Han pasado cinco días desde el accidente en la cafetería, en dónde ocurrieron dos cosas interesantes. La primera: me sentí como si estuviera en una pesadilla; La segunda: el tipo que más odia a mi hermano fue gentil conmigo a pesar de lo que hice. Eso no es lo único extraño, los chismes que se divulgaron sobre el incidente desaparecieron de un momento a otro, de tal forma que no se covirtieron en un problema para mí.Hoy es martes y estoy sentada en las escaleras de mi casa realizando figuritas de cerámica para distraerme. Mi gato está a mi lado jugando con una pelota y no puedo evitar sonreír por su inusual comportamiento.
—Muévete —ordena mi hermano, cuando llega de su entrenamiento.
Pongo los ojos en blanco y me hago a un lado para que pueda pasar.
—¿Cómo te fue? —pregunta mi madre con dulzura cuando lo recibe en la entrada.
—Igual que siempre. ¿En dónde está papá? —inquiere.
—Eligiendo un corbata.
—¿Otra vez van a salir?
Es una tradición que mis padres cancelen un día de trabajo para cenar con algún ejecutivo de la empresa en la que trabajan. Gracias a que forman parte del equipo de publicidad, los invitan a fiestas o encuentros exclusivos que organiza el CEO en agradecimiento por su arduo trabajo. Aunque no está de mas mencionar que son amigos íntimos desde hace años.
Me levanto de la entrada, limpio el polvo que hay en mis pantalones y regreso a la casa.
—Tengo el presentimiento de que tu padre subirá de puesto, así que vamos a cenar con el asistente de nuestro jefe. —Mamá se acerca al espejo que está en el pasillo principal para retocar su maquillaje— Quiero que elijas un traje, Alexán. Rápido.
—¿Por qué?
—Nos harás compañía está noche. — Una gran sonrisa ilumina su rostro—. Tu padre habla mucho de tus logros, y, por si fuera poco, el hijo de nuestro jefe es tu amigo desde que eran niños. Es obvio que quiere tener noticias sobre ti, aunque ellos no puedan asistir esta vez.
—Creo que viven en Rusia ¿no?
—Así es.
—¿A qué hora van a regresar? —interrumpo en voz baja.
—No lo sabemos —responde ella con frialdad.
Su respuesta me corta la respiración por un momento. No quiero quedarme sola.
—¿De verdad no puedo ir? —insisto.
Ambos me miran con sorpresa.
—Solem, seamos honestas, es una cena que requiere… Ya sabes, habilidades sociales impecables. Tu hermano es un excelente orador. Lo amarán enseguida.
—Sé tocar el violín, y, si no me equivoco, la esposa del asistente adora la música clásica —comento—. Ustedes lo detestan, pero quizás a ellos les parezca fascinante. Además, hace dos años gané una medalla en un concurso de música.
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INVIERNO/ Finalizado✔️
Teen FictionSe dice que aquellas almas destinadas a encontrarse se reúnen en un oasis lleno de paz y amor. Ambos crean un vínculo sumamente fuerte que supera cualquier teoría sobre afecto entre seres humanos. Y este año, dos almas con una radiante flama inte...