Capítulo 15: Explicación

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De un arbusto, una leona joven salió, con un pelaje claro, y una mirada sorprendida.
Hubo solo unos pocos segundos de silencio...
— ¡Kion! —exclamó Kiara — ¡estás aquí! Mamá y papá te están buscando, ¿y qué haces aquí en las lejanías? ¡No sabes lo tan preocupados que están todos! —frunció el ceño Kiara, se sorprendió al ver a Kion.
Bunga miró a Kion con nerviosismo, ¿que iba a hacer?
Ahora si ya no había escapatoria: tenía que decirle la verdad.
Bueno, solo dos lo sabrían... por ahora...
Igual, en algún momento se enteraría.
—Kiara... si te digo la verdad, ¿prometes no decirle a nadie? —preguntó Kion, con una expresión seria.
Kiara inclinó la cabeza un poco por la confusión.
¿A qué secreto se refería Kion?
Pero tenía que ver algo con su desaparición.
Así que asintió.
—Bien... —empezó a contar todo Kion, mientras la leona lo escuchaba con atención, y Bunga solo se sentó en una roca pequeña, agarró unos gusanos que vió cerca, y los observó mientras comía...

...

Un antílope corría desesperadamente hacia la roca del rey, lo más rápido que podía.
Sudaba del tanto correr.
Pero tenía que llegar rápido para hablar con el rey Simba.
Era urgente, aunque puede que exagerara un poco.
Ese antílope no era nadie más que: Urafiki, el nuevo líder de los antílopes.

— ¡Rey Simba! —gritaba buscándolo en la roca del rey, mientras miraba por todas partes, y movía sus patas un poco por la desesperación.
En realidad, estaba mal que entrara así de la nada el antílope, no estaba permitido, solo los leones, los majuzis reales y la guardia del león podían entrar a la roca del rey.
Pero estaba tan desesperado, que no le importó la regla.

Simba salió de su cueva y se sorprendió al ver a Urafiki.
— ¿Urafiki? ¿Qué haces aquí? —preguntó Simba sorprendido.
— ¡Un miembro de mi manada! ¡D-desapareció! —gritó asustado Urafiki.
Simba se sorprendió más.
— ¿Como que desapareció? —preguntó.
—Mi manada nunca se separa, siempre andamos juntos, y-y ella no andaba muy bien estos días, ademas... ya era mayor... ya iba a completar su viaje en el ciclo de la vida —explicó.
—Mmm... eso tiene sentido, tal vez ya llegó su hora... —dijo pensativo Simba.
— ¡Pero no está! No la encuentro —estaba desesperado, ser líder era difícil, tenía que estar atento —no tiene sentido que desapareciera.
—Mmm... —pensó Simba, y llamó a Zazú —Zazú, busca en las praderas a un antílope extraviado —ordenó el rey.
—Si alteza —hizo una reverencia para luego levantar el vuelo buscando al antílope.

Mientras, Simba se quedaba con Urafiki tranquilizándolo, pero con solo la mirada... eso era suficiente para Urafiki.

Luego, llegó Zazú, con malas noticias...
—Señor... no esta —dijo el Ave.
Urafiki se puso más nervioso.
Simba noto esto, y se acercó a el.
—Cometiste un error, y te diste cuenta, eso dice mucho de ti —dijo el rey con una expresión seria, pero al mismo tiempo, tenía una pequeña sonrisa —eres un buen líder, solo tienes que prestar más atención —dijo sonriendo al final.
Urafiki suspiró.
—Está bien su majestad, prometo que de ahora en adelante, no perderé de vista a ningún antílope —dijo, seguro de sí mismo.
Simba sonrió.

...

Kion terminó de contarle todo a Kiara...
—Entonces... ¿tu plan es que Janja sea tu amigo? ¿Para que luego él se reforme y se vayan a las praderas respetando el ciclo de la vida? ¿Y para que no haya más guerra? —preguntó Kiara resumiendo todo lo que le había explicado su hermano menor, y el asintió nerviosamente, mientras Bunga solo los observaba, ya habiendo terminado sus gusanos. Kiara dio un suspiro —Gracias Kion, es un plan loco... —Bunga miró a Kion diciéndole con la mirada 'te lo dije' mientras Kion solo rodó los ojos —pero... funcionara, y... para cuando yo sea reina... ya no habrá guerras... gracias —dudo un poco al decir esto... ahora se daba cuenta de que, aqunque ella fastidiara a Kion, el nunca dudara en hacer algo bueno para las praderas, y en parte ayudándola.
—De nada —sonrió Kion — ¿no le dirás a papá ni a mamá... no? —preguntó con nervios.
—Igual se enterarán, pero no les dire, no dire ni una palabra, y si quieres puedo traerte comida —dijo sonriendo, parecía un poco fría con su hermano, pero si se preocupaba por el.
—Gracias Kiara —pero luego pensó en las hienas — ¿alcanzará para Janja y su clan?
Kiara lo pensó un poco.
—No creo... si me vieran cazando mucho... podrían sospechar... ¿no crees? —dijo Kiara.
—Mmm si... tienes razón... tendré que comer en secreto... —dijo suspirando, estaría "mintiéndole" a Janja, aunque puede que no se entere...

Luego de eso, Kiara se retiró, prometiendo volver otro día con comida para Kion, y sin comentar nada...
Bunga hizo lo mismo, quedando Kion... solo...

...

Mzingo y los buitres volaban sobre las praderas.
—Bien buitres, busquen algún animal para llevarlo hacia las lejanías —ordenó Mzingo.
Mwoga, no tardó en ver a un antílope... hembra... echada en el suelo, ya había completado su viaje en el ciclo de la vida... estaba... muerta...
—Mzingo —dijo Mwoga llamando la atención del líder —mira —señaló con su pico al antílope.
—Mmm —pensó Mzingo sonriendo —parlamento —miró a todos — ¿quien esta de acuerdo con Mwoga para llevarnos ese antílope?
Todos los buitres asintieron.
—Yo —decía uno.
—Yo también —decía otro.
—Bien, llevémoslo —sonrió malvadamente hacia el antílope.

Los buitres se llevaron el antílope a las lejanías, para Kion y Janja... y las hienas...

...

— ¿Fuli? ¿Que estás haciendo aquí? —preguntó Jasiri.
—Kion a desaparecido —Jasiri se sorprendió —puede que esté aquí en las lejanías, tal vez con Janja, todos lo están buscando... si lo ves... avisa por favor —se notaba preocupación en su voz
Jasiri suspiró.
—Está bien —dijo Jasiri —avisaré cualquier cosa, recuerda... siempre apoyare a las praderas... —sonrió.
Fuli le sonrió, pero igual mantenía esa mirada preocupada, para luego regresar a las praderas.

Jasiri camino un rato, estaba pensativa.
Su mente empezó a sacar algunas conclusiones...
"¿Y si Kion se quiere unir a Janja? ¿Y si destroza las praderas?
No... el no es capaz de hacer eso... no es capaz ni de matar a una hormiga... ¿y si se hizo su amigo?"

De pronto, cómo estaba tan concentrada en sus pensamientos, no se dio cuenta de que un cachorro de León, con una pequeña melena, algo roja y marrón, se encontraba frente a ella.
Los dos compartieron miradas, y la hiena pudo sentir los nervios de Kion...

Tú Puedes Cambiar | La Guardia Del León Donde viven las historias. Descúbrelo ahora