El Quarterback™║ ©Vkook

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El golpeteo en la puerta era la suficientemente alto como para ser escuchado por encima de la atronadora música. Pero Taehyung no iba a abrir. Él planeaba quedarse en la cama por al menos 24 horas, revolcándose en autocompasión.

Desafortunadamente, quien sea que estuviera en su puerta no parecía querer rendirse. El ruido continuaba. Taehyung se acurrucó más abajo en sus mantas, haciéndolo claro para Jay que él no iba a ceder.

Enojado, Jay se arrastró fuera de su cama y abrió de golpe la puerta con un enojado— : ¡Qué!

—Hola, ¡tú debes ser Taehyung! —vino de una voz de mujer.

¿Qué demonios? Taehyung se arrancó sus auriculares y se giró de lado para poder ver a través de su armario a su puerta. Casi se cayó cuando vio quien estaba entrando a su cuarto. Los compañeros de fútbol y de habitación de Jungkook—Jackson, Jisung, Mingi—y una alegre chica pelirroja. Y todos estaban evaluando a Jay con sonrisas de bienvenida.

—Eres tan lindo —declaró ella—. Me encanta el halcón falso y tu lindo y pequeño trasero —dijo ella, tan malditamente genuina que era difícil ofenderse.

—Okay, ojos fuera de mi trasero —reprendió Jay, claramente confundido como el infierno—. ¿Quién demonios son ustedes?

—Amigos de Jungkook —dijo Jackson, empujando su mano para estrechar la de Jay—. Un gusto conocerte finalmente, Taehyung.

—Sí, estamos totalmente bien con los gays —agregó Jisung con una palmada en la espalda de Jay.

Jisung consistía en aproximadamente noventa kilos de músculo, por lo que el pobre Jay se tropezó de nuevo hacia su cama por la palmada amistosa.

—Oh bien, no están aquí para atacarnos por gays —contestó Jay con descaro, enderezándose—. Pero yo no soy Taehyung. Él es. Y con eso, su traidor compañero de cuarto lo señaló. Taehyung consideró escapar corriendo, pero eso parecía bastante cobarde.

Todos se giraron para enfrentarlo, y esta vez, Taehyung fue la víctima de su escrutinio.

—Bien, eso tiene más sentido —concluyó finalmente Danielle—. Chico malo sexy. Ese parece más el estilo de Jungkook, ¿no?

—Sí, eso, y dijo que Taehyung era asiático —añadió Mingi casualmente.

Danielle golpeó a Mingi en el estómago—. ¡Pudiste haberme dicho eso antes! —ella puso los ojos en blanco, luego se giró hacia Taehyung—. ¿También tienes un lindo trasero? —ella se burló.

—Okay, no soy un pedazo de carne, buitres —arremetió Taehyung, saliendo de su cama.

Por supuesto él sólo tenía puestos sus calzoncillos, por lo que esta quizá no era la estrategia más convincente. Especialmente cuando Danielle decidió verificar su paquete.

El arrancó la almohada de su cama, protegiendo su polla.

—Estás babeando, nena —dijo secamente Mingi, dándole una mirada a su novia.