El Quarterback™║ ©Vkook

０１１

Maratón 1/2

¿Cómo diablos habían perdido el punto extra? Jungkook tiró su cerveza, todavía molesto. Habían perdido el juego y ahora eran segundos en su Conferencia.

Él sabía que no significaba nada en el gran esquema de las cosas. Todavía irían al Campeonato Nacional y probablemente incluso tendría libre la primera ronda. Pero aun así le molestaba. El entrenador había enviado a Sehun a patear, cuando el equipo contrario había roto sus líneas, Sehun entró en pánico y pateó muy abierto.

Fue un error de novato. Si Jungkook no estuviera tan molesto por perder, él estaría feliz de que el pendejo se hubiese equivocado tanto. Él pensaba que Sehun tendría mucho karma malo en camino, ser prácticamente abucheado fuera del campo no podría haberle pasado a un pendejo que lo mereciera más.

Jungkook había hablado con el entrenador después del partido. Desde hoy en adelante, Kai seria su pateador, él era bueno, malditamente bueno, con el equilibrio justo de miedo y arrogancia.

Ahora él estaba justo en medio de dos chicas calientes en la improvisada pista de baile que intentaban consolarlo con sus caderas giratorias. Jungkook esperaba como el infierno que Sehun dejara por la noche los insultos homosexuales. La última vez que vio a Sehun y Soo, ellos se estaban emborrachando en la habitación del barriles.

Jungkook estaba ligeramente impresionado de que Soo se quedara al lado de su amigo mientras el resto del equipo estaba muy molesto con Sehun. Soo tenía lealtad, lástima que tuviese un gusto de mierda en amigos.

Mientras Jungkook miraba a Kai molerse contra las chicas, él estaba bastante seguro de que el tipo era totalmente hetero. Aunque él era lindo. Jungkook sacudió su cabeza, probablemente debería haberlo notado antes, pero él no era Taehyung, quien lo había encendido por años con su pelo oscuro que él había jalado en un moño... y los sexys mechones que se deslizaban, —a lo largo de su cuello, ese piercing en su ceja que le daba el pequeño toque de chico malo, junto con su ropa.

Su cuerpo que era delgado y... joder, él se estaba poniendo duro sólo pensando en él.

Jungkook suspiró, rechazando el resto de su cerveza. A su lado, Danielle estaba sentada en el regazo de Taehyung, susurrándole palabras reconfortantes en su oído. Ella se acercó y le apretó la rodilla.

—No estés tan triste, Jungkook. No fue tu culpa —consoló ella.

Taehyung asintió, golpeando a Jungkook en la espalda—. Una derrota, ¿cierto? Sucede. Seguramente todavía tendremos un juego libre en el Campeonato.

—¿Un qué? —Danielle arrugó su frente.

—No todos los equipos juegan las primeras dos rondas, nena. Algunos avanzan automáticamente. Es llamado 'juego libre' —explicó Mingi.

—¡Oh, eso sería dulce! —exclamó ella—. Ustedes dos podrán tener Acción de Gracias este año.

—Eso es lo que estoy esperando —dijo Jungkook—, realmente estoy deseando que llegue —lo que era una total mentira. Él iba a llevar a sus hermanas a la casa de sus tíos. Sólo tendría que sobrevivir a la noche anterior con su padre, e incluso él podría manejar eso.