e p i l o g o

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Jungkook se miró en el espejo una vez más

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Jungkook se miró en el espejo una vez más. Llevaba una camisa blanca con botones en la parte delantera, las mangas enrolladas y ajustados jeans oscuros. Nada llamativo, pero funcionaba.

—¿Estás listo? —Jungkook le gritó a Taehyung.

—¡Ya casi! —grito Taehyung desde el baño.

Ellos vivían en un pequeño dormitorio en Castro, el barrio gay de San Francisco. Bueno, la mayor parte de San Francisco era considerado un "barrio gay", pero este era el corazón de la meca gay. Su apartamento era pequeño, pero locamente caro. Y aun así ellos sólo podían permitírselo porque uno de los compañeros de trabajo de Taehyung era el dueño, y les había dado un buen trato. Pero valía la pena la falta de metros cuadrados, porque se encontraban a poca distancia de increíbles tiendas, bares y discotecas.

—¿Quieres un trago antes de irnos? —le preguntó a Taehyung.

—Diablos, sí —afirmó Taehyung—. Tomemos tragos, para que no nos quedemos pobres en el club.

Jungkook sonrió, abriéndose camino alrededor de sus cajas, dirigiéndose hacia la cocina. Ellos habían llegado a San Francisco hace una semana, pero inmediatamente comenzaron en sus trabajos, por lo que la mayoría de sus cajas aún estaban llenas. Esta sería su primera noche en la ciudad. Se iban a reunir con algunos de los amigos de Jungkook del Campamento LGBTQ. Una semana más tarde y él ya tenía nuevos amigos.

Taehyung también estaba entusiasmado con su trabajo, pero él se sentía un poco abrumado. Había investigado un montón antes de comenzar, pero dijo que aún tenía mucho que aprender sobre la industria de los juegos de azar. La jefa de Taehyung tenía un MBA de Harvard y había estado un poco preocupado de que ella hablara por encima de su cabeza, pero hasta ahora, ella había sido increíble.

—Bien, hagámoslo —dijo Taehyung, caminando por el pasillo.

Jungkook se giró para mirarlo y se quedó inmóvil. Él estaba bastante seguro de que su boca se abrió. El largo cabello de Taehyung estaba colgando sobre sus hombros. Llevaba una camiseta sin mangas gris ceñida y jeans negros rotos. Pero lo que realmente atrapó a Jungkook fue el grueso delineador negro, haciendo que sus ojos resaltaran de golpe y sólo un toque de brillo en sus párpados. Mierda. Mierda , él era sexy.

—¿Demasiado? —preguntó Taehyung, metiendo sus manos en sus bolsillos traseros.

Jungkook negó con la cabeza. No, Taehyung era hermoso. No de una manera femenina, sino masculina. Él había oído sobre el delineador de ojos, pero estaba seguro de que no lo había visto todavía. Habían tratado de mantener un perfil bajo en Bodine después de las vacaciones. Ellos ya eran la noticia más importante en el campus, por lo que ellos habían decidido pasar los fines de semana en los dormitorios. De hecho, la única razón por la cual la vida no había sido un infierno después de su salida pública fue porque nadie quería molestar a los delanteros ofensivos de Jungkook. O delanteros defensivos para ese asunto. La única vez que unos chicos habían ido tras Taehyung, los futbolistas habían pateado algunos traseros... y nadie se había atrevido de nuevo. Aun así, Taehyung nunca se había arriesgado a usar maquillaje.

Y seguro como el infierno que ellos nunca habían ido a un club.

Taehyung le dio una pequeña sonrisa y se acercó a Jungkook, alcanzando el paquete de Jungkook. Sí, Jungkook estaba duro simplemente por un puto delineador.

—Supongo que te gusta —Taehyung lo apretó a través de sus jeans.

—Eres hermoso —dijo Jungkook—, todos van a querer follarte. Podría ponerme celoso.

Taehyung sacudió su cabeza—. Realmente no tienes idea de lo sexy que estás. Y cuando haga esto en la pista de baile... —Taehyung abrió los botones de la camisa de Jungkook, exponiendo sus pectorales y abdominales—... sabrán que eres mío.

Taehyung se inclinó y lamió desde el ombligo de Jungkook hasta sus pezones. Jungkook agarró sus antebrazos y tiró de él hacia arriba—. ¿Estás tratando de matarme?

—Podemos llegar tarde —respondió Taehyung.

—No —dijo Jungkook—. No voy a tener a mis nuevos amigos esperando frente al club. Así que sírvenos unos tragos y vámonos.

—Está bien —Taehyung se encogió de hombros—. Siempre podemos follar en el baño.

Jungkook negó con la cabeza. Taehyung definitivamente se estaba adaptando a la vida de San Francisco—. No vamos a comenzar a tener tríos y a inhalar líneas de coca, ¿o sí? —preguntó Jungkook, medio bromeando.

Taehyung levantó la vista de los tragos que estaba sirviendo—. Nene, es sólo delineador de ojos. Sigo siendo un buen chico de Texas —dijo él en un acento exagerado—. Me gusta divertirme un poco, y luego irme a casa con mi hombre.

Jungkook tomó su trago de la mano de Taehyung—. Ese es el lema de Texas.

Chocaron sus vasos y bebieron sus tragos—. En realidad, el lema de Texas es: "Si encuentras una modelo rubia y sexy, no la dejes ir" —dijo Taehyung con un guiño. Luego agitó una mano a la brillante fotografía de Jungkook que le había enviado la compañía de ropa interior. Sí, él había tomado el empleo. Y Taehyung inmediatamente colocó la fotografía en el refrigerador con un imán.

—No puedo creer que haya estado de acuerdo —gimió Jungkook. Él estaba en un suspensorio de color naranja brillante por el amor de Dios. ¿Cuánto más gay podría ser? Aunque era de buen gusto. Muy parecido a cualquier otro anuncio de ropa interior, excepto que lo habían fotografiado jugando fútbol. Lo que realmente salió genial. Sin mencionar que el suspensorio hizo su trabajo.

Además, Jungkook podría usar el dinero mientras buscaba un trabajo permanente. Y acordaron gastar una parte en su viaje al final del verano.

—Sí, tu vida es muy dura —dijo Taehyung con sarcasmo—. ¿Cómo vas a sobrevivir?

—¿Usando a mi sexy esclavo sexual para consolarme? —preguntó Jungkook.

Taehyung meneó su culo mientras se dirigía hacia la puerta principal—. Lo tengo. Esposas después.

Jungkook gimió, su novio iba a matarlo. Respiró profundamente, se ajustó su erección y siguió a Taehyung afuera. Luego extendió su mano y agarró la de Taehyung, entrelazando sus dedos. Y se dirigieron calle abajo hacia el ruido de los clubes de Castro. Porque ellos podían hacer eso aquí. Ser dos muchachos tomados de la mano mientras caminaban por la calle. Ya no era Jeon Jungkook, el quarterback de Bodine. Y Taehyung no era el punk asiático en una universidad bautista del sur.

Ellos simplemente eran dos sujetos enamorados. Y a las personas alrededor de ellos no podía importarles menos. Era perfecto. 

E-S💚

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E-S💚

Fin.

El Quarterback™║ ©VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora