Jajajajaja...

La guardia del león patrullaba, todo iba bien, a lo que le preocupaba a Fuli.
La cheetah ni saludo, ni miro, ni le hablo a Kion. Estaba molesta por lo qué pasó anoche.
A lo que a los demás les confundía.
De pronto, escucharon unas risas.
Kion suspiró, esperaba que todo saliera como lo planeo.
—Hienas... —dijo Fuli.
—Vamos guardia del león, ¡Hasta el fin de las praderas! —gritó el leon.
— ¡Guardia del león defensa! —continuaron.

Llegaron donde se encontraban las hienas, que perseguían a una manada de gacelas, y Kion se abalanzó contra Janja.
Gracias por hacer esto Janja —susurro con una media sonrisa Kion.
—Si si —susurró de mala gana Janja rodando los ojos.
Con cuidado, Kion empujó a Janja.
—Váyanse de las praderas, ¡ahora! —gritó Kion.
—Vámonos chicos —gruñó Janja mientras le seguía la corriente a Kion.
— ¡Y no regresen! —gritó Bunga moviendo su puño en señal de que 'no vuelvan' amenazando, luego volteó a ver a su amigo —Kion, ¿por que no les rugiste?
—No era necesario —miró a otro lado —Ono, vigila que hayan salido de las praderas.
El Ave asintió y voló.
— ¿No era necesario Eh? —dijo Fuli molesta acercándose al león.
—Si, no lo era, les dije que se fueran y se fueron —dijo Kion frunciendo el ceño.
—A mi me pareció extraño —añadió Beshte.
—Beshte tiene razón —dijo Fuli.
Kion rodó los ojos nerviosamente.
—Terminamos el patrullaje —dijo Kion.
—¿Terminamos? —se sorprendió Fuli —¡pero si recién acabamos de comenzar!
— ¡Fuli! Yo soy el líder, y digo que por hoy terminamos —y luego salió corriendo.
Bunga miró preocupado a su amigo.
— ¡Kion! ¡Espera! —lo siguió.
—Ahg, yo me voy —se alejó Fuli, y Beshte, quedándose solo, se retiró también con las orejas agachadas.

Mientras, Ono veía que las hienas se vayan, las siguió hasta las lejanías; ya iba a regresar a las praderas, pero logró ver un poco de melena de León cerca del territorio de Janja, se parecía mucho a la de Kion, eso le preocupó y decidió buscar a Fuli.

—Bien chicos, vayamos a cazar algo —sonrió malvadamente Janja cuando el Ave ya se había ido.
Fueron a escondidas a las praderas, y lo primero que vieron era un galago macho muy cerca a las lejanías.
— ¡Ataquen!
Las hienas rodearon al galago, que este estaba comiendo unas frutas.
— ¡Hienas! —gritó asustado.
Janja sonrió y mordió al galago, acabando con su vida...
Llevaron su comida a las lejanías y comieron, sin que nadie se dé cuenta...

Luego de lo qué pasó en la noche, Jasiri decidió preguntarle a Kion si en verdad estuvo en las lejanías a esas horas.
Cuando estaba en el límite de las lejanías y las praderas, vio a Fuli caminando por ahí con un rostro preocupado.
Ella se acercó a Fuli.
— ¿Jasiri? ¿Qué haces aquí? —preguntó Fuli.
—Vine a preguntarle algo a Kion —Jasiri suspiro —se que sonará raro pero, creo que lo vi en las lejanías hablando con Janja en la madrugada, y quería estar segura si eso fue lo qué pasó —explicó.
—Espera, ¿Kion hablando con Janja? ¿En las lejanías? —Fuli abrió los ojos de sorpresa.
—Si... ¿raro no? Ellos dos son enemigos jajaja —rió, pero luego cambió a un rostro serio —pero igual quiero estar segura, pero... espera... ¿no deberías estar con la guardia?
Fuli rodó los ojos.
—Kion dijo que nos tomemos el día libre, de nuevo, y hablando de Janja, el y sus ataquen han sido últimamente extraños... —explicaba Fuli.
De pronto, llegó Ono.
—Aquí estas Fuli, te estuve buscando —dijo Ono cansado —las hienas regresaron a las lejanías, pero...
— ¿Que pasó Ono? —preguntó la cheetah.
—Vi un poco de melena de León cerca del territorio de Janja —dijo Ono —y se parecía a la de Kion.
— ¿Que? —exclamaron Jasiri y Fuli.
— ¿En las lejanías?
—Justo le decía a Fuli que había visto a Kion en la madrugada en el territorio de Janja hablando con el... —dijo Jasiri.
— ¡Hapana! —exclamó Ono.
—Deberíamos preguntarle —sugirió Jasiri.
Fuli negó con la cabeza.
—No responderá, no ha respondido mis preguntas, y en la madrugada lo vi en mi territorio, para que luego saliera corriendo... en dirección a las lejanías —Fuli se sorprendió por lo que dijo.
— ¿Entonces que haremos? —preguntó preocupada Jasiri.
—Solo esperar, a tener una prueba que lo confirme todo de una vez por todas, por ahora, esto quedará entre los tres, y si alguno ve algo extraño entre Janja o Kion, avisa —dijo Fuli.
Los dos asintieron.
¿Será cierto de que Kion estaba en las lejanías con Janja?
¿O todo esto es solo la imaginación de los tres?

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