Capítulo 36: La decisión de los chacales

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Era el día de la cumbre de la sabana, todos los lideres de los animales de las praderas se dirigían al bosque Mzimu junto al rey y Zazu.
—Señor, ¿está seguro de que es una buena idea haber invitado a Pua el líder de los cocodrilos y a Rei Rei, la líder de los chacales? —preguntó Zazu mientras volaba al costado del rey.

Simba asintió.
—Son parte de las praderas, sus manadas también, aquí, todos somos partes del ciclo de la vida —respondió el rey.
—Está bien su majestad, pero recuerde, son depredadores —aclaró el Ave.
Simba volteó la mirada para ver a Pua, que caminaba solitariamente, mientras Rei Rei caminaba con curiosidad al ver lo tan bonito que era el bosque Mzimu.

Llegando, Simba se paró en una alta roca, donde empezó a decir:
—Como todos saben, hoy es la cumbre de la sabana, donde nos podremos ayudar resolviendo sus dudas o inquietudes, todos son bienvenidos, ya sean animales herbívoros o carnívoros, todos estamos en paz —dijo el rey.
Rei Rei sonrió por lo dicho, le gustó que el rey Simba le tenga respeto a ella y a los depredadores —por ahora —.

No tenía ni un problema ni inquietud, pero igual había decidido ir a aquella reunión de líderes, para conocer más el lugar y a los lideres.
Mientras paseaba, distraída por el hermoso paisaje del lugar, no se dio cuenta de que había un majestuoso animal frente a ella, que de causalidad se tropezó con el.
Oh, perdóneme rey Simba —se disculpó Rei Rei algo nerviosa.

Simba volteó a verla pero no le gritó ni se molestó... solo le regalo una sonrisa.
—Traanquila Rei rei —sonrió —no pasa nada, pero me alegra que hayas venido —dijo.
—Es un placer estar aquí, y me alegra estar incluida a las praderas... pero... ¿Por que me invitaste? —preguntó Rei Rei.
—Tu misma lo dijiste, eres parte de las praderas, no te puedo excluir, puede de que seas una depredadora pero eso no significa que no seas parte de las praderas, ademas, respetas el ciclo de la vida, eres una de nosotros —respondió el rey.

La chacal sonrió por las palabras del rey... eso había sido muy amable. Había visto al rey de lejos, en las presentaciones en la roca del rey, junto a su reina, y otros animales de la realeza. Pero en este mismo momento, estaba frente a ella, y más que eso, estaba hablando con el.

Simba escucho unas voces cerca de ellos dos y volteó para ver de donde venían, y era de un pequeño grupo de los lideres.
— ¿Ustedes creen que las praderas sean seguras? Yo no lo creo —decía Twiga algo preocupada.
—Opino lo mismo, Twiga, se que Simba mandó a asesinar a las hienas de Scar, pero aún quedan sus cachorros, y no serán cachorros por siempre —dijo Vuruga Vuruga.

—Tienen razón, crecerán, e igual que sus padres, no respetarán el ciclo de la vida, y nos atacaran, o tal vez harán otras cosas —dijo Basi también preocupado.
—Malas, cosas muy malas harán —dijo Twiga negando con la cabeza, pensando en el futuro de las praderas.

—Creo que lo mejor, es salir de las praderas, y buscar algún otro lugar para vivir, uno seguro —opinó Basi.
—Tienes razón, es lo mejor, tal vez no todos quieran lo mismo, pero en mi opinión no me siento segura aquí en las praderas —dijo Twiga.
—Oí de un lugar muy seguro, pero lejos, muy lejos de las praderas, llamado el...

Simba se preocupó por esto. Justo en este momento, tenía que resolver este problema de seguridad, pero no sabía cómo. No quería perder manadas.
Rei Rei notó esta preocupación en el rey. Simba la había invitado y la había incluido a esta hermosa comunidad de animales, ahora le tocaba a ella ayudar.

Salto a una roca alta, donde Simba se paraba a hablar como lo hizo hace un momento, y con nervios —ya que, ella no debería pararse ahí —, hablo.
Y por supuesto, Simba se sorprendió por su acto.

Tú Puedes Cambiar | La Guardia Del León Donde viven las historias. Descúbrelo ahora