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Los pájaros estaban cantando

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Los pájaros estaban cantando. ¿Por qué los pájaros estaban cantando? Jungkook abrió sus ojos y se dio cuenta que estaba en la habitación de Taehyung, que tenía una ventana que daba a un enorme árbol. De ahí los pájaros. Sonrió cuando notó que en algún punto de la noche él se convirtió en la cuchara grande. Su brazo estaba sobre la cintura de Taehyung, su erección mañanera estaba situada en su culo. Él podría acostumbrarse a esto.

Pero entonces una alarma se disparó y dio vuelta para ver a Jay golpeando con su mano el botón de repetición.

—Ensayos —murmuró Jay, luego se deslizó de la cama y se dirigió hacia el baño.

—¿Qué hora es? —preguntó Taehyung en su almohada.

Jungkook miró el despertador—. Ocho.

—Demasiado temprano —refunfuñó, entonces se deslizó hacia atrás y frotó su trasero en la erección de Jungkook.

Jungkook gimió y apretó su brazo en la cintura de él, luego se deslizó más abajo para envolver en su mano la erección mañanera de Taehyung. Se frotaron uno contra otro por unos minutos hasta que Jay volvió.

Aparentemente, ellos fueron bastante obvios, porque Jay se compadeció y se vistió rápidamente, luego los dejó para seguir con su libertinaje.

En el momento en que la puerta se cerró tras Jay, Taehyung se quitó los calzoncillos, al igual que Jungkook, se alcanzaron el uno al otro y Taehyung gentilmente tiró de sus bolas, luego comenzó a frotarlo. Jungkook hizo lo mismo, mientras colocaba besos sucios a lo largo del cuello de Taehyung, hasta que los dos tuvieron sus orgasmos, disparando en las manos del otro.

Taehyung agarró una sucia camiseta del piso para limpiarlos, luego deslizó sus piernas entre los muslos de Jungkook y usó sus bíceps como almohada—. Buenos días —dijo arrastrando las palabras, luego hizo una mueca.

—Buenos días —repitió Jungkook, sintiéndose como la mierda por lo que había pasado la noche anterior. Los labios de Taehyung estaban hinchados, pero no tan mal como había temido. Se acurrucó en las sábanas, queriendo esconderse del mundo—. No quiero levantarme.

—Entonces no lo hagas —dijo Taehyung, encogiéndose de hombros.

—Tengo que hacerlo —respondió Jungkook—. Se supone que tengo que encontrarme con los chicos para levantar pesas.

—Ugh, olvidé que acordé cambiar turnos en la cafetería. Debería levantarme también.

Pero ninguno se movió, Jungkook perezosamente dibujo círculos con sus dedos en los hombros y espalda de Taehyung. Con todo el caos de la noche anterior había olvidado que había invitado a Nayeon a la Bienvenida, él sabía que necesitaba decirle a Taehyung, pero no quería arruinar el momento, pero por otro lado, no quería que su novio se enterara por alguien más.

—Entonces, escucha —empezó Jungkook—. Um, sabes que la Bienvenida es la otra semana, ¿cierto?

—Supongo —dijo Taehyung—, es cuando todos los ex-alumnos vienen a Bodine, ¿cierto? Hay una fiesta antes del gran juego.

El Quarterback™║ ©VkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora